El presidente Donald Trump salió este martes por primera vez a cenar en un restaurante de Washington D.C. desde que asumió el cargo en enero. La visita se produjo un mes después de que ordenara desplegar tropas en la capital estadounidense para “restablecer la seguridad”. Trump aseguró que la ciudad está “libre de crímenes” y para demostrarlo eligió cenar en Joe's Seafood, Prime Steak & Stone Crab, un establecimiento ubicado a 400 metros de la Casa Blanca. Lo acompañaron el vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el secretario de Defensa Pete Hegseth.
Según informó la secretaria de prensa Karoline Leavitt, el presidente y su equipo “disfrutaron de cangrejo, camarones, ensalada, bistec y postre”. Dentro del local, Trump fue recibido con aplausos por parte de los comensales, aunque un grupo de manifestantes interrumpió la velada gritando: “¡Libertad en Washington D.C., libertad en Palestina! Trump es el Hitler de nuestro tiempo”. Los manifestantes fueron desalojados por las fuerzas de seguridad.
Desde su regreso a Washington, Trump había evitado los restaurantes de la ciudad, prefiriendo cenar en la Casa Blanca o en su club de golf en Sterling, Virginia. “Durante los últimos 20 años Washington D.C. fue un lugar muy inseguro y ahora prácticamente no hay delincuencia”, declaró antes de entrar al restaurante. Datos de la policía local muestran que en el último mes se registraron al menos siete asesinatos en el distrito, la mitad que en el mismo período del año pasado.

Militares vigilan las afueras de un establecimiento de comida rápida en Washington D.C.
Tras el despliegue de tropas, la actividad gastronómica en la ciudad atraviesa dificultades. Un informe de OpenTable señala que la asistencia a restaurantes cayó un 31% en comparación con 2024. Semanas atrás, Trump había celebrado un supuesto “boom” en el sector, lo que motivó la respuesta del chef José Andrés, residente en Washington desde hace 33 años: “Los restaurantes cerrarán porque hay tropas armadas y agentes federales acosando a la gente”.
El presidente adelantó que planea extender la militarización a otras ciudades. “Vamos a entrar en Chicago. No dije cuándo, pero vamos a entrar”, afirmó en referencia a un eventual envío de la Guardia Nacional a la ciudad. Por el momento no se han realizado gestiones oficiales.