Cómo montar una despensa gourmet sin arruinarte

Cómo montar una tabla gourmet con criterio, sin complicaciones y con productos que sorprenden

Guía práctica para combinar vinos, quesos y conservas como un professional

Guía práctica para combinar vinos, quesos y conservas como un professional

Gourmet La Vanguardia

Hay pocas combinaciones tan sencillas y efectivas como una buena selección de quesos, conservas y vino. Si se eligen bien, pueden componer una cena ligera, una tabla de aperitivo memorable o incluso una propuesta gourmet para regalar. Pero para que el resultado funcione, no basta con juntar cosas ricas: hay que saber combinarlas.

En esta guía práctica te explicamos cómo maridar vinos, quesos y conservas para que cada ingrediente brille y el conjunto sorprenda.

Anchoas de l’Escala con queso fresco y cava brut nature

Las auténticas anchoas de l’Escala, conocidas por su curación precisa, textura firme y sabor profundo, son una de las conservas más apreciadas de la gastronomía catalana. Para suavizar su intensidad y resaltar su perfil salino, funcionan a la perfección con un queso fresco tipo mató o burrata.

Un cava brut nature completa el trío: su acidez y finura limpian el paladar y refrescan el conjunto, sin aportar más dulzor. Ideal como aperitivo veraniego o como parte de una tabla fría.

Queso manchego curado con bonito en escabeche y vino tinto joven

El manchego curado aporta intensidad y un perfil lácteo marcado, que se equilibra muy bien con la acidez del escabeche. El bonito en escabeche, además, aporta textura y umami. Para acompañarlo, un vino tinto joven (Tempranillo o Garnacha) ofrece el tanino justo y frescura suficiente para no saturar.

Es una combinación muy completa para una cena informal con buen pan y fruta fresca.

Queso de cabra suave con mejillones en escabeche y albariño

El queso de cabra aporta acidez láctica y textura cremosa. Al combinarlo con mejillones en escabeche, el contraste resulta armónico: el escabeche suma complejidad sin esconder el queso. El vino blanco ideal en este caso es un albariño o un godello, ambos con buena acidez y perfil aromático que realza tanto el queso como la conserva.

Queso azul con berberechos al natural y vino dulce

Una propuesta atrevida que sorprende. El queso azul (gorgonzola, cabrales o roquefort) tiene un perfil muy intenso, que se equilibra bien con el toque salino de los berberechos y la untuosidad del vino dulce, como un moscatel o un Pedro Ximénez. El contraste entre dulce, salado y umami es complejo y delicioso.

Brie o camembert con ventresca de atún y vino rosado seco

Los quesos de corteza enmohecida como el brie o el camembert ofrecen cremosidad y un fondo fúngico suave. Si los combinas con ventresca de atún en conserva, el resultado es elegante, untuoso y con personalidad. El vino rosado seco, o incluso un espumoso, completa el trío con un punto de frescura y ligereza.

Queso de oveja trufado con almejas en conserva y vino blanco con barrica

Consejos para montar una tabla de maridaje gourmet

• Usa una tabla amplia, de madera o pizarra, y presenta los quesos ya cortados.

• Combina quesos de diferentes intensidades: uno suave, uno curado y uno azul.

• Incorpora al menos dos tipos de conserva: una del mar (anchoas, mejillones, ventresca) y otra vegetal o escabeche.

• Acompaña con pan de masa madre, frutos secos, frutas frescas o chutneys.

• Sirve los vinos en su temperatura ideal: blancos entre 8–10 °C, tintos jóvenes a 14–16 °C, y espumosos bien fríos.

Conclusión

Montar una tabla de quesos, conservas y vinos puede parecer algo sencillo, pero cuando se hace con criterio y buenos productos, se convierte en una experiencia gastronómica completa. Con una buena base de ingredientes como las anchoas de l’Escala, quesos bien elegidos y vinos acordes, es fácil sorprender sin complicarse.

Una opción perfecta para cenas informales, visitas inesperadas o, simplemente, para darte un homenaje en casa.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...