En los últimos años, las bebidas energéticas han dejado de ser un complemento ocasional para deportistas o trabajadores nocturnos. Ahora, se han convertido en una parte habitual del consumo diario de muchos adolescentes y jóvenes. Con envases llamativos, nombres agresivos y estrategias de marketing cuidadosamente dirigidas, estas bebidas han conquistado no solo las estanterías de los supermercados, sino también el imaginario colectivo de la generación Z y alfa.
El nutricionista deportivo Nacho Company, en uno de los últimos videos de su canal de TikTok, ha expuesto la realidad sobre los riesgos que supone consumir este tipo de bebidas: “Son malas, no hay ninguna duda”, empieza diciendo.

Bebida energética
“Es un cóctel molotov para cualquiera que tenga un mínimo de posibilidades de sufrir una patología cardíaca”
Composición. El experto señala que estas bebidas aportan una concentración brutal y una carga energética muy alta: “Junta dosis de cafeína muy elevada con componentes que la potencia como la taurina o guaraná. Tienen unos niveles de cafeína altísimos para los cuales hay que tener altos niveles de tolerancia”, comenta.

Joven toma una bebida energética mientras trabaja
Niveles de cafeína. Mientras que una taza de café lleva unos 100 miligramos de cafeína, una lata de medio litro de este tipo de refrescos alcanza los 160 miligramos.
Datos. Según una encuesta del Ministerio de Sanidad a estudiantes de 14 a 18 años en 2023, casi la mitad habían tomado bebidas energéticas en los últimos treinta días.

Un deportista tomando una bebida energética
Peligro. Company advierte del peligro de mezclar de ejercicio cardiovascular alto con subida de pulsaciones muy alta y este tipo de bebidas: “Es un cóctel molotov para cualquiera que tenga un mínimo de posibilidades de sufrir una patología cardíaca. No entiendo por qué se ofrece en sitios como los box de Crossfit, que encima es el peor deporte para meter este tipo de bebidas”, afirma.
Bienestar. El nutricionista repasa las consecuencias que tienen este tipo de bebidas en nuestro cuerpo: “Puede alterar nuestro sueño y nuestros hábitos de descanso; la cafeína lo que hace es bloquear nuestros receptores de adenosina. Aunque tengas facilidad para dormirte, no significa que tu cerebro esté descansando. Si te tomas uno no pasa nada, pero el cúmulo y tomarla de manera continua no tiene ningún sentido”, termina diciendo.