Loading...

Natalia Díaz: “Una de las fuentes principales de los pedófilos son las redes sociales de los padres”

Experta en  'sharenting'

Natalia Díaz hace un década que estudia el fenómeno del 'sharenting', la tendencia a compartir en redes sociales imágenes t datos de los hijos; ahora asesora al Gobierno en una ley para regular esta práctica

Natalia Díaz, fotografiada en la entrada del Ministerio de Infancia y Juventud en Madrid.

Jesús Hellín

Las redes sociales se han convertido en una especie de gran hermano sobre la vida de los niños. Es el sharenting, documentar mediante imágenes e información privada el día a día de los hijos en las redes… Natalia Díaz (Barcelona, 1979) lleva años preocupada por esta práctica. Forma parte del grupo de expertos que asesora al ministerio de Juventud e Infancia, que ha abierto una consulta pública -hasta el 12 de noviembre se pueden enviar aportaciones- para regular la exposición de los menores en redes sociales y plataformas de intercambio de contenido audiovisual por parte de sus progenitores u otros adultos. 

Díaz lamenta que ley de protección al menor en el entorno digital no contemple mucho esta preocupante tendencia que aire la intimidad de menores. Los riesgos de sharenting son especialmente para cuentas de influencers, pero la advertencia es para todos los padres. La experta asegura que recibe muchas quejas de las familias por el uso de fotos en las escuelas.

Se utilizan los niños para trabajar y para crear contenido y no hay absolutamente nadie que lo regule

Natalia DíazEspecialista en sharenting

Hacer “sharenting” supone beneficios y riesgos.

Getty Images/iStockphoto

¿Cómo llegó al sharenting?

No tenía ni idea de que se “exhibía” a menores en las redes. Y un día, navegando por YouTube, me salió un canal familiar. Era un ‘Gran Hermano’, con niños pequeños. Se les grababa durmiendo, en el cuarto de baño, si se ponían enfermos…. Se utilizan los niños para trabajar y para crear contenido y no hay absolutamente nadie que lo regule. Mientras no salgan desnudos y agresiones, todo lo demás lo puedes hacer. Hay psicólogos, pediatras, etcétera, que ahora han alzado la voz contra el sharenting y colaboraban con estos padres y madres. De aquí ha comido mucha gente. Las leyes de protección al menor contemplan mucho el uso de las pantallas, que no le demos un móvil hasta los 16 años o incluso hasta los 18, pero no se dice nada de los padres que explotan a los niños.

Lee también

¿Qué riesgos conlleva?

La vulneración de la intimidad, que es un derecho fundamental. También tiene muchos peligros: el grooming o engaño pederasta, el ciberbullying, la geolocalización. Hoy subes una sola fotografía a Google Imágenes y te dice dónde está este niño. La inteligencia artificial hace falsos desnudos y los distribuyen por redes sociales. La policía ha informado varias veces que una de las fuentes principales de donde los pedófilos obtienen imágenes, son las redes sociales de los padres. No hace falta que se vaya a la deep web

¿Si no envío la foto de mi hijo a un chat también hay riesgo?

Evidentemente no tiene el mismo peligro que compartas una fotografía en una red social privada o una pública. Pero seguro no hay nada. Me consta que una táctica que están utilizando bastante los depredadores sexuales infantiles es escribir al azar números de WhatsApp a ver si encuentran a alguna niña o adolescente. Si eres una persona adulta, bloqueas y ya está. Pero he llegado a conocer casos de adolescentes que llevaban meses hablando con señores adultos. La familia me escribió sorprendida diciendo: “¡Si mi hija no tiene redes sociales, solo tiene WhatsApp!”. Fueron haciendo un trabajazo de grooming, en que la niña ya se sentía atrapada y ya le estaba empezando a enviar fotografías de desnudos.

Uno de los abordajes al hablar de “sharenting” está en charlar con los chicos sobre su derecho al consentimiento antes de publicar imágenes que los involucren

Getty

¿Se le puede decir a unos padres que no pueden colgar fotos de sus hijos?

La ley de 1/1982 del derecho a la imagen, al honor y a la intimidad dice que eres propietario de tu propia imagen. Es decir, ese menor, es el propietario. Los padres lo que tienen es un poco el cuidado de esa imagen, hasta que el menor tenga la edad suficiente. Ese consentimiento, que muchas veces firman es para ocasiones puntuales, no es para hacer un gran hermano de la vida de esos menores. Si una madre o representante legal de un menor de 14 años, quiere publicar alguna imagen, debe ponerlo previo aviso por escrito el Ministerio Fiscal y es el Ministerio Fiscal quien debe decidir si se puede subir o no. Esto no lo hace nadie, realmente. Pero se debería hacer. Fallan una serie de mecanismos, porque leyes no hay.

Documentar toda la infancia de tus hijos en las redes supone una vulneración de su intimidad

Natalia DíazEspecialista en sharenting

¿Existe el sharenting responsable?

Se ha vendido mucho también desde algunas instituciones, pero desde el momento en el que el sharenting significa documentar toda la infancia de tus hijos en las redes, eso supone una vulneración de la intimidad. Y, por tanto, responsable no puede ser. Se puede hablar de compartir alguna fotografía de manera responsable. A veces hay que decir: te mando esto, pero no lo envíes. Y muchas veces te contestan que eres una exagerada. La familia te dice “que sí, pesada, que no lo comparto”. Y lo primero que hacen es compartirlo.

En el querer compartir existe también un componente de adicción.

Lo tengo comprobadísimo. Hay como una necesidad de validación social, una necesidad de que te digan: Ay, los niños, qué guapos.

Lee también

Papás, ¡ojo con colgar fotos mías!

