Aun sin proponérselo, Jordi Savall desafiaba ayer desde Santes Creus a Donald Trump al emprender un viaje musical con Marco Polo a China, siguiendo las rutas de la seda. Algo que, aún tratándose de un programa musical, podría leerse desde la perspectiva del mandatario estadounidense como un intento de relaciones culturales y comerciales con la potencia asiática, justo lo que acaba de prohibirle a España, por cuestiones de “seguridad nacional”.
Pero ni Trump puede poner puertas al campo cuando se trata de música. Menos aún en el 700.º aniversario de la muerte de Marco Polo que Jordi Savall celebra también en esta quinta edición de su festival en las comarcas del Alt Camp y la Conca de Barberà. Un programa basado en el comerciante veneciano que pasaría a la historia como el personaje que dio a conocer esa ruta de la seda a los europeos. Tres años después de volver de sus viajes, cayó preso durante una batalla contra Génova, en 1298, y dictó sus memorias a su compañero de celda, el novelista Rustichello de Pisa, que aderezaría lo que en realidad era información comercial hasta convertirlo en El libro de las maravillas, también conocido como Los viajes de Marco Polo.
Una quincena de músicos ilustró las memorias del comerciante veneciano cuya lectura hizo Manel Forcano
“Era un libro dictado: de ahí que esté pensado para decirlo en voz alta; tiene muchas marcas de oralidad. Y era tan interesante lo que contaba el comerciante, que en la cárcel la gente hacía cola para escuchar. Incluso desde la calle hacían cola bajo la ventana”, recordaba ayer el poeta y orientalista barcelonés Manel Forcano, horas antes de salir a oficiar de recitador en este concierto y en presencia de Frederic Amat, autor de cartel del festival.
Esa ruta histórica del siglo XIII es la misma que China está queriendo resucitar desde hace una década, de ahí que vaya adquiriendo puertos en Sri Lanka, Birmania o Pakistán. Pero las rutas de la seda ya existían en la época romana: Julio César deslumbró cuando apareció en Roma con una capa de seda violeta, pues los productos de lujo chinos ya llegaban al Imperio.

El de Marco Polo fue el primero de los conciertos de Jordi Savall en la edición 2025 de su festival
“En el bajo imperio romano hubo una gran fuga de divisas para comprar seda, y esas monedas se encuentran a lo largo de la ruta. Se decía que la seda era una de las causas de la deflación económica del imperio: era un lujo tan deseado que drenaba las arcas”, apuntaba Forcano tomando un café en la calurosa tarde de Santes Creus (Aiguamúrcia).
La de ayer, no obstante, era la segunda parte de ese periplo, es decir, el regreso por mar de Marco Polo a Venecia tras haber pasado 17 años en China a las órdenes del gran kan mongol. Una China a la que había llegado por una ruta terrestre, temeroso de tomar los barcos del mar Arábigo, con las maderas atadas con cuerdas en lugar de con clavos. Esa fue la ruta que Savall abordó el verano pasado, en la primera parte de este homenaje a Marco Polo.
Savall armó una auténtica ONU musical eurásica frente al Monestir de Santes Creus, con cuatro emocionantes voces femeninas
Una docena de músicos de Hespèrion XXI y del Orpheus 21 que fundó Savall con artistas refugiados conformaron una auténtica ONU musical eurásica frente al Monestir de Santes Creus, con cuatro emocionantes voces femeninas que, junto con las de Lluís Vilamajó y el también tenor Víctor Sordo, resolvieron con altas dosis de belleza cada suspense creado por la lectura de Forcano. El recitador iba intercalando apuntes meramente históricos con fragmentos literales del libro de memorias del mercader que él mismo ha traducido al catalán.
Savall, por su parte, había hecho gala de nuevo de su don y sensibilidad a la hora de armar un programa de semejante variedad. Pues se trataba de transitar por las culturas orientales que encontró Marco Polo a su paso con sus riquezas también musicales, desde el mar de China Meridional y tocando puertos en Birmania o Ceilán. Sobre este último, el mercader medieval describe con entusiasmo las maravillas de los rubíes. “No hay que olvidar que la familia Polo estaba especializada en piedras preciosas. ¿El oro? Bueno, pero lo que realmente les fascinaba eran las gemas”, señalaba Forcano durante la conversación previa.

