Carlos González, pediatra de 65 años: “No podemos ir muy de chulitos diciendo lo que tienen que comer los niños, porque la comida que entra en casa es responsabilidad de los padres”

EDUCACIÓN

El experto afirma que los padres tienen la responsabilidad de controlar la comida que está disponible en casa 

Una niña comiendo bollería en casa

Una niña comiendo bollería en casa

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Cada niño necesita sentirse libre, pero también seguro. En la crianza, esa seguridad no nace del “todo permitido”, sino de la presencia firme y afectuosa de los adultos que marcan el camino. La autoridad y los límites, lejos de ser sinónimos de rigidez, son los pilares que sostienen el desarrollo emocional y social. Sin ellos, los más pequeños crecen sin una referencia clara de lo que está bien, de lo que los protege o de cómo convivir con los demás.

¿Por qué tantos padres dudan sobre cómo poner límites a sus hijos? El pediatra Carlos González, referente en crianza respetuosa. En una sesión de preguntas y respuestas, ha reflexionado sobre ello, en unas declaraciones que recoge La Voz de Galícia. 

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Bollería industrial

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“No hay caramelos si no los has comprado, ni entran refrescos azucarados si no los coges tú en el supermercado”

Autoridad. El pediatra afirma que los padres no necesitan demostrar que tienen autoridad porque ya la tienen: “A veces, erróneamente creen que la autoridad se demuestra gritando mucho, castigando, prohibiendo y, que si en alguna ocasión haces caso al niño o le das lo que te pide, estás perdiendo autoridad. Y no sé, parece mentira que 50 años después de la muerte de Franco todavía hay gente que entiende la autoridad de esa manera, pero bueno”, empieza diciendo. 

Límites. Tras abordar la autoridad, González se detiene en la importancia de los límites. Concretamente habla de la importancia de ser conscientes de las tareas más básicas: “Parece que hay gente interesada en cómo podría yo poner límites, pero nadie deja que su hijo queme la casa, se tire por la ventana o le saque un ojo a un hermano. Eso quiere decir que has puesto muy bien esos límites, porque todas las cosas que es importante hacer, todos los padres las cumplen. El problema es que se quedan con la vaga sensación de que todavía no han puesto ningún límite, cuando han puesto docenas de ellos muy bien puestos”, explica. 

Niño con rabieta

Niño con rabieta

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¿Se pueden prevenir las rabietas? ¿Quién no ha sentido alguna vez que pierde la paciencia con su hijo? El experto recomienda simplemente no correr hacia el niño para gritarle. En su lugar, es importante pensar con calma y saber ofrecer alternativas: “En vez de ir apurado a arrebatárselo de las manos, y decirle: «¡Ya está bien, no toques esto!», si lo distraes con un oso de peluche y con la otra mano, coges lo que tenía él y lo escondes, ya está. Te salvas de una rabieta”, recomienda. 

¿Hay que enseñar a un niño o a un bebé a dormir? González nos recuerda que todos los niños duermen, porque es imposible no hacerlo: “Los fetos lo hacen antes de nacer y los recién nacidos pasan como dos tercios del día durmiendo. Otra cosa distinta es que duerma cuando a ti te conviene, de la manera que te convenga. Eso no va a pasar”, afirma con sinceridad.

Joven madre triste sosteniendo a su bebé dormido en sus brazos en casa

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Niños que no quieren comer verduras. El debate sobre la alimentación infantil cobra especial relevancia tras la reciente aprobación de la ley de publicidad de alimentos dirigida a menores. El pediatra termina hablando de la responsabilidad de los padres, cuando tienen niños que se niegan a comer de manera sana en casa: “La mayor parte de los adultos en este país comen fatal. Por lo tanto, no podemos ir muy de chulitos aquí diciendo lo que tienen que comer los niños. Es responsabilidad de los padres la comida entra en casa. No hay caramelos si no los has comprado, ni entran refrescos azucarados si no los coges tú en el supermercado. Es que lo que no puede ser es tener ahí un armario lleno de caramelos, croissants, ensaimadas, magdalenas, chocolate, galletas de chocolate y Coca-Cola, y decirle al niño que de eso, no va a comer”, termina diciendo. 

La obesidad infantil, un problema serio de salud pública

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Obesidad infantil. En España, la obesidad infantil sigue siendo uno de los principales desafíos de salud pública. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), más del 40 % de los niños de entre 6 y 9 años presenta exceso de peso, una combinación de sobrepeso y obesidad, y alrededor del 18 % padece obesidad.

Los estudios más recientes confirman que uno de cada tres menores en edad escolar tiene exceso de peso, y uno de cada diez sufre obesidad. Las desigualdades sociales son notables: en los hogares con menor renta, la obesidad infantil alcanza casi el 27 % de los niños, frente a un 12 % en familias con mejores recursos económicos. Además, las tasas más altas se concentran en el sur del país, mientras que las más bajas se observan en el norte. Los expertos coinciden en que la falta de actividad física, los hábitos alimentarios poco saludables y el sedentarismo son factores clave, aunque también influyen el entorno familiar, el acceso a alimentos frescos y la educación nutricional. En palabras de González: ‘Educar es acompañar, no imponer. Los límites, bien puestos, son el mayor acto de amor.

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