Ninja Creami: probamos la heladera casera más famosa de TikTok

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Aunque no es tan perfecta como la pintan en redes sociales, si se siguen algunos consejos, es una muy buena máquina para quienes gustan de hacer helados en casa

Nuevos helados y recetas caseras para disfrutar (aún más) del verano

Helado en Ninja Creami

Helado en Ninja Creami

Iker Morán

Lleva ya un par de años en el mercado, al menos en algunos países. Pese a ello y lo efímeras que suelen ser las modas en redes sociales hay que reconocerle a la Ninja Creami la capacidad de seguir manteniendo el tirón y en 2025 volver a ser la heladera más viral del momento. Quienes la tienen hablan maravillas de ellas, quienes no, la observan con curiosidad y cierto escepticismo ante el revuelo de algo que parece una simple batidora. Para salir de dudas, hemos probado unas cuantas recetas y, lo más interesante, descubierto que tras este gadget aparentemente sencillo está la tecnología de un exclusivo aparato profesional de cocina que cuesta miles de euros.

La Ninja Creami es una heladera singular. De entrada, no tiene sistema de enfriado porque la parte de congelar los ingredientes hay que hacerla por separado y previamente. Puede parecer un poco decepcionante y desesperante esa espera de 24 horas cuando hay antojo de helado casero al momento, pero en realidad así es como funciona también el Pacojet. Aunque no sea muy conocido, es un aparato más o menos popular y deseado en alta cocina y capaz de convertir en helado casi cualquier cosa. Su único problema es que cuesta unos 6.000 euros.

Para hacer helados en la Ninja Creami, hay que congelar los ingredientes al menos 24 horas antes

Para hacer helados en la Ninja Creami, hay que congelar los ingredientes al menos 24 horas antes

Iker Morán

Se trata de un invento suizo creado por Wilhelm Maurer a principios de 1980 y cuya patente tecnológica caducó hace unos años. Algo que el fabricante Ninja aprovechó para conseguir lo que parecía imposible: replicar el concepto en una versión doméstica, mucho más pequeña y con un precio infinitamente inferior: la Creami se vende en dos versiones y cuesta 250 y 300 euros.

Cómo funciona

“Durante la “pacotización” se microtritura a una sobrepresión de aproximadamente 1,2 bar generándose texturas especialmente esponjosas y ultrafinas”, leemos en la información oficial del Pacojet. En el caso de la Creami no hay datos tan concretos, pero la base es la misma: una hélice con un diseño muy particular se encarga de pulverizar el bloque de helado a la vez que se ejerce una presión para conseguir que esta especie de cuchilla -en realidad no corta- vaya entrando en los ingredientes congelados.

Ninja creami

El funcionamiento sencillo y ruidoso de la Ninja Creami consiste en una hélice que pulveriza el bloque de helado

Ninja Creami

El funcionamiento es relativamente sencillo. Y ruidoso, por cierto. Mejor tenerlo claro para evitar sustos o tener que acabar comprando algunas de las fundas de insonorización que, por lo visto, se venden por ahí. En los botoes que acompañan la máquina se preparan los ingredientes triturados y se congela durante al menos 24 horas.

Después, se elige el programa más adecuado para el tipo de helado (normal, ligero, sorbete…) se aprieta el botón y veremos un indicador con los minutos del proceso, que se mueven entre 2 y 5. Además de estos programas, hay otros para bebidas heladas y smoothies, pero hemos preferido centrarnos en la prestación estrella: conseguir un helado casero cremoso.

La Creami se vende en dos versiones y cuesta 250 y 300 euros

Además de las recetas que incluye el manual de la máquina, una rápida búsqueda en Internet bastará para tener centenares de ellas, desde las más saludables que apuestan por sorbetes de fruta, hasta los fans del gimnasio que se dedican a hacer helados de proteínas, pasando por quienes prueban helados de refrescos, galletas, cremas de chocolate… A priori, se puede conseguir un helado de casi cualquier cosa y sin necesidad de cocinar antes los ingredientes para conseguir una crema.

Para ver cuánto de realidad y exageración hay en los trillones de vídeos de TikTok hablando de esta heladera y sus mágicos resultados hemos probado cuatro recetas sencillas: sandía triturada con hojas de menta, yogur de limón con zumo de limón y algo de yogur griego, crema de cacahuete con plátanos y uno de sólo mango.

Los resultados y algunos consejos

La respuesta rápida es un clarísimo aprobado para esta máquina. En todos los casos hemos conseguido una textura bastante cremosa, aunque funciona mejor en ingredientes que ya aportan esta textura de forma natural, como el caso del mango o el plátano con crema de cacahuete. Pero más allá de esta valoración global y el mérito tecnológico de concentrar en un aparato doméstico y de precio razonable una tecnología hasta ahora reservada a las cocinas profesionales, es importante tener varios factores en cuenta si se quieren conseguir helados mejores.

