En una de sus reflexiones compartidas en redes sociales, el filósofo y ensayista José Carlos Ruiz ha puesto el foco sobre una de las grandes fuentes de ansiedad de nuestro tiempo: la incapacidad para jerarquizar nuestra vida. Según explica en un reciente vídeo de TikTok, cada vez más personas caen en la trampa del “maximizador constante”, es decir, en la necesidad obsesiva de buscar siempre la mejor opción posible en cualquier aspecto de la vida, incluso en aquellos que no la requieren.
“Una de las cosas que hace que más suframos es convertirnos en maximizadores de todo lo que hacemos”, afirma Ruiz. Y en ese camino de exigencia constante, “acabamos dedicando muchísima energía a decisiones que, en realidad, no necesitan tanta intensidad”. Una actitud que genera un enorme desgaste emocional, muchas veces invisible, pero que se manifiesta en el día a día.
La trampa de la exigencia total
Para ilustrarlo, el filósofo andaluz pone un ejemplo muy concreto: el de alguien que quiere apuntarse al gimnasio. Lo que debería ser una decisión sencilla y orientada al bienestar, se convierte en una odisea de tutoriales, comparativas, nutricionistas, lecturas especializadas y búsqueda del “mejor deporte posible”. El resultado, según Ruiz, es claro: agotamiento mental y pérdida de tiempo útil que podría haberse dedicado a algo más enriquecedor.

Captura de vídeo
Lo mismo ocurre, dice, con la compra de un móvil: “Tienes un presupuesto, pero acabas viendo 7.000 tutoriales para tomar la mejor decisión. Y eso también es un desgaste inmenso”. En definitiva, se impone una cultura de la hiperdecisión que no solo nos paraliza, sino que además nos desconecta de nuestras verdaderas prioridades.

Jose Carlos Ruiz
El problema: no saber qué importa de verdad. Para José Carlos Ruiz, esta tendencia refleja un problema más profundo: no estamos jerarquizando la vida. Es decir, no estamos diferenciando entre aquellas cosas que merecen realmente nuestro tiempo, atención y energía, y las que no. “No estamos ordenando la vida desde las cosas a las que hay que dedicarle más tiempo y atención de las que menos”, explica. El resultado es una vida desordenada, saturada y, muchas veces, frustrante.

José Carlos Ruiz
El filósofo también apunta a un cambio social importante: el de la desaparición de las modas con targets bien definidos. Antes, dice, “las modas estaban parceladas” y se dirigían a públicos concretos, con lo cual cada grupo social sabía qué le interpelaba y qué no. Hoy, en cambio, vivimos expuestos a estímulos que nos exigen posicionamiento constante, desde la estética hasta las elecciones más cotidianas.
Satisfacción en lugar de perfección
Frente a este escenario, José Carlos Ruiz propone recuperar el sentido común y la moderación en la toma de decisiones. No se trata de elegir lo perfecto, sino lo suficiente, lo razonable. “Con haber estado satisfecho de la decisión, hubieras pasado página y hubieras dedicado tiempo y atención a otra cosa”, asegura. La clave está en renunciar al perfeccionismo constante y en cultivar una vida más ordenada, jerarquizada y coherente con nuestros valores.