Los beneficios de consumir ‘oro líquido’ son numerosos. Disminuye el colesterol malo, ayuda al control de la hipertensión y previene la aparición de diabetes, por lo que es un gran aliado para la salud cardiovascular.
Ahora, investigadores del Instituto Imdea Alimentación han relacionado estas propiedades con un elemento presente en el aceite de oliva virgen extra, el hidroxitirosol. Se trata de un polifenol fitoquímico, uno de los compuestos más activos presentes en el AOVE y que juega un notable papel para modular ciertos genes, aseguran los autores del trabajo.
El estudio, publicado en Molecular Nutrition & Food Research, ha consistido en examinar durante un año cómo la suplementación con 25 miligramos al día de esta sustancia actúa sobre uno de los estadios iniciales de la aterosclerosis.
El hidroxitirosol juega un notable papel para modular ciertos genes
Su consumo se asocia a resultados saludables, al producirse una reducción de la oxidación del colesterol LDL, el conocido como “colesterol malo”. Este hallazgo prueba como ciertos nutrientes o compuestos bioactivos en la alimentación influyen en el epigenoma humano y actúan en la prevención de diversas enfermedades comunes como la aterosclerosis.
El hidroxitirosol modula ciertos elementos génicos que circulan en el plasma transportados en unas nanovesículas llamadas exosomas, concretamente, las microRNAs. Estas son pequeñas moléculas que afectan a la expresión de los genes y están relacionadas con procesos de mejora en enfermedades cardiovasculares: mecanismos de respuesta a niveles bajos de oxígeno, funciones del epitelio y de las células musculares lisas.

Aceite de oliva
Son hallazgos que ayudan a entender mejor los beneficios que el AOVE puede tener en la salud, dicen los autores, así como a desarrollar nuevas herramientas para la nutrición de precisión.
El trabajo ha estado liderado por el grupo de Epigenética del Metabolismo de Lípidos del Instituto madrileño Imdea Alimentación, junto con el Laboratorio de Alimentación y Salud del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC), en Murcia y el departamento de Medicina Molecular de la Universidad de Padua.