Durante décadas, muchas personas han creído que el mercado de la vivienda es una apuesta segura, una inversión que solo puede ir al alza. Esa idea, heredada de tiempos en que los precios subían año tras año, se ha convertido casi en dogma. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja.
Sergio Gutiérrez es un inversor inmobiliario con presencia en redes. En uno de sus últimos vídeos ha lanzado una advertencia a los que confían demasiado en el mercado de la vivienda: “La vivienda nunca baja... Si dices eso, será porque no compraste nada ni en 2006 ni en 2007. Eso sí que fue un máster en gestión inmobiliaria. Ahora la gente cree que todo sube y nunca pasa nada”, empieza diciendo.
Viviendas de obra nueva
“Como te metan una subida de tipos, te vas quedar con más hipoteca que renta”
La crisis del ladrillo. A mediados de la década de 2000 comprar una vivienda parecía una apuesta sin riesgo; los precios subían mes a mes, los créditos fluían con facilidad y la construcción se convirtió en el motor de una economía que creía haber encontrado su gallina de los huevos de oro. Poco después los precios se inflaron muy por encima del poder adquisitivo real, los bancos concedían hipotecas sin apenas garantías y el suelo urbanizable se multiplicaba en los planes municipales. Cuando la burbuja estalló, el impacto fue devastador: miles de familias perdieron sus hogares, cientos de empresas constructoras desaparecieron y el paro se disparó.
Una inmobiliaria con pisos en alquiler.
El mercado actual ha tocado techo. Sergio afirma que se ha llegado al límite de los precios que puede pagar la gente y advierte que lo intereses no van a bajar más. Por ese motivo considera que esperar grandes revalorizaciones es una pérdida de tiempo. También lanza una advertencia a los que compran y confían en los ingresos por alquiler: “Como te metan una subida de tipos, te vas quedar con más hipoteca que renta”, señala.
Los tiempos han cambiado. El experto explica que durante los últimos cuatro años invertir era algo fácil porque todo venía de cara: “Eso se acabó. Ahora hay más riesgos y si no vas con cuidado puedes tener un error que dure treinta años”, termina diciendo. Sus palabras son una advertencia para los inversores novatos que no han vivido parte de la historia de nuestro país.

