La escalada en los precios de la cesta de la compra, junto con el encarecimiento de los servicios básicos y los alquileres, dibuja con claridad la erosión del poder adquisitivo de los españoles. Lo que hace apenas unos años era un gasto asumible para la mayoría de los hogares se ha convertido en un quebradero de cabeza mensual.
Cada visita al supermercado revela cómo los productos esenciales se alejan del bolsillo de muchas familias, mientras que los recibos y la renta de vivienda absorben una parte cada vez mayor del salario. El economista Gonzalo Bernardos ha hablado sobre ello en una de sus intervenciones más recientes en 'La Sexta'.
Una persona ahorrando dinero.
La cesta de la compra representa un 18% del gasto familiar
Salario mínimo interprofesional. El experto señala que si los precios suben, los sueldos más bajos también deberían hacerlo para quienes dependan del salario mínimo interprofesional no pierdan poder adquisitivo: “El salario mínimo se ha de subir con base en la inflación que ha subido en el año anterior. Siempre sería muy conveniente que se subiera algo más”, empieza diciendo.
Inflación
El problema es la cesta de la compra. Bernardos afirma que, entre enero de 2022 y julio de 2025, los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas se han disparado un 29%: “Lo que realmente está fastidiando a las familias es la cesta de la compra. Es ir al supermercado y darte cuenta de que todo el mundo que va sale con la misma impresión: qué caro es todo”, comenta.
La cesta de la compra cada vez es más cara a causa de la inflación
Los salarios crecen poco. Durante el mismo periodo de tiempo, los sueldos pactados por convenio apenas han crecido un 12,7%. Actualmente llenar la nevera es casi un tercio más caro que hace tres años: “Supone una pérdida de poder adquisitivo importantísima”, advierte el experto.
Impacto directo. Las cifras muestran que los alimentos y bebidas no alcohólicas suponen el 18,5% del gasto de las familias. Casi una quinta parte del presupuesto económico se destina a la alimentación y cualquier cambio se nota en la economía familiar: Esto significa que de 2022 hasta julio de 2025 hay una pérdida de poder adquisitivo de 2,4 puntos. Esto implica comerse lo que en los buenos años ganan los trabajadores después de 4 años”, termina diciendo.

