Un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania, publicado en la revista Annals of Behavioral Medicine, confirma lo que la intuición ya sugería: los movimientos cotidianos, incluso los más ligeros como dar un paseo o realizar tareas domésticas, pueden marcar la diferencia en el rendimiento del cerebro y en el envejecimiento cognitivo.
Los investigadores señalan que no es necesario recurrir siempre a entrenamientos intensivos para cuidar la salud mental. La actividad ligera, mantenida de manera constante, contribuye a mejorar la memoria, la atención y la capacidad de aprendizaje, además de reducir el deterioro asociado a la edad.
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“La clave está en la constancia y en aprovechar cada oportunidad para moverse”
Estudio. Durante nueve días, un total de 204 participantes respondieron varias veces al día preguntas sobre su actividad física. Concretamente se les preguntaba si habían realizado ejercicio físico ligero, moderado o intenso. Después de cada respuesta, los voluntarios realizaban dos ejercicios mentales para procesar la velocidad de procesamiento y la memoria de trabajo. Los que habían estado activos, aunque fuera con actividades ligeras como caminar, mostraban un rendimiento cognitivo equivalente al de una persona cuatro años más joven.
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Resultados. Jonathan Hakun es profesor asistente de neurología y psicología en Penn State. En un artículo en Women's Health ha afirmado que estos hallazgos apuntan a que el movimiento cotidiano puede tener un impacto directo en la salud cognitiva: “Nuestros resultados sugieren que involucrarse en la actividad física cotidiana, de cualquier nivel de intensidad, puede tener beneficios inmediatos para la salud cognitiva”, explica.
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Beneficios de caminar. Además de proteger la agilidad mental, la ciencia ha demostrado que caminar mejora el estado de ánimo, fortalece la salud cardiovascular, ayuda a mantener la densidad ósea y reduce el riesgo de padecer diabetes.
Progresivo. Nuestros resultados sugieren que involucrarse en la actividad física cotidiana, de cualquier nivel de intensidad, puede tener beneficios inmediatos para la salud cognitiva. La clave está en la constancia y en aprovechar cada oportunidad para moverse. Estos pequeños gestos pueden ser subir las escaleras en lugar de utilizar el ascensor, caminar hasta la casa de un amigo o reservar unos minutos para salir a dar un paseo.

