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Kick, el nido de casinos online que usa a los influencers para enganchar al público más joven

Adicción al juego

La plataforma de streaming aprovecha los vacíos legales y los escasos mecanismos de control sobre la vida online de los menores de edad para captar a un colectivo muy vulnerable a la adicción al juego

La interfaz de la plataforma Kick, una de las webs a través de las cuales muchos jóvenes se inician en las apuestas online 

L.BONAVENTURE / AFP

La plataforma de vídeos en directo Kick, de origen australiano y con sede en la isla caribeña de Curaçao, ha estado en el foco de la polémica en los últimos meses por la muerte de un creador de contenido francés que pasó 10 días sin dormir mientras emitía en directo. También por casos como el de Simón Pérez y Silvia Charro, una pareja que consumía drogas a cambio de pequeñas donaciones de sus seguidores. Este tipo de contenidos se designa con la expresión en inglés trash streaming, algo así como “retransmisión degradante en directo”. 

Más allá de la perversión moral del fenómeno, el verdadero peligro radica en quiénes ven estos vídeos. Según un informe de la plataforma de estudios de mercado Wifitalents, el 65% de la audiencia de Kick se concentra entre los 16 y los 34 años. Por eso preocupa especialmente que el núcleo de su negocio sea el juego online, y que algunos de sus promotores sean precisamente los principales referentes de las nuevas generaciones: influencers y creadores de contenido que reparten en sus redes sociales links de acceso a la web de apuestas Stake y otros casinos en línea. El peligro potencial de crear niños adictos al juego parece evidente. 

¿Qué son los “links” de casinos online?

Son bonos de bienvenida que incluyen créditos para jugar. Es una de las vías más frecuente para acceder por primera vez a casinos online a través del universo Kick. Con dinero que les proporciona la propia casa de apuestas para jugar, los influencers consiguen y distribuyen enlaces para que sus seguidores se den de alta de manera rápida y sencilla. Aunque este casino virtual no cumple con la ordenanza de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), por lo que su operación en España es ilegal, es muy fácil acceder a la web a través de internet. Por ejemplo, para registrarse en Locowin, el casino virtual más popular y publicitado de Kick, basta con rellenar un formulario en el que se piden datos personales: nombre, apellidos, dirección postal, teléfono y la divisa con la que se quiere jugar. Una vez cumplimentados estos campos, no hay ningún sistema de verificación de edad, ni tan solo para corroborar los datos. Únicamente hay que poner un código que llega al móvil por SMS y ya se puede apostar. 

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Para ingresar el dinero a la cuenta de juego se puede usar una tarjeta bancaria (los casinos usan pasarelas de pago para depositar el dinero en tu cuenta), hacerlo a través de PayPal o incluso con criptomonedas. 

En Kick, al igual que Twitch o YouTube, la mayoría de streamers emiten vídeos en directo en los que charlan con la audiencia, comparten sus partidas de videojuegos o simplemente graban su día a día. Es un contenido llamado IRL -del inglés in real live, “en la vida real”-. Pero muchos otros se dedican exclusivamente a promocionar contenidos relacionados con el juego online o a retransmitir sus apuestas en estos casinos, a menudo en horarios nocturnos. La categoría “Casinos y slots” es de las más populares de Kick y aparece siempre entre las tres más vistas, con picos de audiencia de hasta 100.000 personas de forma simultánea.

La Vanguardia ha contactado con Cell, uno de los streamers que publicita links de acceso con ventajas a Locowin en sus directos de Kick, para conocer qué tipo de contraprestación recibe de la plataforma. Cell, quien tiene una media de de 3.000 espectadores en sus retransmisiones, declinó participar en la elaboración de este reportaje. En los teléfonos de contacto de las sedes de Locowin en Malta y Canadá nadie atiende al teléfono.

Kick vs. Twitch

Aunque Kick no es la plataforma de streaming con más usuarios, sí es una de las que tiene los usuarios más fieles. Sus espectadores pasan más tiempo conectados a los directos que los de Twitch y realizan más donaciones a los creadores de contenido que siguen.

