En España tenemos un problema de salud que afecta a un elevado porcentaje de la población en edad avanzada que no cubre la Seguridad Social y cuyo tratamiento conlleva un coste económico tan elevado que no resulta asumible en demasiados casos. Nos referimos a la enfermedad periodontal. Una de las enfermedades inflamatorias crónicas más frecuentes entre las personas mayores.
En concreto, “en el estudio de prevalencia de la enfermedad en la población laboral española publicado en 2016 por Carasol et al. se observa que el 65,1% de personas mayores de 56 años tiene periodontitis”, apunta Nuria Vallcorba, patrona de honor de la Fundación SEPA (Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración) y directora médica de Clínica Vallcorba. Es un porcentaje, sin duda, elevado.
Ha aumentado la consciencia de la importancia de mantener los dientes
Sin embargo, la experta, lejos de mostrarse alarmista, se expresa positiva: “La detección y el tratamiento de las enfermedades periodontales es cada vez mejor”. Esto es así, porque “las personas tienden a vivir más años y los vive con más dientes en la boca (ha aumentado la consciencia de la importancia de mantener los dientes, por lo que se realizan menos extracciones a lo largo de la vida). Aunque, en general, ambas cosas sean muy positivas, esto hace que sea más fácil que se acabe padeciendo periodontitis”, aclara.
Diagnóstico precoz, pronóstico halagüeño
El pronóstico de esta enfermedad cuando el paciente acude a su primera visita depende en gran medida del grado de afectación de la misma. Ahora bien, la realidad es que la mayoría esperan demasiado, y cuando lo hacen, “aproximadamente un tercio de ellos presentan bolsas muy profundas y una considerable pérdida de inserción ósea”, asegura el Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas de España. El problema es que esto se traduce en “un pronóstico sombrío haciendo inviable poder salvar el diente en esas condiciones. No es nada infrecuente que en esta fase el diente ya tenga movilidad u otros signos clínicos de mal pronóstico”.
En ese punto, es el momento de realizar “no solo una exhaustiva exploración periodontal, clínica y radiológica, sino también una historia clínica médica que permita conocer posibles patologías sistémicas (por ejemplo, la diabetes no controlada) o hábitos nocivos (tabaquismo) que puedan empeorar el pronóstico. Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento de la patología periodontal está sumamente protocolizado e incluye varias alternativas de intensidad creciente en función del grado de afectación periodontal”, describe Castro.
Un tercio de los pacientes mayores que van a consulta presentan bolsas muy profundas y una considerable pérdida de inserción ósea
La sanidad pública los deja fuera, aunque va cambiando
Todas esas alternativas relativas a la enfermedad periodontal encaminadas a mantener en su sitio las piezas dentarias, no las encontraremos en la lista de tratamientos que cubre la Seguridad Social.
Una situación preocupante que poco a poco parece ir mejorando. Al menos es lo que deja entrever el hecho de que el pasado 29 de julio el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Sanidad, aprobó el reparto de más de 68 millones de euros para impulsar la ampliación de la cartera común de servicios de salud bucodental en el Sistema Nacional de Salud (SNS) durante el ejercicio presupuestario 2025.
La principal novedad es la incorporación progresiva del colectivo de personas mayores de 65 años como nuevo grupo destinatario de las prestaciones públicas de salud bucodental, comenzando por aquellas personas que están institucionalizadas, las que se encuentran en las residencias de mayores.
Una iniciativa que José Nart, Presidente de la Fundación SEPA, considera positiva, aunque también cree que “sería conveniente que el Ministerio incluyera entre los grupos de población destinatarios a los pacientes de diabetes tipo 2, especialmente en los dos primeros años de su diagnóstico, así como potenciar desde la consulta dental la detección precoz del riesgo de padecer diabetes o hipertensión arterial”.
En cualquier caso, hasta que las cosas cambien en la práctica, tal y como explica el presidente del Consejo General de Dentistas de España: “La cartera de servicios de la atención bucodental no incluye a la patología periodontal ni a los implantes dentro de la financiación pública. Con la excepción de la tarctrectomía (limpieza dental profesional) que muchas veces es tan solo el primer paso en la planificación del tratamiento periodontal, el resto de actuaciones terapéuticas están excluidas y deben ser asumidas mediante financiación privada”.
La cartera de servicios de la atención bucodental no incluye a la patología periodontal ni a los implantes dentro de la financiación pública
Tampoco tienen cobertura de los tratamientos implantológicos. “Sin embargo, -apunta José María Martínez-González, presidente de la Sociedad Española de Gerodontología y Profesor titular de cirugía en la Facultad de odontología de la UCM- hay pacientes, fundamentalmente oncológicos, que como consecuencia del tratamiento quirúrgico han sufrido una pérdida del soporte óseo con consecuencias funcionales y estéticas, y en esos casos, sí se da esta cobertura”.
Paul Davies, 63 años
Hace 12 años que se somete a un tratamiento periodontal
“Cuando tenía 52 años, mi dentista me aconsejó que me realizara las limpiezas bucales con una frecuencia algo mayor de lo habitual, pero en ese momento todavía no me diagnosticó periodontitis. Sin embargo, yo notaba cómo mis dientes se movían, hasta que perdí uno de ellos. En ese momento, me di cuenta de que tenía que buscar ayuda. El problema era que el tratamiento que necesitaba -no simplemente el tratamiento de la periodontitis sino también la ortodoncia y la colocación de varios implantes- no lo cubre la seguridad social, y fuera de la sanidad pública, es bastante caro.