Mayte RiusBarcelona

¿Es igual de peligroso que se exponga la imagen de menores para lucrarse que para ‘presumir’ de hijos?

Vulnera los derechos igual. El problema del mundo influencer es que además hay una finalidad lucrativa. Hacer contenido con la vida íntima de un menor para el consumo de personas adultas desconocidas para este menor, y sin el conocimiento ni el consentimiento de este menor, porque todavía no tiene edad para consentir ni para comprender lo que son las redes sociales.

A veces las personas anónimas acaban imitando a los influencers.

El mayor peligro del sharenting es que sea normalizado. Empecé a concienciar hace nueve años y es ahora cuando se está introduciendo en la agenda política. La sociedad ha abierto un poquito los ojos. También hay influencers que toman la decisión de dejar de sacar a sus hijos y los seguidores se le echan encima. Exigen poder seguir viendo a esa menor. Los niños son entretenimiento puro y duro para la gente de Internet.

¿Son un reclamo para ganar dinero o likes?

En Francia y en Italia son pioneros en tratar de legislar sobre este tema. En Italia hicieron un estudio y las cuentas de influencers que mostraban a los menores tenían muchísima más repercusión. Si el niño te hace tener más visitas, al final las marcas van a ver que hay interacción con tus seguidores y te van a contactar. Aunque no usen al menor directamente en una campaña publicitaria, está sirviendo como reclamo. Los niños gustan y lo peor de todo es que gustan tanto si enseñan la cara como si no. La foto del cogote de un niño, ya tiene más visita que cualquier otra fotografía de un adulto.

¿Hay alguna red que sea más peligrosa?

Todas tienen su peligro, pero TikTok me pone los pelos de punta. Presuntamente, no se puede hacer directos con menores y los veo constantemente. Y con personas con una discapacidad o vulnerables.

Todas la redes tienen su peligro, pero TikTok me pone los pelos de punta. No se puede hacer directos con menores y los veo constantemente

Natalia DíazEspecialista en sharenting

¿Hay que preguntar a nuestros hijos si quieren que compartamos sus fotos? ¿A qué edad debe funcionar esta especie de consentimiento?

Un menor a partir de 14 años ya puede consentir sobre su propia imagen. ¿Qué pasa con menores de 14? Que la familia le puede influir y decir “¿no quieres ser como fulanita?”. Evidentemente, va a decir que sí, porque no es consciente de nada más, no piensa en los peligros. Hay padres que al día de hoy son millonarios en Andorra. Esos niños pueden haberse pasado toda su infancia trabajando para ahora, cuando cumplen 18 años, no tener ni un céntimo. Es como volver a los tiempos de Marisol y Joselito.

¿Se atreve a dar un consejo?

Si me lo piden, digo “No compartas nada en internet”. Si alguien quiere ver a tu hijo, hay formas más privadas si es la familia. Entiendo hoy es muy difícil que esto se aplique. Lo que sí que aconsejaría es no tener redes sociales públicas. Y si compartes alguna fotografía por WhatsApp, no es seguro del todo, pero hay una opción de temporizador, fotos efímeras. La imagen dura en WhatsApp un tiempo hasta que la persona lo ve y no se puede hacer captura.

Lee también

El Ministerio de Juventud e Infancia regulará la exposición de menores de edad, por parte de sus padres, en plataformas de contenido audiovisual

SERVIMEDIA

También hay problemas con las fotos en las escuelas.

Me preocupa muchísimo. El tema de los menores abarca mucho más que el mundo influencer. Llevamos diez años aguantando, tolerando, permitiendo y normalizando. Según un estudio de la Autoridad Catalana de Protección de Datos en 224 centros educativos, la mitad de ellos compartían vídeos constantemente. No me refiero a una fotografía, estamos hablando de sharenting. Compartían imágenes del alumnado e información privada sin ningún tipo de finalidad educativa. Llevo seis años hablando del tema de las escuelas, porque enseguida me empezaron a escribir madres diciéndome que desde los propios centros educativos incluso estaban discriminando a sus hijos. Muchísimos casos de madres que dicen: “No sé qué hacer, porque apartan a mis hijos de las actividades porque no he autorizado a que les hagan fotos”. Al final acaban firmando para que su hijo no se sienta discriminado. Lo hacen las escuelas públicas pero especialmente las concertadas. Porque como tienen que promocionar su negocio, utilizan a los alumnos.

¿La recomendación sería que tampoco enviar fotografías de WhatsApp en los grupos familiares?

Habría que controlarlo un poco. Hubo el caso de una niña que se hizo muy viral diciendo: ¿La qué has liado, pollito? Cuando al cabo de los años entrevistaron a los padres, explicaron que ellos grabaron a la niña y lo enviaron al grupo familiar. A alguien de la familia le hizo muchísima gracia, lo compartió con otro amigo y este amigo a su vez con otro, y ya está. Salió del grupo familiar. Entre WhatsApp o Instagram, mejor por WhatsApp. Pero realmente, seguros, seguros, no hay nada. Y hasta que no nos demos cuenta de esto, creo que no se hará una concienciación.

¿Qué es lo que más le preocupa a la gente que se pone en contacto con usted?

Últimamente, lo que más recibo son padres preocupados, por el tema de las escuelas. El otro día me hablaba una chica que me decía que en dos cursos de escuela infantil tenía 645 fotos. Van al colegio a ser fotografiados. Y también hay muchos casos de problemas de personas que piden a su familia que no compartan las fotos. Hay muchas familias peleadas por este motivo, porque los abuelos o los tíos o los hermanos dicen: “¿A mí tú me vas a decir lo que puedo yo compartir o no de mis nietos o de mi sobrino?”.