Cuando se hable del deporte español en los libros de historia, el nombre de Rafael Nadal no será una nota al pie. Será un capítulo entero. Porque lo que Nadal ha significado para España trasciende títulos, estadísticas o récords. Su impacto es cultural, emocional y generacional. Y su legado, incluso cuando su retirada ya se vislumbra en el horizonte, seguirá inspirando mucho después del último punto.
En el relato del éxito de Rafael Nadal, la figura de su tío y entrenador de toda la vida, Toni Nadal, ocupa un lugar central. No solo por haber guiado su tenis desde la infancia hasta la élite mundial, sino por algo aún más profundo: haber sido el transmisor de una filosofía de vida que ha marcado al campeón tanto dentro como fuera de la pista. En una de sus últimas apariciones en el podcast de 'Nude Project', Toni ha hablado del momento en el que se dio cuenta de que Rafa iba a ser un campeón.

Un joven Rafa Nadal en su primera participación en Wimbledon
“Con siete años le dije a su padre, mi hermano, que su hijo sería campeón de España”
Mentalidad ganadora. Toni explica cómo le empezó a inculcar una mentalidad ganadora: “El reto principal en la vida que le puse a mi sobrino no fue ganar un Grand Slam, sino que fue por encima de todo mejorar. Ganar no depende solo de ti. No se si me va a tocar convivir con un Federer o dos o tres; o un Djokovic o cuatro o cinco”, comenta.

El tenista Rafa Nadal saluda a la afición
Un inicio prometedor. El entrenado relata que se pronto se dio cuenta de las condiciones de su sobrino: “Con siete años le dije a su padre, mi hermano, que su hijo sería campeón de España. Sus condiciones eran superiores, por lo que pensé que sería el primero; y cada año iba cumpliendo con las expectativas con las que contaba, por lo que me di cuenta de que llegaría a ser un gran jugador
Fortaleza mental a prueba de bombas. Si algo ha caracterizado el legado del manacorí es su gran fuerza mental, algo que su tío le enseñó desde pequeño: “El tema mental no se prepara tan específicamente; en la vida te preparas yendo al límite y eso es lo que verdaderamente te prepara mentalmente. Si no estás preparado para asumir la derrota, no juegues, le decía siempre a Rafa. La fortaleza mental viene de asumir que las cosas pueden ir mal. Cuando Rafa venía a entrenar de pequeño, le decía que lo primero era poner buena cara. Si no eres capaz de derrotar a tu rival, al menos no le ayudes a que te derrote”, termina diciendo.