Fernando Navarro: “Me gustaría ser underground... pero el cine me ha domesticado”

ENTREVISTA

El guionista de 'Segundo Premio' debuta en la novela con ‘Crisálida’, entre el ‘folk horror’ y la 'Bildungsroman'

El escritor Fernando Navarro en el jardín del Ateneu Barcelonès

El escritor Fernando Navarro en el jardín del Ateneu Barcelonès 

Ana Jiménez

Fernando Navarro (Granada, 1980) está estupendo. Nada que ver con su prosa psicodélica y perturbadora. El día anterior alargó la noche en el Giardinetto y en dos horas vuelve a Madrid. Acaba de publicar Crisálida (Impedimenta), su primera novela. Antes había escrito un libro de cuentos titulado Malaventura (2022). También ha trabajado en más de una decena de películas como guionista, la última de ellas Segundo Premio (2024), dirigida por Isaki Lacuesta, con la que ganó el premio a la mejor película en el Festival de Málaga. 

Crisálida cuenta la historia de Nada, una niña que se encuentra en una cama de sanatorio y que no sabe cómo ni cuándo ha llegado allí. La pequeña Nada sueña con un tiempo anterior, cuando su padre la llevó a vivir en los bosques con su madre y sus hermanos y creció viendo a su alrededor violencia y paranoia.

La voz narrativa es la de una niña. ¿Por qué?

Me sentía inútil, no sabía cómo contar la historia. No me había pasado nunca. Casi siempre que me ofrecen un encargo o una historia rápidamente sé cómo contarla. Me aislé en Santander y allí apareció la voz del personaje, su lucidez, la manera de decir cosas sin decirlas, su humor. Además, las historias góticas son historias de mujeres, o sea, el centro de las historias de terror son mujeres. Es obvio que la fascinación de Nada, la protagonista, hacia su padre no sería la misma si fuera un chico. La relación entre un padre y una hija es la más mitológica que hay.

La novela trata sobre la infancia robada.

Siempre digo la frase de Panero de que la infancia se vive y después solo se sobrevive. La escuché siendo adolescente y no la entendí hasta al cabo de dos años. Supongo que la madurez es traumática para todos y se convierte en un problema a partir de una cierta edad, cuando te das cuenta del mundo real. La infancia es algo a lo que vuelves, esos pocos años de vida fácil. Aunque fuese el momento más traumático de tu vida, creo que lo echarías de menos.

“La relación entre un padre 
y una hija es la más 
mitológica que hay”

¿Por qué un padre destruye a sus hijos?

En el momento en que se desvela cuál es la herida del padre, que viene del miedo, descubres que en el fondo quiere proteger a su familia. Hay gente que vive en el exilio perpetuo. Oye, yo también lo puedo sentir a veces: esa sensación de querer ser otro al día siguiente, cambiar de vida y no querer arrastrar a una familia en una responsabilidad. Creo que el deseo de salir de uno mismo y tomarse una vacación es compartida por el 100% de las personas. El padre borra su nombre y el de sus hijos. Yo me identifico con las partes más crueles de los personajes, en el sentido de que echo de menos la libertad que suponía estar en el mundo salvaje.

Pero usted los lleva muy al límite...

Me gusta la idea de retratarlos así. Que tengan mucha herida y que la gente lo vea. Para la niña, su padre es continuamente un misterio. ¿Qué le pasa? ¿Por qué mi madre lo siguió? ¿Por qué no tuvieron una vida normal? Hay gente que tiene una rebeldía interna que le impide estar cómodo con lo que le toca. El día que decides leer el libro que no debes leer, tomar las sustancias que no debes tomar… La libertad a veces viene por querer escuchar el disco que no tienes que escuchar. Esa rebeldía luego es el detonante de muchas cosas, porque empiezas a preguntarte lo que no deberías preguntarte. 

Fernando Navarro tomando café en el jardín del Ateneu Barcelonès

Fernando Navarro tomando café en el jardín del Ateneu Barcelonès 

Ana Jiménez

Estos padres rebeldes…

La gente que tuvo hijos entre los 70 y 90 nacieron en una dictadura. Esa explosión de libertad que se produjo… Tengo la sensación de que eran niños con niños. El padre de la novela es un retrato de lo que he conocido. También Granada es una ciudad que genera este tipo de personajes, tiene la mezcla de la cultura del rock con la poesía, el flamenco… Es una ciudad donde todos son artistas, muy leída, con una larga tradición multicultural. Granada es mi San Francisco, mi California. Así como la propia idea de Charles Manson es puramente Los Ángeles, creo que la idea del padre de la novela es inconcebible sin la Granada de los ochenta. Gente que deja la dictadura y se lanza.

“La rebeldía es el detonante 
de muchas cosas. La libertad 
a veces viene por querer escuchar 
el disco que no tienes que escuchar”

Ahí surge la contracultura.

En Granada, el underground ya casi no existe. Creo. Solo existe alguna poca gente que tiene compromiso con el arte y no le importa ser más pobre. Ahí está lo underground. Mira, el flamenco sí que lo sigue siendo, porque, a pesar de que está institucionalizado, en los tablaos y en las peñas siguen pasando cosas que solo pasan ahí. Siguen llevando un tipo de vida un poco rebelde. A mí me gustaría ser underground, pero el cine me ha domesticado. Soy un escritor de oficio.

Lee también

Amaia: “Me gusta mi carrera, pero no quiero más fama”

Camila Beraldi
foto XAVIER CERVERA 04/03/2025 Entrevista a Amaia Romero Arbizu (ex concursante d OT) nacida en Navarra en 1999

¿Los niños como los que retrata la novela no tienen salvación? ¿Están marcados para siempre?

Yo creo en la reinserción. Vivo con la esperanza de que sí, pueden salvarse. Lo que pasa es que, literariamente, es más interesante decir que no. Esto es algo que me gusta mucho de la literatura clásica: el destino, el sino trágico de los personajes. La melancolía del rebelde que se rebela contra algo que nunca va a ganar. Pero en la vida creo que todo el mundo puede salir de cualquier situación de desamparo, porque soy un optimista, aunque literariamente no lo parezca. Es una historia dura, en algunos momentos especialmente cruel, pero la novela, como metáfora de la vida, también necesita la idea de un respiro, un alivio. Una figura imprescindible. En el fondo, fíjate, ayer lo pensaba y creo que la novela habla de amor.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...