Una joven argentina llamada Romina contó el relato que había vivido una amiga suya tras una cita. Todo empezó el pasado 14 de diciembre cuando su amiga fue a cenar a un restaurante con un hombre llamado Matías. Al llegar el momento de pagar ella se ofreció a pagar pero el hombre se negó.
Al terminar la cena no pasó nada de ellos y se despidieron amablemente. Al día siguiente ella recibió un sorprendente mensaje en su teléfono móvil. Matías tenía una proposición bastante sorprendente.
Captura del mensaje con la proposición
Una polémica reclamación
Proposición. Matías quería dividir el pago de la cena: “¿Cómo va? Qué noche más rara terminó siendo jaja. ¿Te molesta si dividimos lo de anoche?”, decía el mensaje. Posteriormente le mandó una captura de su calculadora dividiendo el total entre dos personas. La cuenta era de unos 100 euros, por lo que le reclamaba un ingreso de 50 euros a través de una aplicación de envío de dinero. Intentó ser amable: “Ayer se me olvidó mandarte el cálculo del pago. Perdón, fue lindo conocerte igualmente. Un beso”, comentó.
Captura del cálculo en la calculadora
Respuesta. La amiga aceptó mandarle el dinero solicitado pero le dejó un mensaje con un consejo: “Hola Mati. Aquí va la transferencia. Ayer estuve trabajando todo el día y cuando lo vi ya era tarde. Solo quiero decirte que (si te sirve de algo, porque no soy quien para dar consejos) si sales con alguien no finjas ser caballero solo para quedar bien con el mozo cuando te traen la cuenta”, sentenció.
Indignada. El mensaje seguía con una mezcla de indignación y reproche: “Te ofrecí pagar. Te ofrecí poner mi tarjeta. Te ofrecí el efectivo que tenía en ese momento (unos 30.000 y pico) y me dijiste que no. ¿Me pediste la mitad post cena porque no fue lo que esperabas? No lo sé y no importa. Fue incómodo y más teniendo en cuenta que la anterior cita pagué yo y en ningún momento intentaste pagar y ofrecer enviarme la mitad. Comprendo que son tiempos difíciles, así que no pasa nada. Un beso”, afirmó.
Captura de la respuesta de la amiga
Repercusión. La anécdota llegó a más de 5 millones de personas en X, con miles de comentarios por parte de los internautas. La mayoría de ellos criticó la actitud del hombre reclamándole el dinero al día siguiente.



