Las alcachofas son una de las hortalizas de invierno más completas y versátiles, y su composición nutricional hace que sean muy beneficiosas para nuestra dieta. Son una gran fuente de proteínas, potasio, fósforo y fibra, entre otros nutrientes. Sin embargo, la complejidad que tiene pelar y limpiar las alcachofas hace que no todas las personas las incluyan habitualmente en su alimentación a pesar de su alto valor nutricional.
La creadora de contenido Sabina Banzo, que se define a sí misma como periodista y foodie, ha compartido con sus más de 627.000 seguidores de Instagram (@sabinabanzo) un vídeo donde muestra dos sencillos trucos para pelar las alcachofas y disfrutar de ellas de forma sencilla.
Antes de explicar estas dos técnicas, Sabina Banzo recuerda un pequeño truco para saber qué alcachofas comprar. “Cuando las compres, asegúrate de que el círculo (las hojas de la parte superior) está muy cerrado, y que la alcachofa está muy apretadita”, añade.
Cómo limpiar las alcachofas según el método clásico
El primer procedimiento que enseña la influencer para pelar y limpiar las alcachofas es el método más clásico. “Pon agua muy fría, un chorrito de limón, te pones unos guantes y vas quitando hojitas”, indica Sabina. Las hojas que empieza quitando son las de la parte inferior, las que están más pegadas al tallo.
“Vas quitando hojas hasta que se quede amarilla. Ahora, con cuidado, con el cuchillo pelas la base y el tallo”, explica la creadora de contenido, recordando que el tallo de las alcachofas también se come.
Por último, solo hay que separar el tallo y cortar la punta de la alcachofa, para quedarnos solo con el corazón. Una vez hecho esto, solo hay que introducir la alcachofa ya pelada y el tallo en el agua fría con limón para evitar que se oxide. “Las cueces 30 minutos con agua con sal, y listo”, dice Sabina.
Un truco más rápido y sencillo
El segundo truco que explica la influencer foodie en el vídeo permite pelar las alcachofas de forma mucho más sencilla. “Sin pelar, sin nada, las metes a hervir durante 40 minutos”, comienza explicando, a lo que añade que, cuando adquieran un tono más oscuro, “las sacas y dejas que enfríen un poco”.
Después, el siguiente paso es el más sencillo: retirar las hojas. “Sin guantes ni nada, se pelan solas”, revela Sabina mientras va quitando las hojas y retirando la primera capa del tallo.
“Si las quieres conservar, ponlas en un bote con la misma agua de la cocción, cierra para que haga el vacío, y lo tienes para semanas”, aconseja Sabina antes de terminar el vídeo con una receta con las alcachofas como protagonistas.
Lo único que debes tener en cuenta si vas a probar este método es que la olla para cocer las alcachofas debe ser más grande. Al hervir las alcachofas sin pelarlas, abultan más y requieren más espacio.