Gonzalo Pin, experto en medicina del sueño de 71 años: “El sueño de tu hijo depende en gran medida de las señales de luz y oscuridad que recibe su cerebro”

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El experto advierte sobre la influencia de la luz y los dispositivos electrónicos en la rutina nocturna

Una joven durmiendo en la cama

Una joven durmiendo en la cama

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El descanso infantil se ha convertido en uno de los grandes focos de atención para familias y especialistas, al ser un pilar esencial del desarrollo físico y emocional de los más pequeños. En este contexto, la iluminación del entorno cobra un protagonismo inesperado pero decisivo.

El doctor Gonzalo Pin es pediatra y referente en medicina del sueño. En una de sus publicaciones más recientes ha lanzado una advertencia sobre la influencia de la luz y los dispositivos electrónicos en el descanso de los más pequeños. 

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Los niños deben evitar los dispositivos electrónicos antes de dormir.

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¿Cómo debería dormir un niño?

Primeras horas del día. El experto explica que los niños deberían recibir una exposición natural adecuada durante las primeras horas del día: “Los niños por el día tienen que estar expuestos a la luz natural el mayor tiempo posible. Una mayor exposición al principio del día o hasta el mediodía nos va a ayudar a tener un sueño mejor por la noche”, comenta. Este contraste entre luz y oscuridad hará que regulen con mayor facilidad la producción de melatonina, la hormona que se encarga de inducir el sueño.

Recomendación. Gonzalo Pin afirma que lo ideal entre los 18 meses y los 6 años es que los niños duerman completamente a oscuras. En casos de miedo nocturno, el experto recomienda luces cálidas de baja intensidad, situadas lejos de la cama y orientadas hacia la pared. De este modo el reflejo será tenue y no molestará. Con el paso del tiempo deberíamos ir reduciendo la iluminación hasta reducirla por completo. 

dormir niño

Niño durmiendo 

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Habitación. El color de las paredes también puede influir en la calidad del sueño. Tonos como el azul o el verde son beneficiosos, pero el mejor aliado en habitaciones pequeñas es el blanco: “El entorno debe transmitir serenidad y favorecer la relajación”, afirma Pin. El color blanco ayudará a conseguir una sensación de amplitud y calma.

Sensibles. Muchas familias no saben que los niños son especialmente sensibles a la luz brillante. Una pequeña cantidad puede afectar a su capacidad para dormir. El experto recomienda evitar la luz azul y blanca de las pantallas LED, al menos una hora de acostar a los niños. En su lugar, el uso de luces rojas y ámbar es beneficioso, porque estos colores no interfieren con la melatonina y crean un ambiente relajante. 

Evita aparatos electrónicos. Por último, Pin insiste en retirar de la habitación cualquier fuente tecnológica visible, como televisores, tablets o relojes: “La mera presencia de elementos tecnológicos en la habitación ya altera el sueño, aunque no se usen”, termina diciendo.

Estudio. El estudio 'Youth screen‐media habits and sleep' concluye que la mera presencia de dispositivos electrónicos o pantallas en la habitación de los niños está asociada con peores resultados de sueño, como menor duración del sueño, mayor dificultad para conciliarlo y peor calidad, incluso cuando no se están usando activamente. La metodología del estudio se basó en una revisión sistemática y meta-análisis que recopiló investigaciones publicadas entre 2011 y 2015 en 12 bases de datos, incluyendo a más de 125.000 niños y adolescentes de entre 6 y 19 años. La calidad del descanso empieza por un gesto que todos podemos empezar a hacer desde hoy mismo.

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