Rodando con Isabel Coixet en el Trastevere: “Este lugar está loco” 

El reportaje

La directora catalana rueda en Roma una película basada en el último libro de la escritora italiana Michela Murgia

Isabel Coixet, en Roma, hablando con la actriz Alba Rohrwacher unos momentos antes de la filmación de una de las escenas de ‘Tres cuencos’

Isabel Coixet, en Roma, hablando con la actriz Alba Rohrwacher unos momentos antes de la filmación de una de las escenas de ‘Tres cuencos’

Greta de Lazzaris

Una calle estrecha de Trastevere. Una joven deja su bicicleta contra la pared, rebusca en su bolso. Un chico se acerca: “Marta…”. Se miran en silencio mientras dos operarios salen de un edificio con un espejo en las manos. Tras cinco intentos, la escena queda bien. Es viernes por la tarde e Isabel Coixet da el visto bueno: “Nos vemos el lunes”.

El equipo desmonta los equipos, come unos supplì (las croquetas romanas) y piensa en el fin de semana. Pasan dos monjas por la calle y la directora aprovecha para rodarlas: “Son los detalles los que cuentan, sobre todo en estos callejones…”.

La película habla de una mujer que descubre que tiene una enfermedad grave, “pero no he querido hacer una cinta para cortarse las venas”, señala la cineasta

La cineasta catalana, responsable de títulos como Un amor, La librería, La vida secreta de las palabras o Mi vida sin mí, filma en Roma los últimos planos de Tre ciotole (Tres cuencos), inspirada en el último libro de Michela Murgia, escritora sarda fallecida en 2023 a los 51 años a causa de un cáncer. Figura muy reconocida en Italia, Murgia lo fue tanto por sus novelas —la más famosa, La acabadora, galardonada con el Premio Campiello— como por sus posiciones claras sobre feminismo y derechos civiles.

Los actores Elio Germano y Alba Rohrwacher en una escena de la película

Los actores Elio Germano y Alba Rohrwacher en una escena de la película 

Greta de Lazzaris

“No la conocía personalmente, me había hablado de ella Roberto Saviano, que era muy amigo suyo”, cuenta Coixet mientras vuelve a circular el tráfico en la calle. “Me he dado cuenta, estando aquí, de que es un personaje muy querido y muy odiado. Suele pasar con las mujeres valientes”.

Así nació la cinta. Riccardo Tozzi, productor de Cattleya (junto con Ruvido, Bartlebyfilm, Buenapinta, Bteam, Colosé y Perdición Films), compró los derechos del libro y se lo envió a Coixet..

La actriz protagonista Alba Rohrwacher

La actriz protagonista Alba Rohrwacher

Greta de Lazzaris

Tre ciotole se centra en dos personajes, Marta y Antonio. Es la historia de una pareja que se separa tras lo que parece una discusión trivial. Marta reacciona encerrándose en sí misma. El único síntoma que no puede ignorar es su repentina falta de apetito. Mientras tanto, Antonio no logra olvidarla. Murgia escribió estos relatos sabiendo que le quedaba poco tiempo de vida. “Y sin embargo no quise hacer una cinta para abrirse las venas —explica la directora—. Ya hice otros filmes sobre enfermedades y no quería volver a hospitales, pruebas, médicos. He encontrado una forma de contar esta historia con ternura y cierta ligereza”. Marta vive dos traumas: primero, la ruptura sentimental; después, la enfermedad. “Es curioso cómo el primero se resuelve con el segundo, porque la urgencia se convierte en otra: la supervivencia”.

La protagonista vive dos traumas: primero, la ruptura sentimental; después, la enfermedad. “Es curioso cómo el primero se resuelve con el segundo, porque la urgencia se convierte en otra: la supervivencia”.

Otro tema central de la obra es la decisión repentina. “Antonio deja a su compañera de golpe, y ni él mismo sabe por qué”. El protagonista, interpretado por Elio Germano, también se lo preguntó: “Yo le respondí que no se sabe —dice Coixet—. Al fin y al cabo, ¿por qué Meursault, en El extranjero de Camus, mata a un hombre en la playa? No lo sabemos”.

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Alba Rowrwacher obtuvo el premio a la mejor actriz en Venecia por 'Hungry Hearts'

Greta de Lazzaris

Germano —premiado en Cannes por Nuestra vida como mejor actor— responde a las preguntas sentado en una pizzería del barrio, donde acaba de rodarse una escena. Son las 16 h, pero un camarero le regala una pizza margarita. “Eres buenísimo”, le dice. “Me impresionó cómo trata la enfermedad sin caer en el melodrama –cuenta él–. Creo que este es un gran tabú en nuestras sociedades: en el amor y en la enfermedad todos quedamos ridículos, porque en el fondo no estamos preparados”.

Junto a Elio y Alba Rowrwacher (mejor actriz en Venecia por Hungry Hearts ) aparece un tercer personaje: Agostino. Lo interpreta un actor español de madre italiana: Francesco Carril, ya presente en Un amor, la última película de Coixet. Si los dos primeros actores son famosísimos en Italia, Carril empieza a ser reconocido en cada esquina: “No me lo esperaba”, confiesa. El motivo es que Los años nuevos , la serie de Rodrigo Sorogoyen que protagoniza, ha sido un gran éxito también en Italia gracias sobre todo al boca a boca. Si la película es un canto al encuentro entre el mundo italiano y el español, Carril es el más indicado para contar cómo ha ido el experimento: “Ese cruce entre Italia y España lo vivo desde niño. Durante las grabaciones he visto cómo esas dos identidades culturales convivían con naturalidad. Y luego está Isabel: a la semana hablaba italiano”.

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Coixet, en efecto, se mueve con soltura entre estas plazas. ¿Y Barcelona? “Vuelvo dentro de poco para el montaje. Llevo un año y medio sin volver a casa”. ¿Qué encontrará? “Una situación política menos tensa”, dice, recordando los momentos más agitados del procés, cuando sus declaraciones contrarias al independentismo generaron polémica. “Tengo la sensación de que ahora se puede hablar con más calma”.

La directora lleva un año y medio sin volver a casa. ¿Qué encontrará? “Una situación política menos tensa”, confía

Una vecina del barrio pregunta: “¿Qué se rueda?”. “Una película basada en el último libro de Murgia”. Mira perpleja. Coixet es consciente de la polarización del debate: “Pero yo soy feminista desde niña. Supe desde temprano que tendría que esforzarme más que los chicos, no me lo tenía que explicar Simone de Beauvoir. Ahora que algunos colectivos quieren excluir a otros del movimiento, me parece una forma de distraernos del debate principal: si eres mujer, tienes menos derechos en muchas partes del mundo”.

La directora se aleja hacia su apartamento, cerca del mercado de Trastevere. Pasa un grupo de señoras mayores en un Fiat 500 descapotable. “Este sitio está loco”.

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