Butifarras, cava, aceite y hasta 'pa amb tomàquet': la mona de Pascua de Christian Escribà que homenajea a Catalunya
Al día
Pesa más de setenta kilos y mide un metro y medio de altura. Todos los ciudadanos podrán contemplarla hasta el verano en una de las pastelerías de Christian Escribà
Museo, bar y perfumería: así es la nueva Stravinky’s Parfumerie que abrirá en el Born en pocos días
Christian Escribà y Patricia Schmidt junto a la mona de Pascua que homenajea a Catalunya
En un año en el que Catalunya se ha convertido en Región Mundial de la Gastronomía, no podía faltar una mona de Pascua a la altura. Christian Escribà ha sido el pastelero elegido para crear una mona de Pascua -de setenta kilos y un metro y medio de altura- que homenajee a la ganadería, la agricultura, la pesca, la cocina, el pan y los productos de esta Comunidad.
El reto era difícil, pero el pastelero lo ha conseguido con éxito. En la presentación ayer, en el patio del Gremi de Pastisseria de Barcelona, donde se exhibió por primera vez su creación, se puedo ver una escultórica mona de chocolate revestida con algunos de los productos más típicos de Catalunya.
Últimos retoques antes de la presentación de ayer en el Gremi de Pastisseria de Barcelona
Montando, una sobre la otra, dos cazuelas gigantes elaboradas con chocolate negro, estas se han decorado con todo tipo de alimentos y recetas típicas. Desde butifarras hasta botellas de vino y cava, aceite, sardinas, gambas de Palamós, crema catalana, panellets, manzanas y peras de Girona, pa amb tomàquet, alcachofas del Prat... A la nueva mona, que todos los ciudadanos podrán contemplar en la tienda que Escribà tiene en el número 546 de la Gran Via de Les Corts Catalanes, no le falta de nada.
En lo alto corona un huevo de chocolate de 70 cm que representa la Pascua. Este se ha decorado con los sellos de calidad IGP (Indicaciones Geográficas Protegidas) de los productos catalanes, recreados con chocolate blanco.
En lo alto corona un huevo de chocolate de 70 cm que representa la Pascua
“Cada año miramos a ver de qué manera podemos divulgar mejor esta tradición tan bonita y tan nuestra. El año pasado hicimos la mona de la Copa del América, y este año hemos creído que había que apostar por la gastronomía catalana. La mona es nuestra joya de la corona”, explica a La Vanguardia Chistian Escribà, quien reivindica el papel de los pasteleros artesanos como guardines de las tradiciones. “La Mona se acerca mucho a la alta costura. Si te fijas en todos los detalles, alucinarías. Hay cosas hiperrealistas, y esta es la parte más complicada de la pastelería”, añade.
Durante dos semanas, el equipo de pasteleros y chocolateros de pastelería Escribà, liderados por Christian Escribà, Pol Escribà y Patricia Schmidt, han trabajado en esta Mona, para la que se han necesitado más de 70 kg de chocolate y 10 kg de pasta de azúcar. “Los primeros días nos dedicamos a la parte conceptual. Pensamos sobre cómo podíamos recrear la agricultura, el vino, la pesca, el pa de pagès (que tiene D.OP), y luego la parte de cocina... Porque no se puede olvidar que se ha llegado a todo esto por una labor que han hecho nuestros hermanos mayores, los cocineros, liderados por Ferran Adrià, Joan Roca, Carme Ruscalleda...”, explica el pastelero.
Detalle de mona de Pascua que homenajea a Catalunya
Después cada equipo trabajó en su parte. “El departamento de chocolate cogió aquello con lo que se sentía más agusto a la hora de trabajar y el equipo de Patricia Schmidt, que son capaces de pintar cosas tan frágiles como un mejillón o una gamba, creó detalles increíbles”, afirma Escribà, comentando cómo la tecnología les ha ayudado en el proceso. “Tenemos máquinas de 3D de filamento, de inmersión, toda la tecnología para hacer moldes de silicona y nuestras manitas. Nuestro taller es como el de Pixar, pero en dulce”.
La Mona se acerca mucho a la alta costura. Si te fijas en todos los detalles, alucinarías
Escribà también asegura que ayer aprovechó la presentación de su mona, bajo la atenta mirada de algunos de los cocineros que revolucionaron hace 30 años la gastronomía, para dejar caer una petición a la Generalitat. “Mientras la estaba presentando pensé: ¿por qué la mona de Pascua no tiene su propia D.O.P? Con las monas ahora pasa como con el pan, se pueden encontrar hasta en las gasolineras. Debería haber unos requisitos que dejaran claro que condiciones tiene que tener una mona para llevar el sello”.
Su idea parece que será apoyada por el Gremi de Pastisseria de Barcelona. “Nos interesa sobre todo a los pasteleros artesanos, porque tenemos que defender lo nuestro”, asegura Escribà.