De Donettes, ratafía, Cacaolat o plancton: Los turrones más curiosos de esta temporada
Tradiciones festivas
La creatividad en la elaboración de este dulce ha demostrado ser prácticamente infinita con la incorporación de sabores ya conocidos y otros que jamás se hubieran imaginado disfrutar en forma de turrón
¿Es más dañino consumir bebidas azucaradas que disfrutar de un dulce ocasional?
Turrón de Jengibre, una propuesta de Jordi Roca
Cada año por estas fechas nos acercamos al escaparate de turrones con la sensación de que es imposible superar lo visto en ediciones anteriores. Y casi siempre nos equivocamos porque la creatividad turronera ha demostrado ser prácticamente infinita. Y es que estas Navidades 2024 el tema viene fuerte, con turrones como el de sabor -y forma- de Donettes, el de plancton que firma, claro, Ángel León, el de Cacaolat o Filipinos para los más chocolateros, e incluso uno de, atención, “café con leche en Plaza Mayor”
Tras haber reunido y probado más de una veintena de ellos con la inestimable ayuda de un pequeño pero hambriento comité de sabios, estamos en condiciones de elegir los más originales y ricos para estas fiestas.
Variedad de turrones para las fiestas navideñas
Los turrones más chocolateros
¿Qué le pedimos a un turrón? Depende de muchas cosas, claro. Porque no será lo mismo uno de supermercado de 3 o 5 euros que una tableta artesana de pastelería. Ni los que apuestan por versiones clásicas buscando la excelencia o los que juegan a ser galletas o llamar la atención con combinaciones bastante sorprendentes.
Así que a esta primera ronda de turrones inspirados en galletas y sabores conocidos lo que le pedimos es que, además de estar ricos, sepan a lo que prometen. Por ejemplo, el de Donettes, la apuesta más llamativa de este año de turrones El Almendro.
Cuesta unos 5 euros, imita en su diseño a las populares rosquillas de chocolate y es de esos que crea mucha expectación cuando se pone encima de la mesa. ¿Está rico? Claro, como no va a estarlo. ¿Sabe a Donettes? Con los ojos cerrados y sin referencias, sería complicado acertar.
Turrón de donettes
Algo más fácil de reconocer es el de Filipinos que presente este año Nestlé dentro de su gama. Chocolate con más chocolate y galleta así que, dentro de esta repostería industrial y un poco gocha, la verdad es que está bueno y muy bien conseguido.
El de Cacaolat de Delaviuda es otra de las sensaciones de la temporada, aunque suponemos que más en Cataluña, donde esta bebida es popular. Aquí hay tanto chocolate que cuesta encontrar matices, pero estamos convencidos de que los más fans sabrán distinguir, al final, algo de sabor a Cacaolat.
El turrón de Conguitos es otra de esas combinaciones que, si se trata de jugar, no puede salir mal. Lacasa lleva ya unos años ofreciendo esta variedad, pero este año suma una versión de Conguitos y galleta -tipo Digestive, para más señas- que dificulta un poco encontrar parecidos con esos populares bocados de chocolate y cacahuete.
Turrón de conguitos
Ya fuera de la gama de galletas conocidas, el de tarta banofee de los supermercados Aldi también hará las delicias de los más golosos. Chocolate, plátano y caramelo por sólo 2,5 euros que lo convierten en una buena opción si hablamos de precio y originalidad. Otro basado en un postre muy popular, el tiramisú, es el de Virginias, que además promete cero azúcares añadidos. Ya sabemos -o deberíamos- que el turrón ni es ni será saludable, pero para quienes buscan estos 0%, la marca cuenta con una gran variedad.
Los turrones regionales
Seguimos con Lacasa porque esta marca firma el turrón más fascinante de la temporada: “café con leche en Plaza Mayor”. No es broma. Nosotros también pensamos que lo era al descubrirlo, pero existe como parte de la gama Nuestros Santos Turrones de esta casa.
Inspirado en las fiestas populares, seguro que no somos los únicos en recordar aquello que decía Ana Botella cuando era alcaldesa de la ciudad, lo del “relaxing cup of café con leche”. El caso es que, aunque intuimos que los cafés en la Plaza Mayor no son de especialidad, este turrón con sabor a caramelo de café con leche es bien goloso y rico. Como regalo peculiar con chiste político incluido, insuperable.
Turrón café con leche en Plaza Mayor
Esta gama incluye también un turrón de pan con chocolate y sal que homenajea a Zaragoza -o a la Virgen del Pilar, leemos- y otro de queso y membrillo que nos ha convencido bastante menos. Cada una de estas tabletas de 150 gramos cuestan menos de 4 euros.
Quienes anden en busca de sabores locales, el de Virginias de “turrón de vermut de Reus y patatas chips” apuesta por trasladar al mundo del turrón la hora del aperitivo. La idea es buena y se llega a percibir el punto amargo y el alcohol del vermut y el crujiente de las patatas, pero es de los que menos invitan a comer un segundo trozo. En este caso, el precio sube a los 14 euros por la tableta de 300 gramos.
