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8 beneficios de la jardinería en los niños
Infancia
Ya sea plantar unas cuantas flores en la terraza o cultivar un pequeño huerto en el jardín, resultará muy positivo para los pequeños
Uno de los beneficios de la jardinería en niños es el desarrollo de la motricidad.
Pixabay
Alicia Rivera
La educación y estimulación de los niños es un reto para los padres desde sus primeros días de vida. A lo largo de su infancia deberán desarrollar ciertas competencias, habilidades y conocimientos que les serán de gran ayuda en la vida adulta. Esto pasa por explorar el mundo a través de sus curiosos ojos, aprender nuevas habilidades y absorber como esponjas tantos conocimientos como sea posible.
Algunas actividades como montar en bicicleta, hacer manualidades o excursiones por la naturaleza redundan en muchas ventajas para los pequeños. Pero también es el caso de la jardinería. Esta afición reporta numerosos beneficios a los niños, desde cultivar –nunca mejor dicho– su paciencia hasta reducir el estrés.
Beneficios de la jardinería para niños pequeños1
Conocimiento de matemáticas y ciencia. El niño tendrá que practicar nociones de matemáticas y ciencia para saber cuántas plantas plantar, cada cuánto tiempo regarlas, la cantidad de agua que necesitan o cuándo toca recolectar.
2
Desarrolla la paciencia. La jardinería no es una práctica precisamente rápida, sino que requiere tiempo y paciencia. Así como ser cuidadosos y prestar atención a cada pequeño avance.
3
Desarrollo de la motricidad fina. La coordinación de sus manos y sus ojos, plantar plantas en los huecos de la tierra o macetas, manejar herramientas como palas, rastrillos y la regadera, así como seleccionar cada fruto o flor a recolectar. Con todo, el pequeño mejorará su motricidad fina.
4
Desarrollo sensorial. La práctica de la jardinería desarrollará sus sentidos. El tacto con el contacto con la tierra y las diferentes texturas de las plantas. El gusto al poder saborear algunas frutas y verduras. El olfato al oler las flores y plantas. El oído al deleitarse con los sonidos de la naturaleza, como los pájaros. Y la vista al apreciar la belleza y los colores de su huerto.
5
Mejor relación con la comida. La aversión de los niños hacia algunas frutas y verduras es de lo más común. Si cultivan ellos mismos determinados vegetales, se incrementará su vínculo por el proceso y la ilusión por probar el resultado de sus esfuerzos.
6
Mejora la independencia y confianza. Poco a poco el niño aprenderá que sus esfuerzos tienen recompensa y su satisfacción, seguridad y confianza aumentarán conforme vea sus progresos. Con ello, será más independiente, extrapolando estas cualidades a otros ámbitos de su día a día.
7
Reduce el estrés. Practicar jardinería resulta relajante para personas de cualquier edad. De este modo, resulta excelente para reducir el estrés de los niños, que pasen un rato entretenidos y gastando su aparentemente inagotable energía en una actividad tranquila.
8
Tiempo de calidad en familia. Vuestra relación y vínculo se estrechará pasando tiempo de calidad en familia mientras cultiváis vuestro huerto o plantas. Mientras tanto, podéis conversar e incluso hacer juegos como “veo, veo”. También aprenderá el valor del trabajo en equipo y la importancia de dejarse ayudar cuando no puede hacer algo por sí solo.