La devastadora guerra en Gaza agita el mundo de la cultura. En Israel un millar de artistas y creadores han firmado una petición titulada Parad el horror en Gaza. Escritores como David Grossman y Etgar Keret, el coreógrafo Ohan Naharin o la cantante Noa son algunos de los firmantes de una durísima carta: “En contra de nuestros valores y nuestra voluntad, nos convertimos en cómplices de las horribles acciones llevadas a cabo por nuestro gobierno en Gaza: la matanza de niños y civiles, políticas de hambruna, desplazamientos masivos y la destrucción sin sentido de ciudades enteras”.

La cantante israelí Noa
La petición urge a los implicados en la guerra a desobedecer las órdenes ilegales y a no cometer crímenes de guerra. “Parad la guerra, liberad a los rehenes”, gritan los firmantes, que han sido duramente respondidos por actores como Idan Anedia, de la serie Fauda . que fue herido en Gaza, donde combatía como reservista. Anedia ha acusado a los firmantes de “difundir fake news ” y estar desconectados de la realidad, y les ha instado a entrar a luchar a un túnel y “firmar luego la petición”.

El actor Idan Amedi (izquierda) junto a su compañero Matan Zamir (derecha)
Por su parte, el Royal Ballet and Opera (RBO) londinense ha cancelado la Tosca que iba a representar en Tel Aviv el próximo año. La obra ha sido cancelada después de que 182 miembros de la compañía británica firmaran una carta criticando la postura del RBO sobre Gaza. El director ejecutivo del RBO, Alex Beard, comunicó al personal que han decidido que su nueva Tosca no irá a Israel.
Los firmantes habían expresado su preocupación por la reciente contratación de su Turandot en la Ópera de Israel. “Esta decisión no puede considerarse neutral. Es una alineación deliberada, material y simbólica con un gobierno que comete crímenes de lesa humanidad. La Ópera de Israel ofrece entradas gratuitas a los soldados israelíes en reconocimiento a su labor”.
Los firmantes también expresaron su solidaridad con Daniel Perry, el artista que izó la bandera palestina en el escenario del Covent Garden y condenaron a Mears, que “intentó arrebatarle la bandera por la fuerza, mostrando ira y agresión frente al público”.