Se acercan algunas de las fechas más importantes del año, donde nos reunimos con nuestros seres queridos y disfrutamos de una velada agradable para despedir el año o celebrar la Navidad. El protagonista de estos encuentros, entonces, suelen ser los platos que se preparan y se exponen en la mesa, destacando especialmente los pescados y las carnes.
Hay quien durante estas fechas aprovecha la ocasión para hacer un cordero lechal al horno, aunque también es muy frecuente que el plato principal sea algún pescado o molusco como la sepia, uno de los platos más típicos en España. Se trata de un cefalópodo marino al que también se le conoce como jibia y del que se desprenden minerales importantes para nuestro organismo como la proteína o el hierro y el potasio.
Así se ha desprendido de un informe publicado por la Fundación Española de la Nutrición (FEN), quien también ha incidido en que se trata de un alimento que se degusta mejor durante estos fríos meses de invierno. La sepia, no obstante, entraña una ligera desventaja: su forma de limpiarla, un paso obligatorio y que suele resultar muy difícil para aquellos que no son expertos.
¿Qué es limpiar la sepia y por qué es importante?
La sepia es uno de los alimentos más apreciados dentro de la cocina, especialmente dentro de la categoría de los moluscos. El primer paso que se debe de seguir para disfrutarla es limpiarla correctamente, pues esto no solo mejora su textura y su sabor, sino que también ayuda mucho en la posterior cocción del alimento.
Este es el motivo por el que es importante saber cómo limpiar la sepia, y, aunque a veces son los propios pescaderos los que se encargan, es crucial tener las nociones básicas para poder replicar su método de trabajo en casa. Esta ha sido la premisa en la que se ha basado Fran, un experto en la materia que ha señalado las instrucciones necesarias para completar la tarea con éxito.
Así se ha desprendido de un vídeo publicado en la red social TikTok en el que el pescadero ha comenzado retirando la llamada pluma de la jibia, ese hueso que se encuentra en la sepia y que no es comestible para las personas. “Hago fuerza para que salga de un tirón”, ha señalado Fran, al tiempo que procedía a desprender la primera capa de la piel del alimento.
Cómo se puede limpiar una sepia
La piel de la sepia se tiene que retirar con cuidado y desde el pliegue inicial, prestando atención a no hacer fuerza en la zona donde reside la tinta. “Voy tirando siempre siempre hacia fuera, y cuando llegamos al vértice continuamos igual”, ha explicado el pescadero.
Una de las claves a tener en cuenta es que para este proceso es más necesaria la “maña” que la fuerza. Es importante, además, “hacerlo sin presionar las tripas para que no explote la tinta”, y “de un tirón controlado” retirar justo esa parte para quitar por completo esa primera capa de piel.
“Para quitar los ojos y la boca hacemos un corte justo detrás de los ojos de la jibia”, ha continuado, en el metraje de casi dos minutos de duración. El último paso, uno que a la mayoría de pescaderos se les olvida, es quitar el cráneo. “Limpiamos el estropicio que hemos liado y le quitamos la piel a la parte de atrás de la jibia”, ha concluido.


