En su libro Más cerca de mi padre (Capitan Swing, 2025), Jamling Tenzing Norgay, el hijo del sherpa que ascendió con Edmund Hillary por primera vez al Everest (1953), narra su epopeya, siguiendo los pasos de su padre, en la expedición que quedó documentada en la película IMAX de 1998, Everest. La narración, además de un bello reencuentro simbólico padre/hijo constituye una oportunidad para conocer la verdadera naturaleza de los ‘sherpas’.
De entrada, sorprende comprobar la gran cantidad de vidas que los ‘sherpas’ han entregado a la montaña. Durante los primeros setenta años de montañismo en el Everest, murieron cincuenta y tres guías indios y nepaleses. Trabajan por dinero, pero en su naturaleza está el servir con devoción. Al igual que el samurái, el ‘sherpa’ está al servicio de alguien, hasta el punto de dar su vida si es preciso.
Los valores del ‘sherpa’
Sange Sherpa, guía nepalí rescatado a 8.600 metros en el Everest en 2017
Casi siempre se trata de héroes anónimos. Excepto en el caso de Tenzing Norway, quien salvó a la vida a Edmund Hillary cuando había caído en una grieta cerca de la cima y fue rescatado por éste antes de hollar la cumbre. Las primeras expediciones al Everest fueron realizadas por británicos en los años veinte del siglo pasado. Desde entonces los ‘sherpas’ han estado guiando a todo tipo de alpinistas hasta la cumbre. Originalmente la palabra ‘sherpa’ se refería a la gente del este del Himalaya: una etnia nepalí que se dedicó a ejercer de guías de montaña. Sus valores se han transmitido de generación en generación.
Decálogo de valores del buen ‘sherpa’ 1Valentía. No tener miedo a la muerte. Mostrar valor y gran determinación para afrontar los difíciles retos que plantea la montaña. Un sherpa es un ejemplo de coraje consciente, no irresponsable porque de él pueden depender todas las vidas de su grupo. Como budistas, los sherpas contemplan la muerte como un punto de inflexión en la “Rueda de la Vida”, el ciclo interminable de nacimiento, muerte y reencarnación. En la montaña hay que estar siempre preparado para las condiciones más atroces.
2Guía y toma decisiones. Un sherpa es un líder nato que toma decisiones desde el bien común, no el propio. Una persona que conoce el territorio y las circunstancias perfectamente antes de tomar cualquier decisión. Es su deber mantener contralada esa desmesurada ambición que acompaña a los alpinistas por alcanzar la cumbre.
3Sacrificio. Uno de los valores más importantes de un sherpa es anteponer los intereses o la vida de los demás a la propia. Los sherpas han tenido que protagonizar rescates en condiciones increíbles o ver como alguno de los suyos moría por asistir y socorrer a algún expedicionario. El sacrificio forma parte de su condición con una naturalidad a veces difícil de creer.
4Servicio. Estar al servicio del grupo, del cliente, de las necesidades de los demás no es nada fácil. Los sherpas lo llevan en su código genético gracias a la filosofía budista que los imbuye. No importa lo personal ni las ambiciones propias. Se practica el desapego y el amor hacia todos los seres. De esta manera, ponerse al servicio es algo natural y espontáneo.
5Humildad. Valor relacionado con la ausencia de ego que proclama el budismo. Uno no es importante, sino un ser vivo más en armonía con el mundo que le rodea. Ser humilde es lo contrario de ser ambicioso. Esta condición puede salvar vidas cuando uno se ve poseído por la fiebre de alcanzar la cima. Trágicas expediciones como la 1996 que documentó Jon Krakauer en Mal de altura (2003) demuestran que siempre hay que tener respeto por la montaña y ser humilde bajo nuestra condición de seres humanos. Hay que aproximarse a la montaña sin arrogancia.
6Siempre en segundo plano. Vinculado con lo anterior, el sherpa es alguien que no necesita el reconocimiento. Hace lo que hace por dinero, por ser su profesión y por amor a la naturaleza y el territorio que habita. Jamás se pone en el centro de una gesta y en ocasiones debe cargar con la culpa de alguna catástrofe. Estar al servicio implica igualmente saber mantenerse en un discreto segundo plano.
7Comunidad. Los sherpas tienen un alto sentido de comunidad. Esto les lleva a ser solidarios entre ellos y vivir bajo el concepto de red que se ayuda en cualquier situación, en contraposición con el individualismo imperante en nuestra sociedad. Un claro ejemplo de comunidad son los rituales crematorios de muerte que los sherpas realizan para honrar a sus difuntos. Las cenizas se moldean en unas tabletas votivas de barro llamadas tsa-tsa que se colocan dentro de pequeñas capillas, junto con mandalas, textos sagrados o incienso. Estas capillas funerarias se ubican al pie de las montañas.
8Naturaleza sagrada. Según los sherpas, lo divino habita en las cumbres. Por ello todas las cimas llevan el nombre de un dios. El del Everest es Chomolungma. Contemplar la naturaleza como algo sagrado implica un respeto, una cautela o prudencia de quienes han visto como la montaña puede pasar de ser el paraíso en los cielos a la tormenta más mortífera e infernal. El ser humano no es nada al lado de la condición natural. No estamos por encima de ella sino a su servicio. Los sherpas aman a las montañas y realizan ceremonias o pujas pidiendo permiso a los dioses para escalar, además de contar con un buen tiempo y un camino seguro.
9Veneración. Veneración o devoción por la naturaleza y sus dioses, por la comunidad que uno habita, por los turistas que dan trabajo… El sherpa vive en la veneración, no en la ambición. Agradece cada día de su vida y aquello que posee, aunque sea poco. Dada su naturaleza no necesitan mucho para vivir. Los sherpas creen que las causas de las tragedias en la montaña son complejas. Las alineaciones planetarias, las profecías y la maduración del karma acumulado en otras vidas convergen en un destino inexorable.
10Saber volver. Lo difícil siempre es volver. Un sherpa mejor que nadie sabe que ante el mal de altura o la desmesurada ambición de alcanzar una cima, siempre hay que tener en cuenta el regreso. Hacer cumbre si no se regresa no tiene sentido. La humildad y la paciencia sirven para medir muy bien el riesgo y saber renunciar a un triunfo que parece cercano.
Alcanzar la riqueza material pone en peligro la naturaleza sherpa
Jamling Tenzing ha publicado 'Más cerca de mi padre' (Capitan Swing, 2025)
Tal y como plantea Jamling Tenzing en su libro, hoy en pleno siglo XXI, algunos visitantes extranjeros se quejan de la desaparición del estilo de vida del sherpa tradicional. Incluso se culpan de haber sido ellos quienes lo han provocado. Probablemente sea cierto que la naturaleza sherpa esté en peligro de muerte.
“Los excursionistas y escaladores han proporcionado a los sherpas la riqueza que necesitan para convertirse en consumidores materialistas… Lamentablemente, las televisiones asiáticas vía satélite, el cine indio y la capital se han convertido en nuestros nuevos marcos de referencia culturales. Los occidentales y los orientales, suponen que el materialismo es el camino más fácil para la realización humana. Pero, a la larga, tal vez no resulte muy gratificante.”
Desde aquí queremos romper una lanza en favor de la condición sherpa. La humanidad requiere que formas tan arcaicas como nobles se mantengan más allá de los tiempos. No sólo existe la aventura y fascinación por la montaña. Convivir con los sherpas puede enseñarnos mucho como personas