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Para la textura deseada, es necesario procesar los ingredientes dos o tres veces, aunque hay que tener cuidado con que suba la temperatura

Iker Morán

De entrada, la textura del primer procesado en ningún caso ha sido perfecta. Es decir, lo que sale en una primera vuelta se parece más a una nieve con sabor que al helado cremoso que nos prometían en redes sociales. La solución es fácil: volver a colocarlo y presionar el botón “re-mix” y en un par de minutos el resultado será mucho mejor.

Incluso se puede probar una tercera vez, aunque hay que tener en cuenta que la temperatura irá subiendo y corremos el riesgo de acabar con un batido más que con un helado. Pero, en general, con dos pasadas es suficiente. Añadir antes de la segunda algo de líquido (zumo, leche…) ayuda.

La respuesta rápida es un clarísimo aprobado para esta máquina

Otro consejo a tener en cuenta es que es mejor sacar el recipiente helado unos minutos antes de procesarlo o bien ponerlo (cerrado) bajo un chorro de agua tibia para que el bloque no esté tan congelado. ¿Se pueden usar ingredientes en trozos en vez de triturar la mezcla antes de congelarla? En teoría no, es algo que el fabricante repite en el manual de instrucciones, pero hemos visto que mucha gente lo hace con yogur y trozos de fruta y el resultado parece correcto.

Importante también -lo indica en las instrucciones- que el proceso de congelación se produzca con los botos en una superficie plana para que la cuchilla pueda actuar en condiciones sobre el bloque helado. ¿Y se pueden reutilizar los restos de helado? Claro, aplanamos la superficie, de nuevo al congelador y repetimos el proceso cuando se quiera un helado.

El peor helado de nuestros cuatro experimentos ha sido el de yogur con limón, donde nos hemos encontrado con unos cristales de hielo que estropeaban la textura del helado. Posiblemente el zumo de limón cortó el helado antes de congelarse y se crearon placas de suero congelado. Mejor tenerlo en cuenta porque la mezcla de yogur griego y frutas es una de las combinaciones estrella.

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Es mejor sacar el recipiente helado unos minutos antes de procesarlo para que el bloque no esté tan congelado

Iker Morán

Tampoco hay que perder de vista que si queremos un helado rico, algo de azúcar hará falta. Lo de sólo fruta queda bonito para las redes healthys, pero en algunos casos al sabor le faltaba algo de gracia para convertirlo en un helado y no en un polo de sandía. ¿Solución? Un chorro de leche condensada hemos comprobado que es mano de santo para algunas recetas a priori un poco sosas. Por las decenas de pruebas que hemos visto compartidas por usuarios, congelar un batido o una buena horchata y triturarlo va a dar buenos resultados sin demasiadas complicaciones.

Mantecados y helados

“Es un helado ‘instantáneo’, para comer enseguida”, resume Massino Pignata al ver el funcionamiento de la Ninja Creami. Y es que, más allá de los experimentos caseros, hemos querido consultar a uno de los mejores heladeros del país qué opina de este invento.

Pignata, al frente de las heladerías Delacrem, señala la diferencia entre el proceso de este aparato y las heladeras artesanales. “Las máquinas de las heladerías artesanas se llaman “mantecadoras” porque hacen eso, mantecar una crema, aportando mucho frío a la vez que baten potentemente la receta que se ha introducido”.

Y, a diferencia de lo que ocurre con la Creami, “si el heladero ha hecho bien su trabajo, se incorpora aire en modo natural y se forman mini-cristales de hielo. El resultado es una textura normalmente más fina que otros tipos de elaboración aun con bajas cantidades de grasas y azúcares”, explica.

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“Es un helado ‘instantáneo’, para comer enseguida”, resume Massino Pignata

Iker Morán

Ese aire es clave, porque aporta cremosidad y cierta resistencia, aunque es verdad que un helado artesanal, que no está pensando para larga o media conservación, a diferencia de los industriales, que usan otro sistema en el que la inyección de aire -hasta un 50% del volumen en algunos casos- lo hace resistente a las temperaturas y consigue que no se derritan. A costa, claro, de sabor y partiendo de una receta que tiene poco de natural y artesanal.

Así que a esta división entre helados industriales y artesanales (cremas heladas, los llama Pignata para marcar diferencias), habría que sumar ahora esta categoría de helados-smothies caseros mediante la Ninja Creami.

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¿Es tan perfecta como la pintan algunos en redes sociales? Por supuesto que no, pero eso es lo habitual. Lo importante es que ofrece de forma muy sencilla unos resultados realmente buenos, con infinidad de ingredientes y combinaciones y sin necesidad de tener que cocinar antes una crema para conseguir una textura en condiciones. Así que, fans de los helados caseros y cocinillas en general -ojo a las posibilidades de helados salados, claro- este gadget os interesa.

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