La música ha sido siempre un espejo de la historia, como en Italia, donde grandes cantautores han transformado sus letras en crónicas vivas de lucha, memoria y resistencia. En Viva l'Italia (1979), Francesco De Gregori retrata un país herido pero resiliente y alude a algunos de los episodios de violencia política que marcaron los años 70. En L’uomo in frack (1955), Domenico Modugno rompe con la tradición romántica y aborda en sus letras la desesperación y el suicidio, lo que le valió su primera censura. Con Crêuza de mä (1984), Fabrizio De André, reivindica la riqueza cultural del Mediterráneo a través del genovés, lengua que simboliza siglos de intercambios y mestizaje. En el marco del 80 aniversario de la liberación de Italia, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el festival Barnasants celebra su edición número 30 con un homenaje a la canción de autor italiana. Este jueves 6 de marzo, la sala Luz de Gas acogerá un concierto dedicado a aquellas letras que fueron herramientas fundamentales en la lucha por la libertad.

Joan Isaac canta este jueves en el festival Barnasants
El cartel del concierto contará con la participación de artistas catalanes e italianos, quienes darán nueva vida a las canciones de referentes como Domenico Modugno, Gino Paoli, Sergio Endrigo, Franco Battiato, Lucio Battisti, Francesco Guccini, Roberto Vecchioni, Francesco De Gregori, Luigi Tenco, Paolo Conte, Pino Daniele, Ivano Fossati y Fabrizio De André. El repertorio incluirá piezas como L’ Uomo in Frack, Senza Fine, La Canzone dell’Amore Perduto, Il Mio Canto Libero, Prospettiva Nevskij, Napule È, Con Te Partirò y Creuza de Mä, interpretadas por artistas como Sílvia Comes, Joan Isaac, Olden, Roger Mas, M. Pujadó, Rusó Sala, Joan Reig, Giancarlo Arena y Wayne Scott.
Todos los artistas unirán sus voces para interpretar Bella Ciao, el himno de resistencia que ha trascendido generaciones. “Una mattina mi son' svegliato / O bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao”, entonarán al unísono para revivir la fuerza de una canción cuyo origen se remonta al siglo XIX, cuando era el canto de las mondine, las trabajadoras agrícolas del norte de Italia. Su verdadero impacto llegó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los partisanos antifascistas la adoptaron como símbolo de lucha contra la ocupación nazi y el régimen de Mussolini. Con el paso de las décadas, Bella Ciao ha cruzado fronteras convirtiéndose en un himno contra la opresión, entonado en manifestaciones, movimientos sociales y protestas en defensa de la libertad y los derechos humanos.