En paralelo, Kick se ha convertido en una de las redes sociales más atractivas para los influencers. ¿Por qué? Entre otros motivos, porque el reparto de los beneficios que ofrece es muy favorable para los creadores de contenido: se quedan el 95% de los ingresos generados, mientras que en otras plataformas como Twitch se quedan el 70%. También el uso de contenidos protegidos por derechos de autor es más laxo. Y por supuesto, por el lucrativo negocio de la promoción de casinos online, 

Lo que empezó en el mundo anglosajón, rápidamente llegó al mercado español. Al ver el éxito que tenía entre la comunidad de habla inglesa, la plataforma lanzó sus redes sobre uno de los creadores de contenido de habla hispana con más seguidores: Westcol, a quien ofreció un contrato millonario. El streamer colombiano afirmó en uno de sus directos que Kick le paga más de 2.500 dólares por cada hora de emisión en directo:

Kick rompe las barreras y leyes, publicitando casinos virtuales que no pueden operar en España. La gran competencia, Twitch, se ha esforzado estos últimos meses en mejorar la transparencia de la plataforma, eliminando los bots -cuentas falsas que alteran las cifras de espectadores de los streamers con tal de obtener más beneficios-. En Kick, en cambio, aún existen. La única medida que emprendió la plataforma australiana para lavar su imagen fue de cara a la galería: en agosto eliminó de la interfaz principal la categoría de Pools, Hot tubs & bikinis, vídeos de mujeres bañándose en piscinas y otros contenidos sexuales. Pero a la hora de la verdad, estos contenidos se siguen emitiendo en otra categoría, con una elevada media de audiencia.

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Aunque el acceso a Kick está restringido para menores de 13 años, el sistema de verificación de edad es fácilmente evitable. Solo hay que indicar la fecha de nacimiento, y la plataforma no comprueba que sea cierta. “Se ha comenzado a normalizar el juego como si fuese una actividad de ocio” asegura la doctora Dominica Díez Marcet, psicóloga clínica responsable de la Unitat d'Addiccions Comportamentals de la Fundació Althaia, una fundación sanitaria ubicada en Manresa. De esta manera, los adolescentes le pierden el miedo al juego. No lo consideran un riesgo real y el hecho de poder exhibirse frente a otros jóvenes los empuja a participar en este tipo de actividades. “Si esa persona es importante para ti o realmente lo sigues porque hay algo de su discurso o estilo de vida que te gusta, es posible que tú también quieras intentar apostar”, dice Díez. Esta doctora, también admite que en la adolescencia es una época en la que se tiende a buscar reflejos y modelos, por lo que apostar por streamers para promocionar casinos online, “acaba siendo un modelo de éxito”, para Kick.  

Una fuente del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 confirma a La Vanguardia que promocionar casinos online que no están regulados en España “puede ser considerado como una infracción grave” y conllevar multas de entre 100.000 y 1.000.000 de euros. Las mismas fuentes admiten que hay expedientes abiertos dentro de este entramado de casinos ilegales y creadores de contenido, pero que aún no se han resuelto. A pesar de que las investigaciones continúan, en el año 2024 la justicia española sancionó a la empresa Starscream Limited -cuya página web principal es Locowin- con un millón de euros. Pero no pudo suspender la actividad del casino online en España, ya que los servidores no están alojados en nuestro país y las autoridades no pueden ordenar ni ejecutar ninguna medida.

Como respuesta inminente a la exposición de los menores a los juegos adictivos, el Estado ha lanzado este mes de octubre una campaña llamada “Menos loots boxes, más real gamers”. Pese a no estar centrada principalmente en los juegos de casino, sí persigue la creación de un entorno digital seguro. Consumo explica que se prohibirán los bonos de bienvenida que ofrecen las casas de apuestas y obligará a los portales de apuestas a mostrar un cartel advirtiendo sobre los riesgos del juego. Esta medida, sin embargo, sólo será aplicable para los casinos cuya operación en España esté bajo la ordenanza de la DGOJ.