Emma Iglesias, psicóloga: “Conocer a una persona y que nos diga que no tiene amigos, no es una 'red flag'. Dejemos de estigmatizarlo”
RELACIONES
La experta recuerda que las relaciones sociales no siempre siguen los mismos patrones
Emma Iglesias en dos momentos del vídeo
Pensar que una persona sin amigos es automáticamente una señal de alerta simplifica demasiado la realidad. La elección de mantener pocos vínculos puede responder a prioridades, intereses o comodidad personal, no a problemas de carácter o confianza.
La psicóloga Emma Iglesias ha reflexionado sobre ello en uno de los vídeos más recientes de su canal de TikTok: “Lo decimos desde una posición de privilegio en la que hemos tenido la suerte de tener un buen círculo de amistades”, empieza diciendo.
Comida entre amigos
“Me encuentro sin amigos, pero en realidad he tomado una decisión saludable”
Circunstancias. El hecho de que una persona no tenga un grupo de amigos no significa necesariamente que sea una persona problemática. Simplemente puede haber experimentado algunas circunstancias que lo dificultaron: “Si por temas familiares me he mudado constantemente, es normal que no haya tenido tiempo para desarrollar ciertas amistades”, explica.
Joven consultando sus seguidores en Instagram
Ruptura con amistades dañinas. La experta explica que, muchas veces, tomamos decisiones radicales para proteger nuestro bienestar. Una de las manos comunes es romper con ciertas amistades que nos aportan más cosas malas que buenas: “Puede ser que me haya vinculado con amistades que no eran buenas para mí y haya cortado esos lazos. Entonces me encuentro sin amigos, pero en realidad he tomado una decisión saludable”, explica Emma. Otro de los motivos que puede llegar a afectar es la dificultad para hacer nuevas amistades, conforme vamos cumpliendo años.
Reflexión. Por estos motivos la psicóloga nos llama a que dejemos de estigmatizar a todas aquellas personas que no tienen un grupo de amigos amplio: “Dejemos de prejuzgar esto y entendamos que no siempre es una red flag y no tiene por qué serlo”, termina diciendo. Juzgar solo por números refuerza estereotipos y deja de lado la diversidad de formas de relacionarse. La verdadera medida de una persona está en cómo se conecta, apoya y respeta a quienes tiene cerca, no en la cantidad de nombres en su agenda.