Comer bien no significa seguir la última dieta viral ni eliminar grupos de alimentos con promesas milagrosas. Significa entender lo que nuestro cuerpo necesita, escuchar sus señales y priorizar una relación equilibrada con la comida. En ese sentido, los hábitos alimenticios saludables no se construyen desde la prohibición, sino desde la elección informada y la conexión con uno mismo. Cada vez más expertos coinciden en que revisar nuestros hábitos alimenticios no es una cuestión estética ni de moda, sino de salud y bienestar a largo plazo.
El doctor José Viña es catedrático de Fisiología en la Universidad de Valencia. En su libro “La ciencia de la longevidad. Cómo vivir para envejecer mejor”, el doctor señala los riesgos de uno de los hábitos que mucha gente comparte: comer demasiado rápido.
“La comida pasa de ser algo culto a un mero instinto”
Una mujer comiendo en su puesto de trabajo
El peligro de comer demasiado rápido. El doctor explica que cuando comemos deprisa, solemos comer más de la cuenta y pasarnos con la ingesta calórica, provocando un aumento de peso no deseado: “Es importantísimo comer despacio para poder comer bien y para comer menos. En muchas, pero muchas, ocasiones me he dado cuenta de que si como deprisa, como demasiado. Y esto es un error tremendo”, comenta.
Una joven comiendo en casa
Comer o beber deprisa provoca que no disfrutemos como es debido. Viña señala que comer pasa de ser a un arte a una mera satisfacción de una necesidad biológica: “La comida pasa de ser algo culto a un mero instinto”, reflexiona.
Comer rápido puede perjudicar nuestra salud digestiva. Los especialistas en medicina digestiva insisten en la importancia capital de comer despacio para asegurar una buena digestión. De esta manera evitamos molestias digestivas como gases, ardor o náuseas.
Comer tarde por la noche se asocia con una peor alimentación
Beneficios. Algunos de los beneficios de comer despacio son un mejor control de lo niveles de glucosa, un incremento del gasto energético a través del proceso de termogénesis asociado a la masticación y una mayor sensación de saciedad.

