Para algunas personas, cumplir años es una fiesta: velas, amigos, fotos, regalos, historias que se acumulan como capas de un pastel. Para otras, en cambio, es una fecha que despierta ansiedad, nostalgia o incluso tristeza. No todos celebran su cumpleaños con la misma alegría. Para algunos, cada cumpleaños es un recordatorio de lo que no fue. Para otros, es una oportunidad de agradecer lo que sí es. Depende mucho del estado emocional, de las circunstancias, del entorno que acompaña (o no) ese día.
Brooke Camporeale es una trauma-informed life coach (entrenadora de vida especializada en trauma), con base en Reino Unido, conocida por su trabajo ayudando a las personas a aceptar su pasado, sanar heridas emocionales y cultivar el amor propio. En uno de sus vídeos más recientes ha reflexionado sobre por qué muchas personas detestan cumplir años.
Cumpleaños infantil
“Mereces ocupar espacio, y definitivamente mereces ser celebrado”
Tuvieron padres inmaduros o narcisistas. La experta afirma que los padres narcisistas necesitan constantemente ser admiradas, que buscan atención y que suelen estar emocionalmente ausentes: “La razón por la que odias tu cumpleaños es porque fuiste criado por padres emocionalmente inmaduros o narcisistas. La razón por la que lo relaciono con tu cumpleaños es porque constantemente te hicieron sentir que no eras lo suficientemente bueno”, explica.
Niños que dejan de ver su cumpleaños como una celebración. Según la terapeuta, cuando llega el día, en lugar de pensar en los logros y avances que ha tenido el año, lo viven como un recordatorio de que no merece ser celebrado: “No podías hacer nada bien, siempre estabas estorbando. Y cuando llega tu cumpleaños, en lugar de verlo como una celebración de todo lo que lograste durante el año, lo ves como algo que no mereces porque siempre fuiste una molestia para quienes se suponía que debían amarte incondicionalmente”, comenta.

