La Abadia de Montserrat y el Festival de Peralada se han aliado en una colaboración inédita para llevar la cultura catalana a Roma. El próximo octubre, coincidiendo con el Año Jubilar y el milenario montserratino, el certamen ampurdanés ha decidido celebrar, a modo de preludio de su 40.º aniversario, un peregrinaje musical a lugares emblemáticos de la Ciudad Eterna con artistas que representan tanto la esencia del festival como el talento emergente del país -Vespres d'Arnadí, Sara Blanch, Kebyart, Cantoría- y con un puente sonoro entre Catalunya y Roma en el que se escuchará desde el Llibre Vermell a un compositor actual formado en la Escolania como Bernat Vivancos. Por su parte, el Mil·lenari de Montserrat instalará una exposición sobre la contribución benedictina a la construcción de Europa, y cerrará los actos en Sant'Anselmo all'Aventino con un concierto de la Escolania, símbolo de la continuidad milenaria.
El objetivo es invitar a la gente a que descubra Montserrat y Peralada, “pero sobre todo, el talento y excelencia musical en nuestro país”
Durante tres días, del 1 al 3 de octubre, algunos de los espacios más emblemáticos de Roma -como el Palazzo di Spagna, San Pietro in Montorio o la sede de la orden de Malta frente al Foro Romano- acogerán conciertos que pondrán en valor la música catalana desde una mirada “contemporánea, arraigada y fiel a su espíritu”. El director artístico del festival de Peralada, Oriol Aguilà, asegura que el objetivo final de la delegación es honrar tanto el festival como el milenario e invitar a la gente a que descubra el espíritu del que hablaba Wilhelm von Humboldt en su crónica sobre Montserrat y también la villa de Peralada, “pero sobre todo, el talento y excelencia de la música que se hace en nuestro país”.

El padre Bernat Julio y el director artístico de Peralada durante la presentación de los actos
En la presentación de los actos, este lunes en Montserrat, el padre abad Manel Gasch se ha referido a la voluntad de integrar lenguajes nuevos a una tradición viva que va de la plegaria al canto litúrgico y la polifonía. “Hay una generación de antiguos monaguillos compositores muy fructífera estos días”, ha señalado al referirse al objetivo humanístico a partir de la música. “Y todo eso lo haremos en Roma, un lugar en el que la estética romana antigua y cristiana se hermanan para seguir proyectando al mundo el testimonio de la fe en Dios”.
“Muchos monjes de Montserrat amamos Roma como nuestra segunda ciudad -ha añadido-, no sólo por su valor eclesiástico sino porque hemos estado, nos hemos formado, hablamos italiano, nos sentimos en casa. Por eso agradecemos a todo el mundo que ha hecho posible esta celebración del Mil·lenari en Roma, y hacerlo con el Festival de Peralada, rememorando la estabilidad cultural y musical fruto de nuestra historia”
Presupuesto
Los 200.000 euros son una contribución del Festival de Peralada con apoyo del Govern, la embajada de España ante la Santa Sede y la Orden de Malta, el Llull y el Cervantes
El presupuesto de 200.000 euros -sin contar la exposición del Mil·lenari, que permanecerá del 3 al 13 de octubre- es una contribución del Festival de Peralada que cuenta con el acompañamiento de las administraciones, especialmente de la Generalitat y de la embajada de España en Italia y ante la Santa Sede, además del Institut Ramon Llull y el Instituto Cervantes.
Y con este capital, la programación incluirá dos conciertos de Vespres d'Arnadí, uno con los Concerti Grossi de maestros del barroco en Italia (de Corelli a Geminiani pasando por Händel y Scarlati) y otro junto a Cantoría y la soprano Sara Blanch sobre Tarradellas, que vivió y triunfó en Roma. Los fastos los inaugurará el cuarteto de saxos Kebyart con obras de Nino Rota o del citado Vivancos, mientras que Cantoría se encargará también del Jubilate renacentista de Mateu Fletxa El Vell en Casa dei Cavalieri di Rodi, antes del gran final en Sant'Anselmo, con Pau Jorquera dirigiendo la Escolania.

El padre abad Manel Gasch y Oriol Aguilà, en Montserrat
“Llevamos Montserrat a Roma pero no nos movemos de casa”, ha apuntado el padre Bernat Juliol, comisario del Milenario, dado que San Anselmo es colegio de los benedictinos. Este será el primer concierto del nuevo director de la Escolania, en sustitución de Llorenç Castelló y con un programa que incluye el Llibre Vermell de Montserrat y obras de Joan Cererols, el Cant dels Ocells de Francesc Civil -que es lo que interpretará Sara Blanch- u otras del pare Irineu Segarra, hasta llegar a la actualidad representada por Vivancos.
“Es la ocasión de venir a Roma estos días”, alentaba el padre Juliol, sobre este concierto en Sant'Anselmo, que en realidad será el único con capacidad para público más allá del estrictamente institucional. El resto serán a puerta cerrada. Por lo demás, el Palazzo della Cancelleria, una propiedad extraterritorial del Vaticano que es patrimonio de la humanidad, será ese lugar céntrico cercano a Piazza di Venezia que acoja la exposición titulada Una contribuizione benediettina nella construzione dell’Europa... “Ahí, en el corazón de Roma, estará presente la cultura catalana”, ha afirmado exultante el padre Juliol.

El World Youth Choir dirigido por Daniel Reuss interpretó este lunes en la Abadia de Montserrat diversas piezas
El título hace referencia a Pablo VI cuando afirmó que el mundo benedictino ha sido capital en la construcción de la cultura y la sociedad europea. “Y eso se hizo a través de la cruz, que es la fe; el arado, que es el progreso, y el libro, que es la cultura. Y el caso de Montserrat es un ejemplo, en la manera en que en mil años ha intentado colaborar con el progreso de la sociedad, y sigue buscando cuáles son los nuevos campos en los que los monjes de Montserrat pueden seguir trabajando para aportar progreso en la sociedad contemporánea”, ha concluido Juliol.
El Vaticano, advierten Juliol y Aguilà, les ha abierto las puertas para que introduzcan la excelencia musical y también la realidad de Montserrat, a través de esta exposición comisariada por el historiador Marc Sureda que refuerza la dimensión simbólica del proyecto y convierte a Roma, durante unos días, en capital de la música y la cultura catalanas. En la segunda parte de la muestra el leit motive es un diálogo entre presente, pasado y futuro, con el padre abad Oliva y el actual padre Manel Gasch, que aparecerán en holograma.