En la mayoría de las familias, especialmente en grandes ciudades, el comedor escolar se ha convertido en una necesidad más que en una opción. Los horarios laborales extensos, la escasa conciliación y la compleja organización diaria hacen prácticamente inviable ir a recoger a los niños al mediodía y devolverlos a clase en apenas dos horas.
La nutricionista Naila Martínez ha publicado un vídeo en su perfil de TikTok, en el que critica lo que sucede en muchos comedores escolares: “¿Podemos hablar de los monitores de comedor escolar? Porque, de verdad, este es un melón que alguien tiene que abrir”, empieza diciendo.
Tres niños en el comedor de un centro infantil
“Los niños están obligados a terminar lo que hay en el plato”
No se acompaña emocionalmente. La experta señala que muchas veces, a los niños se les presiona para comer, se les ignora completamente o se dejan pasar por alto sus señales de hambre y saciedad: “Es preocupante que improvise, se controle, se castigue se ignore”, exclama.
Formación. Naila defiende que los profesionales que trabajan en estos centros deberían tener una formación en infancia, alimentación respetuosa y desarrollo emocional: “Tener un carnet de manipulador de alimentos no es suficiente. Los monitores no tienen herramientas reales para acompañar a la infancia en un momento tan clave como la hora de comer”, añade.
Comedor escolar
Denuncia. La nutricionista explica lo que sucede en algunos comedores escolares: “Los niños están obligados a terminar lo que hay en el plato, castigos, si no comen lo que toca, frases como 'si no te lo acabas, no sales a jugar al patio' 'o tienes que comer más rápido porque se acaba el tiempo. Eso no es cuidar, es perpetuar prácticas dañinas”, comenta.
Agradecimiento. Martínez tiene un mensaje de agradecimiento dirigido a aquellos trabajadores que sí están realizando su trabajo con de manera correcta: “Este reel no va contra ti si eres monitor o monitora de comedor y estás haciendo tu trabajo con respeto, con empatía, con conciencia. Al contrario, si tú ya estás acompañando a los niños y niñas desde el cuidado, si les hablas con calma, si respetas su ritmo, si los ayudas a escucharse GRACIAS”, termina diciendo.

