Emorie Beck, psicóloga: “Todos hemos conocido personas que han sufrido eventos traumáticos en su vida, y aparentemente son felices”

Psicología 

La investigadora analiza los múltiples caminos hacia la felicidad y desmonta la idea de que exista una única receta válida para alcanzarla.

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Sage Research Methods / YouTube

¿Por qué algunas personas que han atravesado momentos muy difíciles en su vida parecen estar en paz consigo mismas, mientras otras, rodeadas de estabilidad y bienestar, viven en un estado de permanente insatisfacción? Esta es una de las preguntas que guía el trabajo de la doctora Emorie Beck, psicóloga e investigadora en la Universidad de California Davis, que ha liderado uno de los estudios más completos hasta la fecha sobre bienestar personal y felicidad.

“Todos hemos conocido personas que han sufrido eventos traumáticos en su vida, y aparentemente son felices”, afirma Beck en una entrevista con El Español. Esta observación ha sido el punto de partida de un análisis más profundo que cuestiona muchas de las creencias populares en torno a lo que realmente nos hace felices.

Dos caminos distintos hacia la felicidad

El estudio dirigido por Beck, publicado en Nature Human Behaviour, plantea que no existe una única vía hacia el bienestar. Según la psicóloga, hay personas cuya felicidad se construye “de abajo a arriba”, es decir, a partir de elementos externos como un empleo satisfactorio, unas finanzas estables o relaciones personales sólidas. Por otro lado, existe también una perspectiva “de arriba a abajo”, en la que el bienestar nace de factores más internos, como la resiliencia, la actitud personal o la práctica de la meditación y la psicoterapia.

La meditación consiste en centrarse en un pensamiento positivo.

La meditación consiste en centrarse en un pensamiento positivo.

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“No hay nada de malo en ninguna de las categorías por las que las personas buscan la felicidad”, subraya Beck. De hecho, el estudio —realizado con más de 40.000 personas durante tres décadas en países como Alemania, Suiza, Australia, Países Bajos o Reino Unido— muestra que incluso quienes parecen no encajar en ninguno de estos dos modelos clásicos también pueden alcanzar una vida plena, aunque sus caminos no sean tan evidentes.

Una felicidad que no es igual para todos. Beck hace hincapié en que el malestar emocional no debe entenderse como un fallo individual. “Nadie tiene la culpa de su malestar”, señala, recordando que factores globales como las guerras o la pandemia han dejado una huella emocional profunda incluso en personas consideradas resilientes.

Los pensamientos rumiantes generan malestar y ansiedad en las personas que los sufren.

Los pensamientos rumiantes generan malestar y ansiedad en las personas que los sufren.

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Además, la psicóloga advierte sobre la frustración de muchas personas que saltan de una fórmula a otra —de la autoayuda al cambio de vida radical— sin encontrar resultados reales. En este sentido, conocer cómo influye en nosotros el modelo “de abajo a arriba” o “de arriba a abajo” puede ayudarnos a encontrar una estrategia más eficaz para nuestro bienestar.

“Si frenamos un poco y tratamos de identificar los patrones en nuestra propia vida, la mayoría de nosotros deberíamos ser capaces de identificar cuál de estos patrones nos conviene más”, recomienda Beck.

Una nueva perspectiva: priorizar el bienestar personal después de los 50

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Una visión integradora del bienestar

La principal conclusión del estudio es clara: la felicidad es un fenómeno complejo, influido tanto por las condiciones materiales como por el mundo interior de cada individuo. Por eso, según Beck, es clave que las políticas públicas no se limiten a mejorar aspectos externos como la vivienda o los salarios, sino que también promuevan herramientas que fortalezcan la salud mental y emocional de la población.

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