Los bares, restaurantes y otros locales gastronómicos se suelen asociar con el hecho de pasar un buen rato en familia o junto a la buena compañía de amigos mientras se disfruta degustando comida distinta a las que se consume habitualmente en casa. Sin embargo, no todo es de color de rosa en el sector de la hostelería.
Y es que las condiciones laborales lamentables de muchos trabajadores, con jornadas interminables y constantes conflictos y discusiones entre propietarios, camareros y clientes son tan solo algunos ejemplos de los conflictos que sufren los trabajadores habitualmente en este sector.
Situaciones así seguramente se han producido desde toda la vida, pero antes solo quedaban en el recuerdo de quienes las habían vivido. Sin embargo, con la entrada de las redes sociales en el juego, hoy en día estos conflictos tienen mucha más repercusión. En ellas, los camareros han encontrado un espacio virtual donde poder dar voz a todas las injusticias a las que se enfrentan a diario. Y también los clientes.
Uno de los perfiles más conocidos que da voz a los conflictos que se dan en la hostelería es la cuenta de X (antes Twitter) Soy Camarero. Este perfil se hace eco día tras día de situaciones que le explican sus compañeros de profesión y también de clientes enfadados por malos servicios. Recientemente, el camarero detrás de este perfil, Jesús Soriano, ha difundido la conversación entre el propietario de un negocio hostelero que busca empleados y un aspirante al puesto de trabajo.
En las imágenes, se lee la oferta del empresario, que dice así: “Lo que ofrezco ahora mismo: por las mañanas es de 8 a 12 en el tostador y por la tarde es de 20 a 00 en barra. 1.300 euros al mes asegurada”. A ello, la aspirante al puesto pregunta pregunta por los días de descanso. El propietario del negocio le dice: “Lunes, de momento. Hemos empezado en junio y tengo que ir cuadrando todo bien”.
Insatisfecha por las pésimas condiciones ofertadas, la mujer contesta: “El sueldo es bajo. Son 48 horas semanales por 1.300 €. La verdad que no compensa, cuando además el descanso mínimo por convenio es de un día y medio”.
Reacciones en redes
“Me da mucha rabia que haya tanto explotador laboral”
“A parte, entre un turno y otro debe haber más de 12 horas para dormir. Si se entra a las 8 de la mañana y se cierra a las 00 (contando que no se cierre más tarde), no hay descanso”, añade la aspirante al puesto. A ello, el empresario se excusa con que están arrancando con el negocio, pero la mujer, tajante, le contesta: “Aunque estés empezando, hay que darle a los trabajadores sus derechos”.