De Tarragona tomamos rumbo sur para probar otro muy curioso: el de arroz y azafrán que Quique Dacosta ha ideado para Torrons Vicecs. Aquí las opiniones del panel de catadores difieren entre quienes huyen asustados por el sabor del azafrán y quienes saben encontrarle el punto y la mediterraneidad al conjunto gracias a la naranja, que hace de hilo conductor.
De vuelta a Cataluña, el turrón de ratafía de Eukarya, la marca del maestro chocolatero Lluc Crusellas, no sólo destaca por su diseño y potente color verde, sino por la calidad del chocolate que se nota al primer mordisco. Nosotros nos quedamos con el de toffee de Eukarya que es menos original, pero es de los mejores que hemos probado este año. La tableta de 200 gramos sale por unos 14 euros.
Turrón de ratafía de Eukarya
También en esa lista de mejores hay un lugar para el turrón de Moscovitas de la pastelería Rialto de Oviedo. Estas galletas que por sí solas ya son una delicia, funcionan estupendamente en este formato turrón que, además, se puede encargar desde cualquier lugar fuera de Asturias porque están a la venta a través de Petra Mora. En versiones chocolate negro o con leche, cuesta algo más de 14 euros la tableta de 250 gramos.
El de cerveza negra de El Almendro con Estrella Galicia es otro de los más curiosos, aunque no ha triunfado mucho en nuestra particular cata. Un turrón, por cierto, de ida y vuelta porque también se ha presentado una cerveza de turrón El Almendro, para acabar de cerrar el círculo.
Los turrones de los chefs
Ángel León junto a Torrons Vicens firma dos de los turrones más singulares de esta temporada. El de plancton es, sin duda, la rareza de 2024. Verde, con sabor marino y no apto para todos los gustos, la sorpresa está asegurada. Más amable y realmente rico es el de tortitas de anís, también idea de este chef.
Siguiendo con estos turrones de cocineros, Dabiz Muñoz es ya un clásico de las Navidades. A su gama de turrones para El Corte Inglés este año suma el de Salted Caramel de Häagen-Dazs. Helados de turrón hay muchos, pero turrón de helado no. Y éste, cremoso y generoso en caramelo con un toque de sal, es imposible que no guste. Su precio es de casi 17 euros.
TurrónXO, Dabiz Muñoz
Pero si alguien sabe de turrones originales es Albert Adrià, que lleva más de una década ideando sabores con Torrons Vicens. Este año se ha salido un poco del guion con una idea que es el regalo perfecto para llevar a cualquier comida o cena: una caja con cinco cremas de turrón pensadas para servir sobre barquillos (incluidos) o, en realidad, sobre cualquier cosa. Original y delicioso, el pack cuesta 22 euros.
Jordi Roca tampoco falta a la cita navideña. Y por partida doble, porque algunos de sus turrones están disponibles en su propia gama Rocambolesc y otros en la de Torrons Vicens. El de galleta de jengibre es uno de nuestros favoritos y el Anarkia, inspirado en el postre de Roca con el mismo nombre, es una auténtica sobredosis de cacao. En el mejor de los sentidos.
Completa el palmarés Nandu Jubany con otros dos de los mejores turrones que hemos probado este año: el de yema quemada no pretende ser original, sino simplemente rico. Y lo consigue. El de buñuelos es también muy recomendable, sobre todo para quienes conozca este veterano postre de Can Jubany.
Turrón de crema quemada
Y los artesanos
Quienes, llegados a este punto, estén asustados con este despliegue de creatividad turronera, siempre pueden buscar refugio en los clásicos. Los de Jubany para Torrons Vicens, por ejemplo, buscan ese formato más artesano y clásico, con un precio moderado.
Más diferente es la propuesta de Mi Primer Pastel, un obrador especializado en dulces sin lactosa ni azúcar que se atreve también con turrones. Elaborados con frutas y disponibles en cuatro sabores, están a medio camino entre un pastel y una barrita de chocolate, pero son una buena alternativa.
No fallan nunca los turrones de la centenaria La Campana de Barcelona, que se mueven dentro de los sabores tradicionales y despliegan su artesanía en versiones como el turrón con mazapán, nueces y pistachos.
Turrón Ankaria, Jordi Roca
En L’Atelier, también en Barcelona, el turrón Cascanueces con la forma de un soldado de esta clásica obra y relleno de galleta y caramelo salado de ratafía destaca como uno de los más creativos y bonitos del año. Ojo también a los de Zaguirre, en Terrassa que además de su turrón de yema quemada -elegido el mejor del país este año- disponen de una gama muy amplia de turrones artesanos.
Y, quienes sean más de queso que de turrón, están de enhorabuena porque este año Jon Cake -las tartas de queso más famosas de Barcelona- repite la idea del año pasado y lanza una edición especial navideña de tarta de queso con turrón de Can Soler de Badalona.