La actriz Màrcia Cisteró (Barcelona, 1972) es un rostro familiar en los montajes de Oriol Broggi y de Albert Arribas. Y precisamente por dos montajes de cada uno de estos directores ha sido galardonada con el premio Margarida Xirgu 2025, a la mejor actriz de la temporada. Las obras son Tots ocells y A Macbeth song, dirigidas por Broggi; y Les bacants y Opereta imaginària, por Arribas. Solo otra actriz ha sido galardonada por cuatro montajes en las 51 ediciones del premio: Anna Lizaran, en 1982.
En conversación con La Vanguardia, la actriz se muestra ofuscada por el reconocimiento: “Viendo a quién se lo han dado, me supera un poco, porque son gente que admiro. Pero estoy muy contenta porque el premio viene de una gente que no me conoce personalmente, y es significativo”.
Lo que es bonito de este oficio es encarar nuevos retos y jugar al máximo
Los cuatro montajes son muy distintos, lo que subraya la versatilidad de la actriz. “Es de lo que más me gusta cuando me presentan un proyecto, que sean retos –declara Cisteró–. He hecho una tragedia contemporánea, una clásica, Macbeth con la música de The Tiger Lillies y en inglés, que fue una locura; y después el texto imposible de Novarina, pasado por el cedazo de Arribas, que siempre te lleva a lugares insospechados. Y cuando acabas la temporada, piensas: he hecho todo esto, he salido adelante, y tengo ganas de más y más diferente. Lo que es bonito de este oficio es jugar al máximo”.
Después de dos años de estudiar química, que no le fueron muy bien, entró en el Institut del Teatre. “Había hecho danza y me gustaba la expresión corporal –continúa–. Mis padres me apoyaron en todo y la que ahora es mi pareja es quien me ayudó a preparar las pruebas de ingreso. Entonces ni me imaginaba que, al cabo de los años, estaríamos juntos”.
“Cuando acabé en el 96, ya hice un montaje en el Grec y desde entonces siempre he trabajado en el ámbito escénico, haciendo de ayudante de dirección, espectáculos infantiles, lo que fuera”, manifiesta. Ahora se dedica plenamente a hacer de actriz, pero aún mantiene una asignatura de su vertiente docente: “En la UAB doy un taller de iniciación a la interpretación. Es un sitio donde me siento muy cómoda porque me gusta mucho ver a gente joven a quien interesa el teatro. Aunque no van mucho, tienen como una intuición de que eso les puede gustar. Creo que les enseño a entender algo del teatro y también estoy creando público joven”.
Cuando le preguntamos por si tiene ganas de interpretar algún papel en concreto, responde que no: “Quizá querría hacer una obra donde tenga que cantar algunas canciones. Me gusta cantar, pero me cuesta mucho hacerlo en público; son los retos que me atraen. Y también me gustaría hacer personajes jóvenes desde mi edad, como una Julieta con 53 años”.
Desde el 2022, Núvol y la Federació de Grups de Teatre Amateur de Catalunya organizan el premio, en colaboración con el Ayuntamiento de Molins de Rei y la Fundació Romea, y los mecenas Joan y Sandra Llavina, de Lexus.