Los huevos son uno de los productos más básicos que se pueden incorporar en nuestra alimentación. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), de hecho, ha calificado este producto como una fuente de nutrientes “esenciales” que contribuyen a una dieta saludable.
Vitamina A, B12 y zinc son solo algunos de los minerales que se desprenden de este ingrediente tan común. Este es, precisamente, uno de los motivos por los que los huevos se han vuelto los indudables protagonistas de una gran infinidad de platos, especialmente en lo que respecta a la dieta mediterránea.
“Los huevos ayudan a prevenir la deficiencia de vitamina A”, se ha podido leer en el informe de la institución. Estos ingredientes, sin embargo, entrañan una ligera desventaja: su cocinado que, aunque puede parecer sencillo, lo cierto es que es más difícil de lo que puede llegar a parecer.
Trucos para freír bien los huevos
Una de las técnicas más ancestrales para tomar los huevos es pasarlos primero por la sartén, aunque no es la única. Este alimento de origen animal también se puede cocinar en la olla en forma de poché y hasta hacerlos revueltos. Uno de los mayores obstáculos, sin embargo, suele venir de la mano de los cocineros principiantes que se queman al practicar la primera opción.
Así se ha desprendido de la explicación del cocinero Bosco Castro, quien ha mencionado uno de los trucos más clásicos para evitar los incidentes con la sartén. Así se ha visualizado en un reciente vídeo publicado en la red social Instagram. “Me he visto obligado”, ha comenzado en el metraje, de algo menos de un minuto de duración.
“Te aconsejo que uses un bol o un plato para no quemarte porque eres un principiante”, ha señalado el cocinero. La clave está en cascar el huevo en el recipiente y echarlo a la sartén cuando el aceite ya esté lo suficientemente caliente, tal y como se ha observado.
Otros trucos para cocinar el huevo
El del plato no es el único consejo que ha recordado el cocinero, quien también ha explicado qué se debe hacer después de echar el huevo a la sartén. “Y no lo tocas, no lo tocas; lo dejas porque quieres que salga puntillita”, ha expresado en alusión a esos bordes crujientes que suelen aparecer en los extremos de la clara.
Otra de las claves tiene que ver con rociar la yema con el aceite caliente para que se cocine “lo mínimo”. Un paso que se tiene que hacer cuando haya salido ya la citada puntillita. “Qué buena pinta tiene esto”, ha sentenciado el chef sobre el resultado final.


