El Liceu anuncia relevo en su dirección musical. El maestro británico Jonathan Nott (Solihull, 1962) será quien ocupe el puesto a partir de la temporada 2026/2027 y durante cinco temporadas. Nott toma el relevo al maestro Pons que ha pasado catorce años al frente de la Orquestra del Teatre. A partir de entonces, Pons será director musical honorario de la casa.
Jonathan Nott, que actualmente es titular de Tokyo Symphony Orchestra y director musical y artístico del Orchestre de la Suisse Romande, fue el impulsor del prestigioso Concurso de Dirección Gustav Mahler -presidía el jurado que le dio el premio a Gustavo Dudamel- y director titular de la Orquesta Sinfónica de Bamberg, un periodo que le hizo célebre. Su rigor y su capacidad de llevar las orquestas a la ensoñación han hecho que sea un invitado habitual de la Filarmónica de Berlín y la de Viena, plazas a las que acude cada dos años. Con esta última llegó a grabar La canción de la Tierra de Mahler junto a Jonas Kaufmann, en 2017.
Nott es un referente de la dirección orquestal con gran sensibilidad contemporánea
Este referente de la dirección orquestal con gran sensibilidad contemporánea, traza un viaje sonoro que va desde Mozart y Schubert hasta Mahler, Bruckner y Shostakovich, y llega a los límites de la creación reciente. De manera que el Liceu sigue fiel a la tradición de las últimas décadas de escoger directores musicales afines al repertorio centroeuropeo, como lo ha sido el propio Pons. “Nott despliega una visión musical que atraviesa épocas, estéticas y emociones, siempre en busca de una verdad expresiva profunda”, apunta el teatro.
El Liceu dice afianzar su compromiso con la excelencia musical con una de las batutas más destacadas del panorama internacional, que tanto ha sido titular del Ensemble Intercontemporain que fundó Pierre Boulez, como director musical de la Ópera de Lucerna, repertorista en la Ópera de Frankfurt y habitual en la Ópera de Wiesbaden y el Grand Théâtre de Ginebra. Tiene “una personalidad artística potente, un gran compromiso con su tiempo y una visión abierta y transformadora de la música”, advierte el Liceu.
El Gran Teatre del Liceu agradece la fructífera contribución del maestro Pons al Teatre, y celebra el largo recorrido que le vincula con la casa, iniciado con su debut en el Teatre en 1993. También pone de relieve los hitos alcanzados durante los catorce años que ha estado al frente del equipo musical, una etapa marcada por el compromiso artístico.
Nott es el primer sorprendido por cómo se han precipitado los acontecimientos. En un video hecho público hoy en Instagram explica que no había pisado todavía el Liceu, aunque al hacerlo, hace pocos días, para una función de Rusalka, pudo sentir la magnífica energía, brillo, salud y disposición de los músicos de la institución, algunos de los cuales ya son conocidos suyos -es un habitual en el podio de la Mahler Chamber y la Gustav Mahler Jugendorchester...-, por lo que no dudó que podría sentirse perfectamente en casa en el Gran Teatre.

El maestro inglés con carrera germana, Jonathan Nott
Aunque no es reconocido como batuta operística, Nott ha tenido siempre presente el género. De hecho, se formó en música vocal en el National Opera Studio londinense y debutó como director de orquesta en 1988 durante el Festival de Battignano en Italia. Al año siguiente fue nombrado maestro de capilla de la Ópera de Frankfurt y del teatro nacional de Hesse Wiesbaden donde desarrolló un repertorio de ópera y de ballet clásico, con las grandes obras de Mozart, Puccini o Verdi, y donde sobresalió en el Anillo del Nibelungo de Wagner.
Otros títulos de Wagner que ha dirigido son Tristan und Isolde, Siegfried, Die Walküre o Parsifal -fue requerido en Bayreuth para un Lohengrin pero no tenía fechas libres-, pero también ha asumido otros grandes títulos del repertorio como La Traviata, La Bohème, Tosca, Madama Butterfly, Le nozze di Figaro, Il barbiere di Siviglia, L'isola disabitata, Un re in ascolto, Luisa Miller, Macbeth, Salomé, Elektra, Pelléas et Melisande, Peter Grimes, La nariz, West side Story o Le Grand macabre.
Este todo terreno del podio no ha cesado de dirigir óperas. En los últimos años ha servido títulos de Richard Strauss y de Wagner tanto en Tokio como en Basilea o Ginebra, si bien es por su sinfonismo por lo que más ha trascendido a lo largo de su carrera, especialmente por sus Mahler con la Sinfónica de Bamberg, titularidad que asumió en el año 2000 y durante 16 años.
Lento proceso de selección
La orquesta del Liceu ha sido por primera vez consultada
La Orquestra del Liceu ha participado en esta ocasión -y por primera vez en su historia- en la selección de la persona que va a situarse en el podio como director musical del Liceu para los próximos años. Una comisión formada por media docena de músicos y otra formada por el comité laboral de coro y orquesta han pasado los últimos dos años barajando diversos nombres que podrían sustituir a Josep Pons. Llegar a un consenso no ha sido fácil, por lo que el teatro ya había configurado unas temporadas (la próxima y la 2026-27) que estratégicamente contarían con directores invitados que eran posibles candidatos y que así tendrían ocasión de conocerse con la orquesta. Sin embargo, por mucho que Nott no hubiera tenido todavía esta experiencia, su reputación le precede al frente de las más importantes instituciones musicales europeas, de manera que no ha sido necesario pasar por este preámbulo. Se trata de todo un fichaje, un músico que forma parte del firmamento de los grandes nombres, por lo que, de manera democrática, la Simfònica del Gran Teatre ha validado y celebrado que la batuta inglesa haya accedido a ocupar el puesto.
Antes, no obstante, fue nombrado director musical de Teatro de Lucerna así como principal de la Orquesta Sinfónica de Lucerna. En los años 90, le invitaron numerosas orquestas alemanas y europeas como la Orquesta Real de Concertgebouw, la Filarmónica de Londres, la Filarmónica de Múnich y la Orquesta de París. Y con la de Berlín registró diversas obras de György Ligeti.
Fue en 1995 cuando tomó la dirección del Ensemble Intercontemporain en París, durante un lustro, hasta que llegó el fructífero periodo de Bamberg, con la que llegó a dirigir seiscientos conciertos, algunos de ellos de gira por España con Ibercamera. Desde 2017 es director artístico y musical de la Orquesta de la Suisse Romande, una formación con la que se le pudo escuchar el año pasado en el Palau de la Música Catalana y dentro del ciclo BCN Clàssics. Esta próxima temporada, en abril de 2026, se pondrá al frente de la OBC en la Turangalila de Messiaen. Será la primera vez que se le ve dirigir en la ciudad desde que se ha hecho público su nombramiento.