Un San Francisco de alargadas manos con un estigma a la vista y rostro piadoso domina con su presencia una de las salas del CAEM, el Centre d’Art d’Època Moderna, que este año celebra su 25 aniversario. Lo trajo una nieta de Josep Gudiol, el historiador que se dedicó a rescatar obras de arte durante la Guerra Civil (como las polémicas pinturas de Sixena) y también quien fundó el Institut Amatller d’Art Hispànic con su ingente archivo fotográfico.
La pintura formaba parte de su colección privada y, como todas las que ingresan en el CAEM, llegó con un propósito: conocer el nombre de su autor. “Gudiol fue profesor de Ximo Company, fundador del CAEM, y en nuestras investigaciones consultamos a menudo la fototeca del Institut Amatller”, explica María Antonia Argelich, directora de este centro de expertise o connoisseurship de obras de arte de la Universitat de Lleida. Para ella, tener que estudiar y catalogar una pintura procedente de Gudiol era “como cerrar un ciclo”. Un regalo de cumpleaños inesperado.

Expertos del CAEM analizan el San Francisco de El Greco que formaba parte de la colección de Josep Gudiol
El veredicto fue claro. La obra era un Greco con taller. “Fue una delicia estudiarla”, cuenta el investigador Marc Borrás. “Hay partes que sin ninguna duda están ejecutadas por el maestro, como el personaje o la calavera y la temática sigue una serie de pinturas muy parecidas pero con detalles diferenciadores”, añade. Para llegar a estas conclusiones, el equipo del CAEM realiza una investigación historiográfica de las obras y, al mismo tiempo, las somete a una técnica analítica no invasiva denominada MBTI (imagen técnica multibanda) basada en fotografías que recogen hasta cuatro bandas del espectro electromagnético. “Muy pocos centros hacen lo que hacemos nosotros, que no es una atribución sino un informe atributivo que es más difícil de refutar”, aclara la subdirectora Jésica Martí.
Cómo funciona la imagen técnica multibanda
Los materiales que componen la obra pictórica responden de manera diferente a la luz visible que a la radiación ultravioleta o a la infrarroja. Se evidencian así capas o trazos ocultos, se identifican pigmentos y se desvela tanto el proceso creativo como el estado de conservación.
Cuando se detectan falsificaciones con intención de dolo interviene la brigada de patrimonio
En el transcurso de estos 25 años se han analizado unas 700 obras mediante esta técnica científica, de la que el CAEM fue pionero. “Hay una fiebre de Goyas”, avanza Martí. “Solo en los últimos ocho años han entrado unas 36 pinturas con atribuciones previas al de Fuendetodos, de las cuales solo tres han resultado ser auténticas”, añade Borrás. “Una de las mayores sorpresas que tuvimos fue un retrato que vino con una firma falsa de Goya y que acabamos atribuyendo al pintor norteamericano Rembrandt Peale, extremadamente valorado”, detalla.

'Retrato masculino' de Rembrandt Peale
Aunque la gran sorpresa llegó con un retrato de Carlos IV “del que hay muchas versiones y que acogimos con escepticismo”, rememora Argelich. “Las fotografías técnicas revelaron que no solo era un Goya verdadero sino que fue el primero de la serie, el que sirvió de modelo para que se ejecutaran todos los demás”.

El 'Carlos IV' de Goya identificado por el CAEM

El ‘Carlos IV’ de Goya identificado por el CAEM reveló capas ocultas en el análisis multibanda
El segundo en el ranking de los más deseados es Sorolla, con cuatro identificaciones de doce posibles autorías en los últimos años, confirmadas a posteriori por Blanca Pons, nieta del pintor y encargada de certificar sus obras. En muy pocas ocasiones el CAEM se ha encontrado que los expertos en un pintor rehusasen sus conclusiones, a pesar “de las evidencias objetivas”.
Es el caso, por ejemplo, de una Santa Inés de Zurbarán y de una Inmaculada Concepción de Goya. “El hecho de pasar a hacer atribuciones casi a dedo a aplicar una técnica científica viene también de la mano de un relevo generacional con profesionales que ya no hace falta que se especialicen en un único artista”, argumenta la subdirectora. “Hay que esperar y tener paciencia”, considera.

'Santa Inés' atribuido a Zurbarán
¿Y si se detecta una obra falsa? “Cuando tenemos pruebas de que ha habido intención de dolo para sacar un provecho económico, estamos obligados a comentarlo a la brigada de patrimonio”, explica la directora. Ocurrió, por ejemplo, con un falso Goya aportado por un anticuario de Mallorca. “Quería vender la obra y, cuando supo que se trataba de una falsificación, él mismo tomo las precauciones pertinentes”, recuerda.

'San Jerónimo' de Ribera
Últimamente el CAEM también ha atribuido obras de Velázquez, Zurbarán, Picasso o José Ribera además de otros autores, muchos considerados menores y que desde el centro reivindican. “Intentamos que nuestra labor ayude a los propietarios a apreciar mejor sus obras, independientemente de su valor económico, que es bastante caprichoso”, apunta la directora. Su deseo de aniversario: poder dar a todos los cuadros esa “segunda vida” que merecen.