Pasado, presente y sobre todo futuro de la historieta. España es el país invitado en la edición número 52 del Festival Internacional del Cómic de Angulema, que se celebra hasta el próximo domingo, y eso se traduce en tres muestras de formatos y objetivos muy distintos sobre el cómic español: una sobre los ganadores del Premio Nacional del Cómic, otra sobre autoras emergentes y con narrativas más innovadoras y una tercera que repasa los grandes hitos de la historieta de nuestro país hasta la actualidad. Tres iniciativas que hacen que el cómic español esté muy presente estos días en las calles de esta población francesa.
En primer lugar, en una céntrica carpa a pocos pasos del ayuntamiento se sitúa el pabellón español, verdadero buque insignia de este desembarco, que acoge la exposición España, talento en viñetas. El espacio, diseñado por el arquitecto Jesús Moreno, sirve también como escenario para charlas y presentaciones.
Urtasun destaca el “gran momento” del género pero quiere “acabar con la precariedad” de los autores
La muestra ofrece un recorrido por 18 obras, y sus respectivos autores, que han sido galardonados con el Premio Nacional de Cómic desde que se puso en marcha en 2007. Durante la inauguración, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha recalcado que “Angulema es la referencia del cómic en Europa” y que “estar aquí es un reconocimiento a la calidad y a la diversidad de lo que se está haciendo en España”. Urtasun ha destacado el “gran momento” que vive la historieta nacional pero ha reconocido su interés en “acabar con la precariedad” de muchos de sus creadores y ha querido destacar que este año estarán disponibles las primeras líneas de ayuda a la creación de un cómic.
Del tebeo a la novela gráfica
Frente al Ayuntamiento, una serie de paneles trazan la historia de la historieta española de forma necesariamente sintética y divulgativa pero con claridad y acierto. Arranca con los pioneros, y ahí aparecen esas primeras historietas que autores como Apeles Mestres publicaron en revistas satíricas y comprende hasta la eclosión de la novela gráfica con títulos tan destacados como 'El arte de volar', de Antonio Altarriba y Kim, o como 'Ardalén', de Miguelanxo Prado. Por supuesto también hay espacio para superventas clásicos como Mortadelo y Filemón, de Francisco Ibáñez, o contemporáneos como la saga 'Blacksad' de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido. Hay un recuerdo importante de publicaciones clásicas como las revistas 'Pulgarcito' (de la que se muestra una portada de Cifré) o la famosa 'TBO' que dio nombre a los tebeos en un tiempo en el que no se hablaba aún de cómics. Por supuesto hay una presencia destacada de autoras, tanto las clásicas, como Purita Campos y su recordada Esther, como las contemporáneas como Sara Soler, Aroha Trabé, Ana Oncina o Bea Lema. También revistas icónicas como 'Cairo', 'El Víbora' o la creatividad procedente del fanzine o del underground como 'El Rrrollo Enmascarado'. Pero sin duda, uno de los grandes aciertos es recordar la aventura editorial de autores españoles que tuvieron que trabajar en Francia tras la Guerra civil, caso de José Cabrero Arnal, autor del perro Pif (todo un éxito entre los lectores franceses) y los creadores que ahora deciden trabajar directamente para el mercado galo como Rubén Pellejero, dibujante de las nuevas aventuras de Corto Maltés.
Max, el primer autor en recibir el Premio Nacional de Cómic, ha sido también el encargado de diseñar el cartel de esta exposición. “Hacer este cartel es lo que me ha hecho más ilusión porque es ponerle cara a este evento”, explica a La Vanguardia. El autor catalán celebra que el Ministerio “parece que por fin apuesta seriamente por el cómic”. Cristina Durán, premiada en 2019, añade que más allá de la satisfacción de estar en el festival, esta ha sido también una oportunidad para tratar de las cuestiones que afectan al sector con el Ministerio de Cultura: “Hemos vehiculado estas conversaciones desde el colectivo Autoras de Cómic y en especial de la propuesta de ley sobre Inteligencia Artificial, que el ministerio acaba de retirar con el compromiso de hablar con los creadores para hacer una nueva versión”.
En otro espacio de la ciudad, en el Museo de Angulema, se puede visitar la exposición Constelación gráfica, una invitación a explorar nuevas formas narrativas y visuales, a través de nueve destacadas autoras en la escena contemporánea del cómic: Bàrbara Alca, Marta Cartu, Genie Espinosa, Ana Galvañ, Nadia Hafid, Conxita Herrero, María Medem, Miriampersand y Roberta Vázquez. Se trata de una versión reducida de la exhibición que pudo verse en el CCCB de Barcelona y supone una verdadera presentación en sociedad de un tipo de cómic alejado de las recetas más previsibles.
Genie Espinosa recuerda que empezó con los fanzines y que por eso “estar en este festival es un sueño”. “Espero que no se quede aquí y se visibilicen y estén donde se merecen estar todas estas grandes autoras más vanguardistas del cómic”, añade.

Cartel de la 52 edición del Festival Internacional del Cómic de Angoulême (Francia).
Para Nadia Hafid, destaca la importancia de que algo hecho en Barcelona viaje por el mundo: “Después del CCCB fue a México y ahora es muy impactante verla en el festival de cómic más importante del mundo. Hay que mostrar que el lenguaje del cómic es muy amplio y se puede trabajar de muchas maneras”.
Montserrat Terrones, comisaria de la exposición, resume así la propuesta: “Queríamos mostrar que son las mujeres y sobre todo las mujeres jóvenes, las que llevan la batuta en la creatividad y en la experimentación en el cómic actual y que hay un cierto discurso compartido entre ellas, ya que tienen una mayor incidencia en la experimentación gráfica, más que en la narrativa”. Destaca que estar en Angulema “es una gran oportunidad para estas autoras porque aquí acuden muchos editores y eso puede facilitar que su obra se traduzca en otros países”.