“Me está rondando una idea por la cabeza desde hace dos años”, contaba Santiago Segura en una entrevista con La Vanguardia en el verano de 2023 con motivo del estreno de Vacaciones de verano, una comedia familiar que, como ya es habitual, lideró la taquilla del cine español ese año.
La idea que le rondaba por la cabeza a Segura era rodar una nueva entrega, la sexta, de la famosa saga de Torrente. “Se llamaría Torrente presidente”, relataba el cineasta. “La rodaré cuando se me ocurra algo divertido”, añadía, aunque ya tenía esbozado el hilo argumental de la película que, tal y como está la vida política española, encajaría en el famoso dicho de que la realidad supera a la ficción.
“La película arrancaría con miembros de un partido de ultraderecha que ven a Torrente en un bar dando rollo –como algunos taxistas que te dan un mitin en el taxi– y piensan: ‘Este hombre parece muy convincente’. Se le acercan y le proponen que vaya con ellos. Y entonces el tío se anima y va cogiendo poder, poder, poder...”, explicaba Segura.
El cineasta se lo ha pensado mucho antes de iniciar el rodaje por dos motivos. El primero de carácter puramente personal. Torrente, el policía más casposo del país, siempre ha sido un tipo entrado en carnes. Segura adelgazó hace años y se mantiene en forma por lo que le daba miedo tener que ganar peso para meterse en la piel del personaje de nuevo.
El segundo motivo era algo así como un poco de miedo escénico: “El cine es un deporte de riesgo, cada película genera la inquietud de si la gente irá a verla o no”, decía. Aunque Segura es consciente de que su cine es muy taquillero: “He tenido suerte con la taquilla, Torrente 4 fue la tercera película más vista de todo el planeta el fin de semana de su estreno”, agregaba.
Ahora, Segura ha superado esos miedos y ya ha arrancado el rodaje de la prometedora Torrente presidente. En ellas se ve a Torrente delgado y hablando desde un balcón ya como miembro de Nox, el partido ultra de la película. Unas imágenes del rodaje se han filtrando en Tik-Tok y han alimentado tanto la polémica como las ganas del público de ver de nuevo a Torrente, el brazo tonto de la ley, de nuevo en acción.