La salud de las encías no solo afecta a la boca. Así lo advierte el doctor José Nart, catedrático del Área de Periodoncia de la Facultad de Odontología de la Universidad Internacional de Cataluña y director médico de Nart Clínica Dental, en una reciente entrevista con el también dentista y divulgador científico Simón Pardiñas López, en su pódcast del canal de YouTube @Dentalk!. En ella, Nart lanza un mensaje claro: “Los pacientes con periodontitis severa tienen hasta cuatro veces más riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio”.
A través de datos clínicos y evidencia científica acumulada en los últimos años, el doctor Nart remarca que la periodontitis, una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a las encías y al soporte de los dientes, no debe considerarse solo una patología localizada. Según explica, su impacto puede extenderse al sistema cardiovascular. “Las bacterias más relacionadas con la causa de periodontitis —y hoy estamos hablando mucho de la porfiromona gingivalis— se han encontrado en las placas de ateroma de las arterias, como las carótidas”, detalla.
¿Qué es la periodontitis?
La periodontitis es una enfermedad inflamatoria crónica de las encías causada por bacterias. Se caracteriza por la destrucción del tejido que rodea y sostiene los dientes, lo que puede conducir a la pérdida dental. Más allá del impacto local, puede generar inflamación sistémica y se ha vinculado con enfermedades como la diabetes, el Alzheimer y patologías cardiovasculares.
Estas bacterias, asegura, no solo llegan hasta allí, sino que “generan daño en la capa interna del endotelio de las arterias”, un factor clave en la formación de placas y en el desarrollo de eventos cardiovasculares. A esto se suma otro proceso biológico: “aumentan mediadores de inflamación, como es la proteína C-reactiva”, añade el doctor. Esta proteína es un marcador utilizado en medicina para evaluar procesos inflamatorios y riesgo cardiovascular.
Nart pone un ejemplo claro: “Quien tiene más riesgo de padecer infartos tiene la proteína C-reactiva alta. Ojo, oiga: ¿cómo está su colesterol? Porque este es un candidato a padecer. Fuma, puff…”, señala, remarcando cómo distintos factores de riesgo deben analizarse en conjunto y no de forma aislada.
En su intervención, también denuncia la escasa concienciación médica sobre la vinculación entre salud oral y enfermedades cardiovasculares: “Muchos médicos no le dan la importancia que tiene o lo desconocen”. Por eso agradece el espacio para divulgar este tipo de mensajes: “Nos vamos a distribuir, a divulgar este mensaje que es importante”.
Su deseo, dice, es que la pregunta por la salud bucodental se incorpore a la historia clínica con la misma normalidad con la que se pregunta por los niveles de colesterol o si el paciente es fumador: “Me encantaría que dijeran: ‘¿Tiene periodontitis? ¿Cuándo ha estado en el dentista?’”.