“Tan ping”: la tendencia china que canaliza la apatía de los jóvenes por la presión laboral

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En los últimos años, la creciente presión en el ámbito laboral y social en China ha impulsado a miles de jóvenes a adoptar un nuevo estilo de vida: “tan ping”, lo que se traduce como “acostarse”. Este término, que comenzó a ganar popularidad en 2021, representa una forma de resistencia pasiva, donde los jóvenes optan a empleos menos exigentes y encuentran satisfacción en llevar una vida más pausada. La idea de “tan ping” surgió como una respuesta al desgaste de un sistema que obliga a trabajar largas horas, a menudo bajo la exigente cultura del “996” (trabajar de 9 a 21 horas, seis días a la semana).

El detonante de esta revolución se relaciona con una publicación en la plataforma Tieba, donde un usuario describió esta práctica como un movimiento de sabiduría, una manera de frenar el ritmo y retomar el control personal en medio de la vorágine de expectativas sociales y laborales. Este mensaje se censuró, pero estuvo visible el tiempo suficiente para calar en miles de jóvenes que se sentían atrapados en un ritmo frenético constante con poco reconocimiento.

Una generación bajo presión

El contexto económico y social de China juega un papel crucial en la expansión de “tan ping”. Tras décadas de rápido crecimiento y prosperidad económica, los jóvenes que crecieron durante el apogeo de la política del hijo único enfrentan expectativas que sus padres no conocieron. Estos jóvenes se encuentran ante una tesitura vital: deben ser lo suficientemente competitivos para mantener un empleo en un mercado laboral cada vez más complicado, pero también cargar con la responsabilidad de cuidar a sus padres y cumplir con las aspiraciones de formar una familia y comprar una casa, algo cada vez más difícil debido a los altos costes inmobiliarios.

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Esta dualidad se amplifica por una “cultura del tigre” en la que muchos padres invierten en educación y formación extraescolar para asegurar el futuro de sus hijos. Este enfoque lleva a una competitividad desmedida que, sumada a las condiciones laborales tan exigentes, da como resultado una población joven que se siente exhausta y sin motivación. Una situación que, a pesar de la distancia física, no dista mucho de la realidad que se vive en nuestro país.

La popularidad de “tan ping” no ha pasado desapercibida para las autoridades chinas. En octubre de 2021, el presidente Xi Jinping abordó indirectamente esta tendencia en un artículo del diario del Partido Comunista. Este mensaje reflejó la preocupación del gobierno ante una generación que elige renunciar a la evolución profesional y personal, un problema considerable en un país que necesita jóvenes activos para sostener su economía. El gobierno, en un esfuerzo por controlar la narrativa, ha censurado hashtags relacionados con “tan ping” en redes como Weibo y ha cerrado grupos en plataformas como Douban.

La evolución de “tan ping” en China es un reflejo del descontento de una generación atrapada entre la tradición y la modernidad, buscando maneras de recuperar el control sobre sus vidas. 

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