Manuel Forcano, ataviado con un fular de seda, recitando los textos de este nuevo programa histórico de Jordi Savall
Sonaban, así, músicas tártaras, armenias, persas, turcas, de la China o de Sri Lanka, salpicadas por algunos clásicos occidentales de la época, como las Cantigas de Santa María que Alfonso X el Sabio había compuesto por entonces, o el Lamento de Tristano para el capítulo del fallecimiento de Marco Polo, a los 70 años. En total había pasado 24 años fuera de casa, ya fuera viajando o viviendo en China. Y si volvió fue porque encontró un argumento para que el gran kan le permitiera dejar China: escoltaría a una princesa mongola hasta Persia. Lo curioso es que, llegando ya a casa, después de atravesar el norte de Persia y Armenia, les atracaron unos cristianos en Trebisonda (Turquía) y le desposeyeron de todos sus bienes.
”Todos los objetos que llegó a traer, cosas nunca vistas en Europa, como el pedernal, la pólvora o la pasta, los salvó porque lo llevaba cosido dentro del vestido. Lo demás se lo robaron en Trebisonda, delante del mar Negro, cuando ya estaban en casa, se veían barcos venecianos allí”, contaba el poeta y hebraísta.

Jordi Savall tocando la viella durante el concierto
La fabulosa plaza barroca de Sant Bernat, frente al Reial Monestir de Santes Creus, estaba a reventar en este primer concierto de Savall en la actual edición, con un millar de asistentes que guardaron un silencio sepulcral durante toda la velada. “Se podía oír el correr del agua de la fuente desde el escenario: así de silenciosa y concentrada estaba la gente”, comentaba la cantante Hania Luthufi, todavía ataviada con un sari.
La artista de Sri Lanka había protagonizado alguno de los momentos más conmovedores con canciones tradicionales que, según explicaba, se han conservado gracias al tesón de unas pocas familias de su país. “Hemos sido colonia de Portugal, de Holanda y de, por supuesto Gran Bretaña. Es un país tan pequeño y sin más tierra al sur, que todo el mundo ha recalado en sus puertos, por lo que la mezcla de culturas se ha impuesto”, explicaba tras la exitosa actuación.
El violín de Alfia Bakieva, una música de origen tártaro que reside en Salzburg, lloraba a la chinoise mientras Forcano seguía introduciendo fragmentos de textos . “Pero ojo, el libro de Marco Polo es en esencia una guía para comerciantes. La parte más aburrida, la de China, con sus listas de ciudades y recursos, fue la más copiada en la edad media: era útil para comerciar. Por eso, el manuscrito catalán más antiguo conservado de Marco Polo solo incluye esa parte: los viajeros querían la guía práctica, no las historias de Armenia, Persia o Ceilán”, matizaba.
Los recomendados del festival
Folia. Savall muestra como esta danza portuguesa cruzó el océano al tiempo que la jácara o la guaracha influían en Europa. Día 13 - Pl. de Sant Bernat. Reial Monestir de Santes Creus. 22 h
Missa pro Defunctis. El Cor de l’Església de Santes Creus y la Capella Reial de Catalunya en la obra que Cristóbal Morales hizo en la Capilla Sixtina. Día 14 - Iglesia del Reial Monestir. 22 h
Incursión en la danza. La danza de Federica Porello con el cello de Daniel Claret. Día 15 - Convent de les Arts. Alcover. 12 h
Quartet Casals. Haydn y Beethoven. Día 15 - Dormitorio Reial Monestir Santes Creus. 19.30 h
‘Vespro della beata Vergine Maria’. Savall, La Capella Reial y Le Concert des Nations brindan la ópera de Monteverdi en el día de Santa María. Día 15 - Sant Bernat. Santes Creus. 22 h
Antigua Persia - Irán contemporáneo. El cantante iraní Mehdi Emami explora en cuarteto los ritmos y patrones poéticos. Día 16 - Sant Francesc de Valls. 12 h
Bach. Savall brinda la contrapuntística Ofrenda musical con Le Concert des Nations. Día 16 - Iglesia de Santes Creus 22 h. Y Pierre y Marc Hantai combinan Bach y Scarlatti. Día 17- Iglesia de Valls. 19.30 h.
Cantorum pro Pacem. Savall clausura con su programa de Guerra y Paz. Día 17 - Plaza de Sant Bernat. Santes Creus. 22 h
Por la tarde, la filósofa Maria Bartels dio una conferencia celebrando la diversidad como sostén del mundo y como camino hacia la plenitud, el tema de esta edición del festival. La que es la esposa de Savall argumentó cómo “se está perdiendo ese espacio de diálogo que se establece entre dos personas, ese tercer elemento de sabiduría que completa la trinidad y que une para crear la diversidad”. Los discursos alternativos a la América de Trump se concentraban ayer en Santes Creus, de la mano de un Savall rejuvenecido –a sus 84– y ya casi recuperado de su lesión de cadera.