El sacerdote Dj que empapó el Medusa Festival con su ritmo divino

Festivales de verano

Padre Guilherme ofreció este sábado un set que combinó el techno con mensajes religiosos

El Dj Padre Guilherme en el Medusa Sunbeach Festival

El Dj Padre Guilherme en el Medusa Sunbeach Festival

Josep Beltran

Si bien alcanzó el estrellato en las Jornadas Mundiales de la Juventud de Lisboa en 2023, Valencia fue su puerta al mundo. Pocos lo saben, pero la primera vez que el Dj Padre Guilherme pisó un escenario internacional fuera de Portugal, su país natal, fue en la ciudad de Gandía. En esa ocasión -recuerda- lo invitaron a pinchar en un encuentro de estudiantes portugueses durante la celebración de la Pascua. De un íntimo espacio en la costa mediterránea a uno de los más grandes escenarios de la música electrónica, este sábado el párroco católico regresó a las playas valencianas para presentarse en el gigantesco Medusa Sunbeach Festival con un set que -en sus propias palabras- entrelaza “irreverencia, música clásica, fe, iglesia y paz”.

El sonido del coro eclesiástico de la inconfundible canción Ameno, de la banda francesa Era, resonó como un himno sagrado que marcaba el arranque de la ceremonia. El padre Guilherme Peixoto, de 50 años, apareció utilizando su alzacuellos frente a la mesa de mezclas ubicada en las alturas del castillo del escenario principal. Esbozó una sonrisa agradecida, saludó con las manos en alto y comenzó a pinchar. “La música es creada a imagen y semejanza de Dios. En la música electrónica hay mucho de esta cultura. Mientras vemos que en el mundo hay tantos conflictos y guerras, esta música nos une”, reflexiona poco antes de subir al Arcade Land.

Lo importante no es la manera, sino la autenticidad con la que cada uno busca vivir su fe”

A la distancia del escenario principal, la solemnidad de los cantos gregorianos llama la atención de más de un espectador curioso que, atraído por la combinación de versos en latín litúrgico y el pulso del techno dance, se acerca al escenario. Para algunos, la peculiar forma de predicar de Peixoto puede ser una estrategia llamativa para atraer al público juvenil, pero para el eclesiástico la música electrónica va mucho más allá. “Este lenguaje toca a muchas generaciones, no solo a los jóvenes. Está cimentado. Basta ver la dimensión de este festival para percibir que esto ya es un lenguaje real”.

La historia de este sacerdote mezclador es del todo única, no solo por el detalle obvio de su carrera musical. Cuando nació, los médicos lo desahuciaron con una enfermedad que creyeron era terminal. Pensando que se moría, su madre buscó refugio en la fe y decidió bautizarlo para despedirlo. Pudo ser coincidencia o bien un milagro divino, pero su catastrófico pronóstico mejoró. Desde muy joven sintió una potente vocación espiritual y siendo un adolescente de tan solo 13 años decidió entrar al seminario, para luego, once años más tarde, ser ordenado sacerdote.

El escenario principal del Medusa Sunbeach Festival, en Cullera

El escenario principal del Medusa Sunbeach Festival, en Cullera

Lucas Pérez

Mientras el ritmo de guitarras y trompetas rancheras de Protégeme Señor, del cantante californiano El Obama Carlos Anderson, se extiende entre el público con el pulso vibrante del techno, una cruz iluminada con luces de colores destaca entre la multitud. En la primera fila, un hombre vestido con túnica blanca y una corona de hojas -haciendo eco a la imagen de Jesucristo- baila entre la gente. Algunos lo fotografían, otros le piden selfies, mientras que un poco más atrás una bandera de Portugal ondea vigorosa frente a su compatriota.

Si ya los inicios de su vida son llamativos, el cura católico tiene otras peculiaridades. No sólo es un músico de renombre, también es Teniente Coronel en el Ejército portugués. “Estuve en Afganistán y en Kosovo como capellán militar”, recuerda. En 2013, luego de regresar de esas misiones, decidió inscribirse en una escuela de Djs, en donde no tardó en graduarse como pinchadiscos. Su primera controladora, eso sí, la compró unos años antes de incursionar de manera profesional en el disc-jockey. De hecho, sus primeros acercamientos al mundo Dj ocurrieron dentro de una parroquia, en eventos y karaokes para recaudar fondos para la iglesia que dirigía.

Con 48 años, el padre Guilherme alcanzó la fama mundial. Su set en las Jornadas Mundiales de la Juventud de Lisboa no solo conquistó a los feligreses que esperaban la misa final del Papa Francisco, también a millones de usuarios en el internet. De ahí en más, el sacerdote ha actuado en grandes escenarios como la reconocida discoteca electrónica Hï Ibiza y el imponente Cristo Redentor de Río de Janeiro. Con una cuidada puesta en escena que combina pasajes bíblicos y encíclicas -en las que ocupa la voz de sumos pontífices como el Papa Francisco-, el religioso mostró lo mejor de su repertorio frente al Medusa, sin desaprovechar la oportunidad de juguetear con uno que otro efecto de videojuegos retro, los que este año inspiran la edición del festival.

¿Cómo convive la espiritualidad de la iglesia con un mundo que habitualmente se asocia a los excesos? Para el sacerdote es claro: “Depende mucho de cómo lo miremos. Creo que un cristiano, tiene que inspirarse en Cristo. ¿Y cómo miraba él? Procuraba ver lo mejor de cada ser humano”. Aún así, lejos de buscar uniformidad, reivindica la diversidad dentro de la fe. “No podemos tener la pretensión de que la Iglesia esté siempre de acuerdo con todo. ¿Por qué? Porque en el inicio de la Iglesia existían varias formas de vivir la espiritualidad. La forma correcta es estar unidos en Cristo”. Lo importante -insiste- no es la manera, sino la autenticidad con la que cada uno busca vivir su fe.

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