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Rafa Guerrero, psicólogo, sobre el precio de fingir quién no eres: “No hay nada más estresante que un rol que no te corresponde”

Salud mental

Cuando las expectativas son realistas, comunicadas con afecto y acompañadas de apoyo, pueden potenciar la autoeficacia y la autoestima

El psicólogo Rafa Guerrero.

FRAGMENTADOS PODCAST (captura)

¿Quién tuviste que ser para que te quisieran? Con esta pregunta, Rafa Guerrero resume parte de su entrevista con Lucca Curcio en su podcast, Fragmentados. Una cuestión que nos invita a mirar atrás y reconocer el peso de las expectativas familiares en nuestra identidad. 

El psicólogo habla de cómo cada palabra que los padres y educadores dicen a los niños deja huella, y lo importante que es aprender a evitar al menos unas cuantas. “Si yo le digo a mi hija que cumpla unas expectativas, que no tiene capacidad para cumplir eso, implica frustración, rabia”, comienza explicando el experto.

Guerrero recuerda que el estrés de los progenitores también repercute en la salud emocional de los hijos..

Getty Images/iStockphoto

En el caso de que la niña se decida a cumplir los estrictos estándares de su adulto de referencia llega otro problema. Como señala Guerrero, si un padre le dice a su hija que cumpla unas expectativas para las que no tiene capacidad, eso le genera frustración y rabia; en definitiva, “tragar, tragar y tragar”. Las expectativas parentales forman parte central del entorno emocional y educativo de los niños. Comunican lo que los padres valoran y sirven como marco para que el menor interprete su valía.

Guerrero sigue con su ejemplo e indica que, para esa niña, la única manera en la cual su padre se va a sentir orgulloso de ella es sacando las mejores notas, portándose bien. “Es, en definitiva, cumplir con las expectativas de papá”, señala. “Es la única manera que tiene esta niña de ser vista”.

El peso de las expectativas

El experto cita al experto en salud mental y educación Gabor Maté: “No hay nada más estresante en la vida que asumir un rol que no corresponde”, dice. “Que los demás se crean que eres alguien que no eres”. Un papel que solo hace incrementar sentimientos de rabia y frustración, además de una autoestima baja. “Solo busca ser adecuado. Entonces, cómo mostrarte como realmente eres, como realmente te sientes o como realmente piensas es ocultado”, insiste. “Eso sí que es estresante, es puro veneno”.

Cuando las expectativas son realistas, comunicadas con afecto y acompañadas de apoyo, pueden potenciar la autoeficacia y la autoestima. El niño aprende que sus esfuerzos importan, recibe feedback constructivo y percibe que sus padres creen en sus capacidades, lo que refuerza una autoimagen positiva. 

Un estudio reciente (Xu, Liu et al., 2025) publicado en la revista especializada Behavioral Sciences y en el que se analizaron datos de más de 1376 familias chinas sobre sus expectativas educativas, muestra además que el efecto beneficioso sobre el rendimiento académico y el bienestar pasa por una relación padre-hijo saludable y por expectativas internas del propio adolescente.

Cuando las expectativas son realistas, comunicadas con afecto y acompañadas de apoyo, pueden potenciar la autoeficacia y la autoestima..

Getty Images/iStockphoto

Para proteger y fomentar la autoestima de los más pequeños, conviene que las expectativas de sus padres sean las que sean, pero tanto asequibles como que se expresen con afecto. Además, es importante que los padres enseñen estrategias tanto de planificación como de manejo de emociones como la frustración o el fracaso, y validen el valor del niño más allá del rendimiento.

Sin embargo, conviene recordar una realidad: el estrés de los progenitores también repercute en la salud emocional de los hijos. Por ello, recurrir a programas de apoyo parental y acciones para reducir el estrés de los progenitores también muestran beneficios indirectos en la salud emocional de los hijos. Ser uno mismo no debería ser un acto de valentía, sino la base de cualquier infancia feliz.