‘No som res, però fa de mal dir’
★★★★✩
Lugar y fecha: Sala Apolo (28/XII/2024)
Con un brillante recorrido interrumpido en 2013 tras el fallecimiento de Uri Caballero –aunque la banda se ha reencarnado puntualmente en años posteriores–, Els Surfing Sirles nos legaron una obra superior en indomable clave punk y garajera. Recientemente se ha publicado el doble álbum No som res però fa de mal dir: els amics canten Sirles, donde 26 formaciones adscritas al fértil subterráneo local rinden tributo mediante versiones al grupo barcelonés. La inmensa mayoría de estos artistas –el cartel sumaba 23 nombres–, comparecieron en una poblada sala Apolo, hilvanando una suerte de aquelarre sirlero que sumó dos horas y cuarto.
La noche transitó por múltiples pelajes sonoros, de la electrónica desatada a algún instante folkie, pasando por rotundidades rockeras o performances de sesgo experimental como la protagonizada por Lulu Martorell, Marcel·lí Bayer y Oriol Sauleda muy al principio de la gala. La cosa acabó con un all together de todos los participantes, incluidos los homenajeados, sembrando alegría con Montseny, una de sus canciones más bellas y turbadoras (“he fet ritus estrambòtics: / romaní, semen i sang”).
Mil Coltells y Enric Casasses bordaron con vuelo poético 'Cap al sol', y nos impactó la solvencia de Biscuit, tanto en 'Watusi 65' (con Martí Sales, de los Sirles, a la voz) como en 'La gent i jo', cantada por Ricky Gil"
Esta puesta en valor del repertorio y legado de Els Surfing Sirles nos regaló un montón de instantes memorables. Estupendo electro-punk el de Pentina’t Lula con Pubilla de cuixa forta, tema al que también acudieron otros protagonistas de la sesión, entre ellos Ivan Telefunken, que firmó una de las actuaciones más locas de la noche. Mil Coltells i Enric Casasses bordaron con vuelo poético Cap al sol. A eso de media gala, nos impactó la solvencia de Biscuit, tanto en Watusi 65 (con Martí Sales, de los Sirles, a la voz) como en La gent i jo, cantada por Ricky Gil. Redonda intervención de Esperit!, que empezó Minifalda rural de lo más tierno con guitarra acústica y flautas dulces para adentrarse luego en pantanos lisérgicos. Ya en la fase final, y junto a otros, Power Burkas (Tinc una secreta devoció) y Joan Colomo (Festa amb morts) puntuaron del mismo modo entre lo más alto.

Vista del escenario del Apolo durante la actuación