Los niños deben involucrarse en las tareas y responsabilidades del hogar y, cuanto más temprano lo hagan, mejor. Así de tajante se muestran los especialistas de la Academia Americana de Pediatría (AAP), debido a que consideran la participación en los quehaceres diarios de la familia como una “parte importante del desarrollo del niño”. A menudo, las madres y padres pueden mostrarse reticentes al creer que sus hijos desempeñarán mal estas tareas, por ejemplo, ensuciando o rompiendo algo. Sin embargo, tan solo hay que encargarles aquellas que se adapten a su edad y comenzar con las más sencillas. “No espere la perfección: este es un proceso de aprendizaje y los niños desarrollarán sus habilidades con el tiempo”, señalan los expertos de la AAP.
El papel de los padres será el de guiar a sus hijos a la hora de desempeñar estos quehaceres y elogiarlos por su esfuerzo. Conforme crezcan, serán capaces de asumir más responsabilidades. Este es uno de los motivos por los que se aconseja incluirlos en las obligaciones del hogar desde que son pequeños, así será más sencillo conseguir que los hijos hagan las tareas de la casa. Puesto que ya se han acostumbrado desde, aproximadamente, los cinco o siete años, cuando ya deberían ser capaces de hacer su propia cama, guardar sus juguetes y ayudar a poner y quitar la mesa, entre otros, según la AAP.
No obstante, la actitud de los padres será determinante. La psicóloga Laura Maymó Gallurt, en Psicología Infanto-Juvenil Mallorca, aconseja ser específicos en cuanto a las peticiones, además de explicar la tarea de forma simple. Los padres han de mantenerse pacientes y, en lugar de incidir en los errores o castigar, se elogiarán y recompensarán los pequeños avances para motivar a los niños.
Estos son los beneficios de que los hijos ayuden en las tareas de limpieza
Ahora bien, ¿qué beneficios aporta a los niños el ayudar con las tareas del hogar? El equipo de especialistas en Pediatría de Pathways señala una serie de ventajas en su desarrollo físico, psicológico y emocional. En lo que se refiere a la primera de ellas, los profesionales destacan la mejora de las habilidades motoras gruesas y finas. Desde brazos, piernas y torso al recoger juguetes o barrer, a las manos y dedos, por ejemplo, cuando aprenden a doblar la ropa.
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Los pediatras también explican que los niños aprenden a desarrollar su sentido de la responsabilidad. Por este motivo es necesario que las tareas queden especificadas de forma muy clara. Además, ganarán en independencia y autonomía conforme sus habilidades evolucionen gracias a la práctica. Otro punto clave tiene que ver con no olvidar felicitarlos por su esfuerzo. “Este simple acto puede mostrarle los beneficios de trabajar duro y perseverar”, indican los especialistas.