La suerte que yo tuve es que, la casualidad quiso que, en aquella época, uno de mis clientes fuera la Sociedad Española de Periodoncia, y gracias a esa circunstancia tuve la oportunidad de conocer la existencia de la Clínica de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense. Para mí, este hallazgo fue la solución a mi problema de periodontitis. Es cierto que también tiene inconvenientes, ya que el tratamiento se alarga mucho, pero, por otro lado, tiene dos ventajas importantes: por un lado, tienes la seguridad de que el tratamiento se va a ajustar exactamente a lo que necesitas; y por otro, el precio es bastante más económico, tanto en el tratamiento periodontal como en la ortodoncia. Sin duda, lo recomiendo.
Mientras estuve tratándome en la Universidad, pude formar parte de un ensayo clínico con células madre para regenerar el hueso. Un tratamiento muy avanzado y novedoso del que me pude aprovechar y al que, de otro modo, nunca hubiera tenido acceso.”
Para no llegar a la peor situación
Es tal la importancia de tratarse esta enfermedad (progresiva y crónica), que, de no hacerlo, el paciente está abocado a la pérdida dentaria. Y esto no afecta solo a la estética, también tiene consecuencias en la función masticatoria y en la calidad de vida. Además, “cuando se pierden dientes, el hueso de soporte también va reabsorbiéndose complicando a medio plazo la posible utilización de implantes”, advierte Castro.
Por tanto, en un lado de la ecuación tenemos una enfermedad que de no tratarse acaba en la pérdida de piezas dentales y sus consecuencias, y en el otro, un tratamiento que, hoy por hoy, no cubre la Seguridad Social, y cuyo coste es tan elevado que muchas personas no pueden permitirse.
Frente a este planteamiento, el profesor José María Martínez-González, cree que lo más importante sería preguntarse por qué se llega a esta situación. Ante lo cual considera que la respuesta está en la prevención: “Si todos los pacientes adquiriesen la rutina de hacerse revisiones periódicas, con bastante probabilidad se evitarían muchos tratamientos complejos y de alto coste económico”.
En la misma línea se expresa la doctora Vallcorba quien insiste en la prevención para evitar llegar a la necesidad de someterse a tratamientos costosos: “Cuando la detección de la periodontitis es precoz, los tratamientos son sencillos, económicos y eficaces. Además, teniendo en cuenta que los pacientes de edad avanzada suelen sufrir una periodontitis poco agresiva, de evolución lenta, en general, no hemos de realizar tratamientos costosos, sino tratamientos no traumáticos, higiénicos y adaptados a la situación concreta del paciente”.
Cuando la detección de la periodontitis es precoz, los tratamientos son sencillos, económicos y eficaces
Por tanto, “la prevención y el tratamiento precoz son clave porque son lo que permite que no se llegue a situaciones en las que se pierdan dientes por detección tardía”, remarca la doctora.
Ahora bien, cuando la enfermedad periodontal se encuentra muy avanzada, lo cual es, como hemos visto, algo que ocurre en 1 de cada 3 pacientes adultos, las opciones son más limitadas, y es “evidente que, a la hora de tomar una decisión, además de parámetros clínicos, existen limitaciones de índole económica. El Consejo General de Dentistas de España venimos desde hace tiempo denunciando esta falta de equidad en salud bucodental y reclamando ayudas para los adultos mayores, muy especialmente para los de menor nivel socioeconómico”, manifiesta Castro.
La salud general de las personas mayores está muy condicionada por su estado de salud bucodental.
Una posible vía, que no una solución total, son las clínicas de las Facultades de Odontología. Estos centros “suelen ofrecer tratamientos periodontales muy básicos, llevados a cabo por los alumnos de pregrado”, explica Castro. “Además, en algunas de ellas, al tener implantados Máster en periodoncia, se ofertan tratamientos más complejos. Sin ninguna duda, -continúa- estas clínicas universitarias, al igual que la red de Clínicas solidarias de la Fundación Dental Española, pueden contribuir a paliar las barreras económicas. Sin embargo, no dejan de ser una solución geográfica puntual, que en absoluto consigue solventar el problema de inequidad ni reducir el gran impacto comunitario que estas patologías tienen”.
No es solo una cuestión de salud bucodental
A los problemas fruto de la incidencia del tratamiento periodontal en la economía doméstica de las personas mayores, se suman otros cuyo alcance aún se está investigando, pero que ya cuenta con información suficiente como para tenerlos muy presentes. Se trata de la asociación de la periodontitis con enfermedades tan prevalentes como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y las neurodegenerativas.
“Los estudios realizados en los últimos años han aportado suficiente evidencia científica que demuestra una clara asociación”, asegura José María Martínez-González, quien recalca también su influencia en la salud mental de los pacientes adultos mayores: “Desde la Sociedad Española de Gerodontología estamos llevando a cabo estudios en los que claramente se demuestra que el deterioro en la salud oral es un factor desestabilizante en la salud mental. De hecho, una recuperación funcional y estética en estos pacientes es capaz de revertir algunos estados depresivos en los que se encontraban inmersos.
El deterioro en la salud oral es un factor desestabilizante en la salud mental
Por su parte, Castro, desde el Consejo General de Dentistas, comparte la posición de Martínez-González y añade la conexión de la enfermedad periodontal con el alzhéimer. “El campo de estudio de la influencia de la periodontitis en los procesos neurodegenerativos está muy de actualidad. Por todo ello, el enfoque de manejo de la enfermedad periodontal trasciende la esfera oral, con importante impacto en la salud integral y en los costes sanitarios”, afirma.




