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Boquerones en vinagre... ¿de arroz?

Receta macrobiótica

Así se prepara esta exótica alternativa a la clásica receta

El boquerón en vinagre, ese pequeño gran pescado azul , tiene también cabida en la cocina macrobiótica. Simplemente hay que cambiar el tradicional vinagre de alcohol por vinagre de arroz, muy empleado en la condimentación del arroz para sushi y otras especialidades asiáticas, o la sal refinada por sal gris.

Los pescados azules pequeños – que no bebés – tienen un espacio privilegiado en una alimentación cuidada: su corta estancia en el mar los deja a salvo de los metales pesados; sus ácidos grasos insaturados (omegas ) y lipovitaminas los convierten en imprescindibles para lograr una nutrición completa.

La mejor temporada para consumir pescados azules se extiende de marzo a octubre. Es cuando tienen más grasa, por tanto más omegas y mucha más melosidad.

Ésta preparación tiene la ventaja añadida de poderse hacerse con antelación. Y para varias comidas, sin perder propiedad alguna. Puede ser parte de un plato único junto a vegetales crudos o cocidos, arroz integral templado, aguacate, pan esenio...

Las algas, otro tesoro nutricional, ofrecen su iodo, su calcio, su proteína y su fibra.

Es importante recordar el papel destacado del calcio vegetal en el metabolismo ( algas, col, perejil, lentejas... ), más asimilable que el calcio de origen animal y presente independientemente de grasas generalmente saturadas.

El shizo ( verde o morado ) es: antialérgico, antibacteriano, antiséptico, antiespasmódico, carminativo, expectorante, estomacal, tónico, mineralizante, y ¡buenísimo en boca! Se armoniza a la perfección con las algas y el pescado azul. Se encuentra en tiendas dietéticas o paradas especializadas con venta de frescos. Una hoja o dos bastan para cubrir parte de las necesidades dietéticas de un adulto.

(*) Bernard Benbassat es cocinero y asesor culinario especializado en gastronomía saludable macrobiótica.

Boquerones en vinagre de arroz

Ingredientes para 4 personas

> Alga hiziki remojada y cocida, 30 g

> Dieciséis boquerones (sin cabeza, tripa y cola)

> Sal gris fina, 16 g

> Cuatro tiras de piel fresca de limón bio

> Cuatro ramas de hinojo seco

> Vinagre de arroz, 125 g

> Agua muy fría, c/s

> Ocho hojas de shizo verde

> Aceite de oliva arbequina virgen, c/s

Paso a paso

1. Colocar el alga en el fondo de un bote de vidrio de ½ L de contenido.

2. Seguir con los boquerones capi cuados, con sal entre capa y capa.

3. Terminar con la piel de limón, el hinojo, el vinagre y agua para solo cubrir.

4. Cerrar el bote y macerar 48 horas en nevera.

5. Colar el conjunto. Eliminar la piel de limón y el hinojo. Aclarar los boquerones y el alga en agua muy fría. Filetear los boquerones.

6. Servir los filetes de boquerón, el alga y las hojas de shizo rociadas con aceite de oliva.

Si quieres saber más...

> El alga hiziki se encuentra en las tiendas dietética, deshidratada. Para su utilización se ha de hidratar durante una hora y cocer veinte minutos en su agua de remojo. Escurrir y aclarar debajo del grifo de agua fría. El agua de cocción tiene un alto contenido en iodo; se puede tomar teniendo en cuenta el estado tiroídico de los comensales.

> Su apariencia es la de los espaguetis de tinta de calamar. Su sabor, una vez cocida, es neutro y aceptado por todos los paladares.

> Se limpian los boquerones debajo de un churrito de ag ua f a, arrancando la cabeza y la tripa a la vez. Se corta la punta cola para evitar un sabor final a “ pescao “.

> Según el tamaño de los boquerones, será conveniente acortar o alargar la maceración en vinagre, sal y agua.

> Los filetes de boquerón se separan fácilmente de la espina central tras la maceración.

> Los filetes de pescado sobrantes, si los hay, se conservan durante un mes en nevera, cubiertos con aceite de girasol o de oliva neutro.

> Para optimizar la degustación, cada bocado deberá contener boquerón, alga, shizo y aceite.