Las relaciones de pareja no se sostienen en los grandes gestos ni en las demostraciones públicas de afecto, sino en los pequeños detalles del día a día. Es en lo cotidiano donde se forja la complicidad: una sonrisa al despertar, una mano que acompaña en silencio o una palabra amable en medio de una jornada difícil. Son esos actos sencillos, casi invisibles, los que fortalecen el vínculo y mantienen viva la conexión. En una época que celebra lo grandioso, conviene recordar que el amor más auténtico se expresa en lo simple.
Andrea Vicente Fenoll es psicóloga experta en gestión emocional y terapia de pareja. En uno de los vídeos más recientes de su canal de Instagram ha reflexionado sobre las cosas que ha aprendido tras años acompañando a parejas en consulta.
Conflicto de pareja
“El amor real también pasa por días difíciles, silencios, dudas y rutinas”
El amor no consiste en ser perfecto. Andrea considera que los verdaderos actos de amor se encuentran en la elección constante cuando cuesta: “A veces creemos que una relación sana es la que no tiene conflictos. Pero el amor real también pasa por días difíciles, silencios, dudas y rutinas. La diferencia está en cómo se atraviesan esos momentos, y en aprender a hacerlo desde la consciencia, no desde el impulso”, explica.
Amar no significa idealizar. La experta cree que el amor verdadero se demuestra cuando elegimos a esa persona, incluso en los días difíciles: “Habrá momentos en los que no te guste tu pareja. Y eso también es amor: ver lo imperfecto y quedarte igual.
Problemas de relación
Mantén la calma en tiempos de conflicto. Muchas veces las peleas más triviales aparecen por falta de descanso y no por falta de cariño hacia la otra persona: “Discutirás por tonterías. Y luego entenderás que el problema no era tan grande. Solo estabais cansados o saturados. Respira antes de reaccionar. A veces no falta amor, falta descanso”, señala. Tomarse un momento para respirar, asentar las ideas y ponerse en la piel del otro puede evitar que la situación escale hacia momentos indeseados.
Respeta los tiempos y las diferencias. Habrá días en los que uno quiera y el otro no. Y eso no significa que la relación esté mal. El respeto también se demuestra ahí: acompañar sin presionar, amar sin imponer el ritmo del otro.
Una pareja muestra problemas en su relación
Deseo. No siempre sentirás deseo. La rutina, el estrés o el cansancio también afectan al cuerpo: “El deseo se cuida como el amor: con atención, tiempo y conexión emocional”, afirma la experta. Comprenderlo es clave para entender los tiempos de cada uno. Un 40,6 % de los españoles considera que la comunicación abierta con la pareja es una prioridad para su salud sexual, mientras que un 26,3 % afirma no seguir ninguna práctica de autocuidado en ese ámbito.
Pequeños gestos. Los gestos cotidianos pueden parecer insignificantes a simple vista, pero son los que mantienen viva la conexión en muchas relaciones: “El ‘buenos días’ o el ‘¿cómo estás?’ pueden volverse costumbre. Y cuando desaparecen, se notan. Los pequeños gestos sostienen lo grande. Cuídalos””, termina diciendo Andrea.
Reflexión. A veces creemos que una relación sana es la que no tiene conflictos. Pero el amor real también pasa por días difíciles, silencios, dudas y rutinas. La diferencia está en cómo se atraviesan esos momentos, y en aprender a hacerlo desde la consciencia, no desde el impulso.

