Borja Vilaseca, reconocido escritor y divulgador especializado en autoconocimiento, ha rescatado del olvido un concepto profundamente transformador: la solitud. Frente al miedo contemporáneo a estar solos, Vilaseca propone revalorizar este estado como una oportunidad única para conectar con nuestra esencia más auténtica y desarrollar una relación sana con nosotros mismos.
Solitud vs. Soledad: una distinción crucial
Vilaseca establece una diferencia fundamental entre dos conceptos a menudo confundidos: “Si tú extirpas la solitud del vocabulario, esto lo decía Orwell, ¿qué nos queda? Una palabra que es soledad, que todos no nos gusta nada sentirnos solos”.
 
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Mientras la soledad se vive como carencia y vacío, la solitud se experimenta como plenitud y autoconexión. El problema actual, según Vilaseca, es que “vinculamos la emoción de la soledad con el acto físico objetivo de estar solos”, perdiendo así la capacidad de disfrutar de nuestra propia compañía.
Los cuatro pilares de la solitud transformadora
- Introspección: “Cuando estás solo, madre mía, es una manera de conocerte, porque no hay nadie mirándote y eres auténtico, genuino”. En la solitud, “va cayendo la sociedad y te vas encontrando contigo como individuo”.
- Espiritualidad y silencio: “En la solitud hay una espiritualidad, ¿por qué? Porque, inevitablemente, hay más silencio, más meditación, hay más paseo por la naturaleza, más contacto con la realidad”.
- Pensamiento crítico: “Libre pensador porque te cuestionas cosas, reflexionas, tenemos tiempo para pensar, para aprender a pensar”.
- Creatividad: “Creatividad, evidentemente, porque de repente dices, 'bueno, vale, ya me he dado un paseo, he meditado, he tal', y el ego dice, '¿y ahora qué?'”. La solitud impulsa el desarrollo de “un hobby que solo dependa de ti”.
 
            Hacer un ejercicio de introspección para revisar el pasado favorece los cambios
El viaje esencial
El núcleo de la propuesta de Vilaseca es radicalmente transformador: “empiezas a tener una relación con tu mejor amigo, que eres tú”. Este proceso de auto-amistad representa “el viaje de la vida es convertirte en tu mejor amigo, convertirte en tu gurú, convertirte en lo más importante de tu vida que eres tú para ti mismo”.
Esta relación interior sólida se convierte en la base desde la que construir relaciones exteriores más sanas y auténticas.
 
            Liderazgo interior y reflexión, los pilares de las experiencias
El impacto en las relaciones
Del apego a la libertad. Vilaseca describe cómo cambian nuestras relaciones cuando nos hacemos amigos de nosotros mismos: “las relaciones cambian, son una bendición, pero son relaciones no basadas en el apego insano, la dependencia, sino que son relaciones donde te encuentras con otra persona que es libre, que es autónoma, que se siente completa y os compartís y es maravilloso”.
Este nuevo paradigma relacional permite experimentar el amor desde la plenitud y no desde la carencia: “Te amas a ti, amas al otro, os amáis y eso es una maravilla”.
El proceso de integración
Vilaseca reconoce que el camino hacia la solitud no es inmediato: “Al principio te vas a sentir solo porque estás desconectado de ti mismo”. Esta fase inicial de incomodidad es natural cuando comenzamos a transitarlo hacia la introspección después de años de evasión.
La recompensa, sin embargo, es profunda: “Porque si estás conectado llega un momento en que no te sientes solo”. La conexión interior se convierte en un antídoto contra la sensación de soledad, incluso en ausencia de compañía externa.

