¿Te aparecen morados en la piel y no recuerdas ningún golpe? Aunque muchas personas los achacan a “haber dormido mal” o a “un roce sin importancia”, lo cierto es que detrás de los hematomas espontáneos puede haber más de lo que parece. Así lo explica el experto en emergencias Miguel Assal en un vídeo publicado en TikTok que acumula miles de visualizaciones.
Según el sanitario, “lo normal es que los hematomas aparezcan por traumatismos, por rotura de vasos”, pero cuando aparecen de forma habitual o sin explicación aparente, es importante prestar atención. Especialmente si van acompañados de otros síntomas o se repiten con frecuencia.
Fragilidad capilar o edad avanzada
Causas frecuentes. Una de las causas más comunes, especialmente en personas mayores, es la fragilidad capilar. Con la edad, los vasos sanguíneos se vuelven más débiles y se rompen con más facilidad. Esto puede provocar la aparición de moratones incluso con mínimos roces o sin ningún trauma visible.

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Sin embargo, no es algo exclusivo de los ancianos. Si los hematomas aparecen en personas jóvenes o sin antecedentes, puede haber otros motivos detrás.

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¿Estás cuidando tu alimentación? “La vitamina K es esencial para una buena coagulación”, explica Assal. Una alimentación deficitaria en esta vitamina puede afectar directamente a la capacidad del cuerpo para cerrar pequeñas hemorragias internas. Los morados, en estos casos, son una señal de alarma.
La vitamina K se encuentra en alimentos como las espinacas, el brócoli, los espárragos, la col rizada o el aguacate. También puede haber dificultades en su absorción en personas con trastornos intestinales.

El brócoli es uno de los alimentos con más vitamina K.
Cuidado con la medicación. El uso de ciertos medicamentos anticoagulantes o antiagregantes, como la aspirina o el sintrom, puede favorecer la aparición de hematomas. Estas sustancias alteran el sistema de coagulación y hacen que los vasos rotos tarden más en cerrarse.
Es importante tenerlo en cuenta si tomas estos tratamientos de forma habitual, especialmente bajo prescripción médica. Y siempre comunicarlo al profesional sanitario si aparecen morados de forma frecuente o excesiva.
También puede ser un problema grave
No lo ignores. Aunque la mayoría de los casos tienen una explicación benigna, Miguel Assal señala que no hay que bajar la guardia: “Ahora el menos común, pero que debes conocer: un fallo en tu coagulación”.
Este tipo de trastornos puede deberse a problemas en el número o funcionamiento de las plaquetas, las células encargadas de ayudar a coagular la sangre. “Necesitas una analítica para descartar plaquetas bajas, ya que esto podría ser un signo de leucemia o cáncer en la sangre”, advierte.
La clave, según el experto, es no normalizar lo que no es normal: “Aunque quieras creer que lo es, no lo dejes pasar”. Una simple analítica puede servir para descartar patologías graves o poner en marcha un tratamiento a tiempo.